Las visitas a mi ciudad y capital del reino son siempre fugaces. Como norma hecha a base de repeticiones. Ya casi prefiero que sea así, breve y práctico como un ligue de noche. Sin medias tintas ni diplomacia. Funcional y directo. Todos sabemos a lo que vas, ¿no? Pues venga, déjate de rodeos y vámonos a tu casa, o a la mía. A Madrid.
Esas visitas son siempre pequeños viajes. Primero porque tengo que cruzar medio país, que en Barcelona llaman estado. Lo llaman estado por pudor, porque les han enseñado que decir España es fascista, franquista y nacionalista. Cruzo lo que quiera que sea esa extensión de terreno que separa Barcelona de Madrid, unos lo llaman el campo, así a lo general, y otros lo llaman meseta. Lo cruzo, y eso ya es un viaje, pero también es otro viaje cuando llego a Madrid. Allí comienza un viaje por otro mundo. El mundo de una ciudad que ya apenas conozco, que recuerdo sólo por vivencias pasadas, y que si antes me sorprendía siendo su habitante y sufrido ciudadano, ahora ya me desencaja. Me fascina lo distinto que es de esta otra ciudad en la que ahora vivo, y me alucina lo lejos que está una de otra, geográficamente y, cada vez más, en todo lo demás.
La visita fue breve, así que después de pasar la noche en casa, al día siguiente temprano volvía a "la otra casa". Sí, supongo que tengo varias casas, como los ricos. No deja de ser paradójico. El caso es que serían las ocho y media de la mañana. Cogí el metro, como siempre a esas horas lleno. El vagón completo de gente, del que se salen dos o tres viajeros en la estación, y hay otros veinte en el andén. Entonces esos veinte comprenden que tienen que meterse en el vagón repleto, y los que están dentro del vagón comprenden que esos veinte desconocidos van a entrar en un sitio en el que ellos ya están más o menos a gusto, han encontrado el sitio y ya son compañeros de viaje entre sí, casi casi íntimos. Colegas. Entonces ambos, los de dentro y los de fuera, se dan cuenta de la situación y saben lo que va a pasar. Que van a tener que apretarse un poco más para que todos quepan. El vagón apesta un poco, la gente no deja de ser algo dejada en sus hábitos higiénicos por más que lleven un iPhone en el bolsillo. Pero no importa. Todos van en el mismo puto vagón, apretados pero con ese sentimiento de consuelo que da el compartir el mismo destino, aunque sea durante unas estaciones, con vecinos y compañeros de viaje.
En ese vagón apretujado me tocó aquel día como compañeros de viaje un grupito de cuatro punks. Tres chicas y un chico. Eran las ocho y media de la mañana, pero iban privando su cerveza de lata de medio litro y se la iban pasando entre ellos. Ellas llevaban el pelo rapado a los lados y más largo en la parte superior, para cuando se hacen la cresta. Aros, pendientes, imperdibles en las orejas. El uniforme lógico en un punkie. Estábamos hombro con hombro, yo ahí metido entre ellos, casi en medio del mini círculo que formaban para ir departiendo. La cerveza circulando, las risas, el descaro de saberse los únicos que estaban privando a esas horas en aquel vagón. En un momento dado me parecía escuchar que iban a los juzgados (supongo que de Plaza Castilla, por la línea de metro donde estábamos), a testificar en un juicio. Me crucé con la mirada chispeante de una de las chicas, la más guapa, que me miraba con curiosidad y con una sonrisa, no sé si de desprecio por creer que yo era un burgués más yendo al trabajo o precisamente por lo contrario, por notar que me caía bien su rollo y que en el fondo me daban envidia. No me escondí y les devolví el gesto de aprecio con una media sonrisa, como diciendo "qué majos sois". Aunque el resto del vagón os esté fulminando con la mirada, yo os entiendo y os respeto.
Porque me daban envidia esos cuatro punks. Unos chavales que se reían de sus cosas, sin molestar a nadie, y a su particular manera, quizás fueran los cuatro individuos con más cojones de todos los que estábamos allí en ese momento. Valientes por hacer lo que realmente les daba la gana, sin importar lo que dijeran los demás. ¿Que había que ir a un juicio a esas horas? Pues vale, pero irían a su estilo. Quizás fueran unos de esos punks a los que sus papás les pagan los vicios y viven en casa sin dar ni chapa, pero no creo. Ya estaban en el vagón, y las estaciones anteriores a la mía no son precisamente el barrio de Salamanca. Y si fuese así, ¿qué? La postura de esos chavales, la mirada de esa chica, aunque estuviera medio pedo, es la correcta en un mundo así. Ser punkie es lo más honesto que esos chavales pueden llegar a ser, teniendo enfrente lo que tienen. El futuro y los modelos sociales, todo eso. ¿Un respetable trabajador yendo a currar en el metro es menos que un punkie? No, por supuesto. Cada uno se dignifica haciendo aquello en lo que cree mientras no haga daño a los demás. Pero esos punks, en su nihilismo, al saberse lumpen y parias sociales y descojonarse de ello, estaban diciendo que hay que ser valiente para madrugar e ir al trabajo todos los días, pero más valiente aún para no hacerlo. Y eso es admirable, joder.
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martes, 25 de febrero de 2014
jueves, 17 de octubre de 2013
Iconos del deporte con manual de uso
Hablar de ciertos personajes no merece el esfuerzo. Personajes que intentan llamar la atención y convertirse en productos de marketing, utilizando el deporte para fines personales. Aunque intenten disfrazar estos fines con cosas tan loables en apariencia como "esfuerzo", "superación", "dónde está el límite", etc. (véis por dónde voy, ¿no?). Lo criticable de estos personajes no es que intenten hacer las cosas, o que hagan deporte, o que se esfuercen. Eso está muy bien. Lo que los convierte en payasos de circo es que vendan esos valores y comercien con ellos. Y lo explicaré con argumentos de marketing.
Efectivamente, todo el deporte es un negocio en sí, y no pasa nada. Todo está en venta y todo se compra. Pero hay diferencias, no todo vale. Uno puede "comprar" -identificarse con un valor del deporte, representado en un icono- ciertos productos: puedes comprar a Cristiano Ronaldo, a Sebastian Vettel, a Lance Armstrong... incluso puedes comprar a un tipo que se hace pasar por broker y deportista de resistencia. Cada uno es libre de comprarse lo que quiera y de comulgar con lo que le guste, por supuesto. Pero la publicidad de estos productos suele ser engañosa.
¿Verdad que los productos de consumo habituales cumplen con unas normas de calidad? Hablo de productos y bienes de consumo de supermercado, producto final, retail. Coches, bicis, muebles. En cambio, cuando uno compra un valor, cuando se identifica con un icono del deporte, no hay ningún control de calidad sobre ese producto. Se puede llegar a vender cualquier cantamañanas que le interese a una marca en concreto, en un momento determinado. La gente lo comprará, se identificará con esa imagen, habrá hasta quien lo imite y quiera emularlo, y en definitiva hará con él lo que con cualquier otro producto de consumo en su ciclo de vida.
Yo llamaría a estos iconos "productos de valor". También se llama marketing de celebridades. Son productos de una marca, generalmente. Lance Armstrong, Michael Jordan, gente así. Estos grandes productos son apuestas (arriesgadas) de las marcas por grandes deportistas, y ha habido de todo desde que se inventaron. Desde casos de éxito rotundo, como Michael Jordan, hasta fracasos como Lance Armstrong. A Nike le salió muy bien Jordan y le salió fatal Armstrong. Pero en ese camino hizo un negocio descomunal, por supuesto. Y la gente estuvo satisfecha consumiendo la imagen de estos iconos, que los inspiraban para superarse a sí mismos. Hasta ahí, todo bien.
Pero, ¿quién regula la calidad de los valores que me están vendiendo? A una marca le puede gustar un tipo, lo vende y es legítimo, pero ¿y si sólo es fachada? Eso sería publicidad engañosa, ¿no? Hay infinidad de casos polémicos en este tema. Dennis Rodman, por ejemplo. Shaun Palmer. Deportistas que vendían una imagen de transgresores y eran criticados, pero resulta que luego eran genios en su deporte. Nada que objetar, por tanto. La gente amaba al estrambótico Shaun Palmer y detestaba a Nicolas Vouilloz, un tipo soso y sin sustancia. Las marcas, obviamente, detectan eso y comercian en consecuencia. Venden lo que la gente quiere comprar. ¿Seguro? Las marcas invierten en aquello que quieren vender, y de hecho crean la necesidad de consumir un determinado estereotipo. El deportista de acción no puede ser un soso, debe ser un descerebrado. ¿Por qué no se vendió la imagen Vouilloz ganando 10 mundiales? Porque era mucho más fácil vender el estilo rockstar de Shaun Palmer, por ejemplo.
Por tanto, no es una cuestión de que un deportista sea mejor o peor que otro. No es ni siquiera que uno lleve tatuajes y otro no. No es cuestión de que gane más trofeos o gane menos. Es una cuestión de crear estereotipos, productos e iconos, según el estilo de vida dominante. Es más guay ser Shaun Palmer que Nicolas Vouilloz, pero ¿por qué? ¿Porque hay unas marcas que eligen a ese icono para vender sus valores? Si los deportistas hacen algo es inspirar a la agente, nos orientan sobre dónde están los límites, los retos, pero utilizarlos para transmitir una escala de valores a la sociedad es más arriesgado que los deportes en sí. Por eso decía que no todo vale. Por supuesto, no vale lo fácil. Y fácil es convertir a un tipo que sabe venderse en la imagen de conceptos como "dónde está el límite". Pero, ¿por qué no coger a un tipo cualquiera, a uno de los cientos que corren triatlones hoy en día, que entrenan duro, que se esfuerzan, que tienen el dinero justo para llegar a fin de mes y pagarse sus inscripciones y viajes a las carreras, y los conviertes en iconos? ¿Eso es más difícil, verdad? ¿O por qué no coges un deporte minoritario (casi todos en este país) y patrocinas carreras o competiciones, campeonatos y ligas? Porque es más fácil vender un icono que promocionar un deporte, ¿no?
Por tanto, digamos las cosas por su nombre. El mal marketing vende lo fácil, lo obvio. La imagen, la fachada, sin pararse a pensar qué hay detrás. Si hay algo o si simplemente vale con vender el impacto, desentendiéndose del resultado. ¿Qué servicio post-venta tiene un producto de consumo como un icono del deporte? ¿Alguien me atendería si reclamo que he intentado hacer 7 ironmanes seguidos y me ha dado un infarto?
En fin, que las grandes marcas del deporte utilizan a supuestos deportistas (algunos lo son, otros no) para vender. Pero ¡eh! en el fondo nos hacen un favor a todos, porque prefiero que se utilice la imagen de un producto de consumo como Josef Ajram, a pervertir la imagen de un deportista anónimo que se hace 30 ironmanes en 30 días. O la de nuestro gran campeón del mundo de triatlón, Javier Gómez Noya. Ese tipo sí es un valor de deporte, y ese tipo sí que vende valores auténticos. Porque no vende actitud, ni resultados. No vende nada, y por eso es creíble. El otro tiene que estar ahí para hacer la pose, como un actor, y vendernos algo, dar un mensaje. Eso no lo convierte en una mala persona, obviamente. No se puede odiar a alguien por hacer lo que hace Josef Ajram. Se le puede adorar como a un semidios, se puede pasar de él o se puede mirar hacia otro lado. Pero que alguien explique qué se compra cuando se compra a Josef Ajram. Consumir este tipo de valores debería llevar adjunto un manual de instrucciones, una letra pequeña o algo, para saber de qué estamos hablando. Si hablamos de productos o si hablamos de valores. Y que cada uno consuma a gusto pero sin engaños.
Efectivamente, todo el deporte es un negocio en sí, y no pasa nada. Todo está en venta y todo se compra. Pero hay diferencias, no todo vale. Uno puede "comprar" -identificarse con un valor del deporte, representado en un icono- ciertos productos: puedes comprar a Cristiano Ronaldo, a Sebastian Vettel, a Lance Armstrong... incluso puedes comprar a un tipo que se hace pasar por broker y deportista de resistencia. Cada uno es libre de comprarse lo que quiera y de comulgar con lo que le guste, por supuesto. Pero la publicidad de estos productos suele ser engañosa.
¿Verdad que los productos de consumo habituales cumplen con unas normas de calidad? Hablo de productos y bienes de consumo de supermercado, producto final, retail. Coches, bicis, muebles. En cambio, cuando uno compra un valor, cuando se identifica con un icono del deporte, no hay ningún control de calidad sobre ese producto. Se puede llegar a vender cualquier cantamañanas que le interese a una marca en concreto, en un momento determinado. La gente lo comprará, se identificará con esa imagen, habrá hasta quien lo imite y quiera emularlo, y en definitiva hará con él lo que con cualquier otro producto de consumo en su ciclo de vida.
Yo llamaría a estos iconos "productos de valor". También se llama marketing de celebridades. Son productos de una marca, generalmente. Lance Armstrong, Michael Jordan, gente así. Estos grandes productos son apuestas (arriesgadas) de las marcas por grandes deportistas, y ha habido de todo desde que se inventaron. Desde casos de éxito rotundo, como Michael Jordan, hasta fracasos como Lance Armstrong. A Nike le salió muy bien Jordan y le salió fatal Armstrong. Pero en ese camino hizo un negocio descomunal, por supuesto. Y la gente estuvo satisfecha consumiendo la imagen de estos iconos, que los inspiraban para superarse a sí mismos. Hasta ahí, todo bien.
Pero, ¿quién regula la calidad de los valores que me están vendiendo? A una marca le puede gustar un tipo, lo vende y es legítimo, pero ¿y si sólo es fachada? Eso sería publicidad engañosa, ¿no? Hay infinidad de casos polémicos en este tema. Dennis Rodman, por ejemplo. Shaun Palmer. Deportistas que vendían una imagen de transgresores y eran criticados, pero resulta que luego eran genios en su deporte. Nada que objetar, por tanto. La gente amaba al estrambótico Shaun Palmer y detestaba a Nicolas Vouilloz, un tipo soso y sin sustancia. Las marcas, obviamente, detectan eso y comercian en consecuencia. Venden lo que la gente quiere comprar. ¿Seguro? Las marcas invierten en aquello que quieren vender, y de hecho crean la necesidad de consumir un determinado estereotipo. El deportista de acción no puede ser un soso, debe ser un descerebrado. ¿Por qué no se vendió la imagen Vouilloz ganando 10 mundiales? Porque era mucho más fácil vender el estilo rockstar de Shaun Palmer, por ejemplo.
Por tanto, no es una cuestión de que un deportista sea mejor o peor que otro. No es ni siquiera que uno lleve tatuajes y otro no. No es cuestión de que gane más trofeos o gane menos. Es una cuestión de crear estereotipos, productos e iconos, según el estilo de vida dominante. Es más guay ser Shaun Palmer que Nicolas Vouilloz, pero ¿por qué? ¿Porque hay unas marcas que eligen a ese icono para vender sus valores? Si los deportistas hacen algo es inspirar a la agente, nos orientan sobre dónde están los límites, los retos, pero utilizarlos para transmitir una escala de valores a la sociedad es más arriesgado que los deportes en sí. Por eso decía que no todo vale. Por supuesto, no vale lo fácil. Y fácil es convertir a un tipo que sabe venderse en la imagen de conceptos como "dónde está el límite". Pero, ¿por qué no coger a un tipo cualquiera, a uno de los cientos que corren triatlones hoy en día, que entrenan duro, que se esfuerzan, que tienen el dinero justo para llegar a fin de mes y pagarse sus inscripciones y viajes a las carreras, y los conviertes en iconos? ¿Eso es más difícil, verdad? ¿O por qué no coges un deporte minoritario (casi todos en este país) y patrocinas carreras o competiciones, campeonatos y ligas? Porque es más fácil vender un icono que promocionar un deporte, ¿no?
Por tanto, digamos las cosas por su nombre. El mal marketing vende lo fácil, lo obvio. La imagen, la fachada, sin pararse a pensar qué hay detrás. Si hay algo o si simplemente vale con vender el impacto, desentendiéndose del resultado. ¿Qué servicio post-venta tiene un producto de consumo como un icono del deporte? ¿Alguien me atendería si reclamo que he intentado hacer 7 ironmanes seguidos y me ha dado un infarto?
En fin, que las grandes marcas del deporte utilizan a supuestos deportistas (algunos lo son, otros no) para vender. Pero ¡eh! en el fondo nos hacen un favor a todos, porque prefiero que se utilice la imagen de un producto de consumo como Josef Ajram, a pervertir la imagen de un deportista anónimo que se hace 30 ironmanes en 30 días. O la de nuestro gran campeón del mundo de triatlón, Javier Gómez Noya. Ese tipo sí es un valor de deporte, y ese tipo sí que vende valores auténticos. Porque no vende actitud, ni resultados. No vende nada, y por eso es creíble. El otro tiene que estar ahí para hacer la pose, como un actor, y vendernos algo, dar un mensaje. Eso no lo convierte en una mala persona, obviamente. No se puede odiar a alguien por hacer lo que hace Josef Ajram. Se le puede adorar como a un semidios, se puede pasar de él o se puede mirar hacia otro lado. Pero que alguien explique qué se compra cuando se compra a Josef Ajram. Consumir este tipo de valores debería llevar adjunto un manual de instrucciones, una letra pequeña o algo, para saber de qué estamos hablando. Si hablamos de productos o si hablamos de valores. Y que cada uno consuma a gusto pero sin engaños.
jueves, 10 de octubre de 2013
La calle para el que la trabaja
El pasado fin de semana tuvo lugar el I Descenso Urbano en Barcelona, DUB, un evento organizado por los chicos de Ocisport que en principio iba a celebrarse en la semana de las fiestas de la Mercè, pero que al final se pospuso a mejores fechas y previsiones meteorológicas. La prueba fue un éxito, al menos teniendo en cuenta las inscripciones, afluencia de público y organización en general. Y sobre todo fue un éxito habida cuenta de la NULA, cero, niet, zero difusión que tuvo la prueba desde medios públicos y privados. Es curioso que en la ciudad que se volcó con los X Games hace escasos meses no se preste atención a una prueba que puede convertirse, a poco que triunfe, en un referente nacional. No vamos a decir que el DUB sea como el Lisboa Downtown porque sería mentir, pero sin duda un descenso urbano en una ciudad como Barcelona tiene muchas posibilidades de crecer si encuentra el compromiso de un sponsor.
En esta edición, el ayuntamiento de la ciudad dio el visto bueno a la prueba propuesta por Ocisport. Y para lo poco que los han ayudado, ha salido fenomenal. Espero que un patrocinador apueste por este formato y que la prueba crezca, porque como dependa del ayuntamiento... El mismo ayuntamiento (o poder público, me da lo mismo) que quiere imponer la normativa de circular con casco por las ciudades y poner multas por alcoholemia a los ciclistas, el mismo que no hace nada para conciliar el uso del vehículo con la bici, que se gasta millones en traer unos X Games y luego no mantiene ningún equipamiento deportivo para modalidades como el dirt, bmx o skate, y el mismo que ocasionalmente sanciona y multa a estos mismos deportes urbanos pero vende suelo público a los grandes equipos de fútbol para financiar su deuda. Deuda que ha contraído malgastando coches oficiales, abandonando (o privatizando) infraestructuras y equipamientos o invirtiendo en eventos, campañas o congresos por intereses descaradamente personales o políticos. De este tipo de ayuntamientos, como de todos en realidad, no podemos esperar nada mientras los que están al mando ignoren a los colectivos a los que afectan cuando toman decisiones. Es decir, a todos.
El uso del espacio público, y esto enlaza con lo anterior, es una de las conquistas sociales que más peligra ahora mismo, desde el punto de vista del activismo y la legitimidad ciudadana. Lo vimos con el movimiento del 15M, el desalojo brutal de manifestantes y acampados pacíficos en la Puerta del Sol, etc. El uso de la calle y del espacio público siempre ha sido parte de los movimientos revolucionarios o de derechos civiles y sociales como el espacio común en el que se pueden y se deben llevar a cabo manifestaciones cívicas de la ciudadanía en cualquiera de sus formas: desde mostrar el desacuerdo de un colectivo con determinadas cosas, hasta practicar cualquier forma de cultura o expresión artística. Siempre que no violente a los demás y se desarrolle en unas formas razonables de civismo. Ciudades como Berlín o Londres han sido históricos ejemplos de espacios públicos amigables con la ciudadanía. Pero desde la contraofensiva neocon de las últimas décadas los espacios públicos están en franco retroceso, aquí y en todas partes. El nuevo pecado capital que han inventado los poderosos es que la calle es sagrada, es el santuario de la democracia y el pensamiento único, y no se puede dejar en manos de la chusma. ¿Una democracia para el pueblo? ¡Dónde se ha visto eso!
Por eso, ante el avance del ejército de Sauron y sus malolientes orcos, hay que proponer contraofensivas creativas. Mientras ocupemos los espacios públicos y no se adueñen de todo, hay esperanza. Por eso hay que seguir apoyando el skate, los músicos y artistas de la calle, la manifestación, el flautista, el partido de fútbol espontáneo... y por supuesto las bicis en cualquiera de sus formas. Laissez faire, laissez passer. Libres, cívicos y solidarios. ¿Una utopía? No creo, "it's easy if you try". Las revoluciones empiezan por uno mismo.
Roger González en el I Descenso Urbano Barcelona. |
En esta edición, el ayuntamiento de la ciudad dio el visto bueno a la prueba propuesta por Ocisport. Y para lo poco que los han ayudado, ha salido fenomenal. Espero que un patrocinador apueste por este formato y que la prueba crezca, porque como dependa del ayuntamiento... El mismo ayuntamiento (o poder público, me da lo mismo) que quiere imponer la normativa de circular con casco por las ciudades y poner multas por alcoholemia a los ciclistas, el mismo que no hace nada para conciliar el uso del vehículo con la bici, que se gasta millones en traer unos X Games y luego no mantiene ningún equipamiento deportivo para modalidades como el dirt, bmx o skate, y el mismo que ocasionalmente sanciona y multa a estos mismos deportes urbanos pero vende suelo público a los grandes equipos de fútbol para financiar su deuda. Deuda que ha contraído malgastando coches oficiales, abandonando (o privatizando) infraestructuras y equipamientos o invirtiendo en eventos, campañas o congresos por intereses descaradamente personales o políticos. De este tipo de ayuntamientos, como de todos en realidad, no podemos esperar nada mientras los que están al mando ignoren a los colectivos a los que afectan cuando toman decisiones. Es decir, a todos.
El uso del espacio público, y esto enlaza con lo anterior, es una de las conquistas sociales que más peligra ahora mismo, desde el punto de vista del activismo y la legitimidad ciudadana. Lo vimos con el movimiento del 15M, el desalojo brutal de manifestantes y acampados pacíficos en la Puerta del Sol, etc. El uso de la calle y del espacio público siempre ha sido parte de los movimientos revolucionarios o de derechos civiles y sociales como el espacio común en el que se pueden y se deben llevar a cabo manifestaciones cívicas de la ciudadanía en cualquiera de sus formas: desde mostrar el desacuerdo de un colectivo con determinadas cosas, hasta practicar cualquier forma de cultura o expresión artística. Siempre que no violente a los demás y se desarrolle en unas formas razonables de civismo. Ciudades como Berlín o Londres han sido históricos ejemplos de espacios públicos amigables con la ciudadanía. Pero desde la contraofensiva neocon de las últimas décadas los espacios públicos están en franco retroceso, aquí y en todas partes. El nuevo pecado capital que han inventado los poderosos es que la calle es sagrada, es el santuario de la democracia y el pensamiento único, y no se puede dejar en manos de la chusma. ¿Una democracia para el pueblo? ¡Dónde se ha visto eso!
Bansky |
jueves, 26 de septiembre de 2013
El Real Madrid del mountain bike
Hay marcas, equipos, símbolos, a los que uno puede profesar simpatía, indiferencia o aversión. Son opciones, gustos determinados, y por tanto a menudo no hay explicación racional a ellas. Te gusta un equipo de fútbol y no otro por simpatía, porque te identificas con unos valores que crees ver en él, por afinidad, por tradición familiar, etc. Son motivos subjetivos, personales. Normalmente, nadie va a argumentar que es seguidor de un equipo de fútbol porque las alineaciones y la técnica de los jugadores es la más acorde a su criterio o la más eficiente para conseguir victorias. Uno simpatiza con algo y tiene ese tipo de afiliaciones por motivos emocionales, irracionales, incomprensibles. Porque sí, y punto. Como el famoso spot del Atleti.
De la misma forma, uno tiende hacia una marca de coche u otra no por razones técnicas, en la mayoría de los casos. Hoy en día la tecnología en los automóviles es sustancialmente similar. En el fondo se trata de un artefacto con cuatro ruedas para meter cosas y transportarse, no nos engañemos. Eso lo sabían bien en la antigua RDA con los Wartburg Trabant. Lo que nos hace decantarnos por un modelo u otro son básicamente tres cosas, en mi opinión: el precio, las prestaciones y la marca. Y de estas tres, la más importante, para mi, es la marca. Porque cuando existe una variedad de productos genéricamente similares entre sí (ya sean coches, teléfonos móviles, pantalones vaqueros o gafas de sol), al final lo que más peso tiene en la decisión de compra es la marca. O para ser más exactos, la confianza. Un producto de marca blanca, por muchas prestaciones o buen precio que tenga, si no transmite confianza no lo compraremos. A similares niveles de confianza entre marca blanca y marca, lo más seguro es que elijamos en función del precio o las prestaciones. Pero sin confianza, sin esperanza de cumplir expectativas, no hay debate posible.
Sin entrar demasiado en teorías de marketing ni historias, lo que se suele simplificar con el término "marca" en realidad hay que entenderlo como "confianza", como expectativa de satisfacción, como identificación o reconocimiento de una serie de valores. Y eso es, precisamente, una cuestión subjetiva.
Una marca (un producto) es un nombre, un símbolo, pero también es una proyección de la personalidad del consumidor. Cada uno nos relacionamos con una serie de marcas por el simple hecho de que consumimos cosas, aunque no queramos. Incluso si se rehúye de las marcas como opción personal y militante, cada uno tenemos un ránking interno de marcas globales y locales que nos mueven a consumir, ya sea evitando las marcas o buscando las que nos gustan. Pero el mapa interno de las marcas existe en una sociedad de consumo como la nuestra.
Hablamos de productos que socialmente están considerados como objetos personales: aquellos que definen en cierta forma los gustos y la personalidad del que los posee o no los posee (siempre nos estamos definiendo en función de las marcas o no-marcas). Por ejemplo: coche, teléfono, ropa, etc. Y también bicicletas.
En el terreno de las bicicletas y las marcas, hay una en particular a la que quiero referirme hoy. Una que ha creado tendencia, ha marcado la historia reciente del ciclismo de montaña a nivel mundial y buena parte de la industria generalista de la bici. Es una marca importantísima, de peso, que realiza enormes inversiones en investigación y desarrollo de producto, en marketing, en ventas y en competición. Una marca que ha acaparado páginas y páginas de pruebas de producto en las revistas españolas, seguidas por páginas enteras de publicidad, curiosamente anunciando ese mismo modelo de prueba. Una marca que ha creado legiones de fans (y legiones de detractores), y que inventó el término "tienda de marca", donde el usuario podía degustar toda la gama de productos de la marca en un único espacio. Una marca caracterizada por un símbolo y que me recuerda mucho al Real Madrid.
Por varias cosas. Una, porque veo ambos logotipos en multitud de productos. En el caso del Real Madrid, en productos tan variopintos como unas zapatillas de andar por casa, una toalla de playa, una sombrilla, mecheros, relojes, bolsas de viaje... hasta camisas he visto con el escudo del Real Madrid. En el caso del fabricante de bicis, también puede verse su sello en una variedad de productos desde zapatillas a cascos, desde horquillas a amortiguadores, y desde cubiertas a sillines. Otra razón de paralelismo entre ambas marcas se debe a su política de fichajes de competición. Cuando un corredor destaca a nivel internacional, no importa en qué equipo milite, esta marca lo ficha para el año siguiente. Como el Real Madrid. Y curiosamente, en ese mismo momento en el que ficha por esta compañía, los resultados del corredor se desploman. Por último y de forma más clara, me recuerda esta marca al Real Madrid por su postura de "señorío", ya que habitualmente se jacta de ser la marca número 1 de la bici, la que más vende y la que mejores productos posee. Aunque estén todos hechos en China (como el resto, claro). Pero una marca así no puede alardear de ser la número uno, igual que el Real Madrid no debería hacerlo siendo un club con más de 600 millones de euros de deuda.
Todos sabemos a qué marca me refiero, ¿no?
De la misma forma, uno tiende hacia una marca de coche u otra no por razones técnicas, en la mayoría de los casos. Hoy en día la tecnología en los automóviles es sustancialmente similar. En el fondo se trata de un artefacto con cuatro ruedas para meter cosas y transportarse, no nos engañemos. Eso lo sabían bien en la antigua RDA con los Wartburg Trabant. Lo que nos hace decantarnos por un modelo u otro son básicamente tres cosas, en mi opinión: el precio, las prestaciones y la marca. Y de estas tres, la más importante, para mi, es la marca. Porque cuando existe una variedad de productos genéricamente similares entre sí (ya sean coches, teléfonos móviles, pantalones vaqueros o gafas de sol), al final lo que más peso tiene en la decisión de compra es la marca. O para ser más exactos, la confianza. Un producto de marca blanca, por muchas prestaciones o buen precio que tenga, si no transmite confianza no lo compraremos. A similares niveles de confianza entre marca blanca y marca, lo más seguro es que elijamos en función del precio o las prestaciones. Pero sin confianza, sin esperanza de cumplir expectativas, no hay debate posible.
Sin entrar demasiado en teorías de marketing ni historias, lo que se suele simplificar con el término "marca" en realidad hay que entenderlo como "confianza", como expectativa de satisfacción, como identificación o reconocimiento de una serie de valores. Y eso es, precisamente, una cuestión subjetiva.
Una marca (un producto) es un nombre, un símbolo, pero también es una proyección de la personalidad del consumidor. Cada uno nos relacionamos con una serie de marcas por el simple hecho de que consumimos cosas, aunque no queramos. Incluso si se rehúye de las marcas como opción personal y militante, cada uno tenemos un ránking interno de marcas globales y locales que nos mueven a consumir, ya sea evitando las marcas o buscando las que nos gustan. Pero el mapa interno de las marcas existe en una sociedad de consumo como la nuestra.
Hablamos de productos que socialmente están considerados como objetos personales: aquellos que definen en cierta forma los gustos y la personalidad del que los posee o no los posee (siempre nos estamos definiendo en función de las marcas o no-marcas). Por ejemplo: coche, teléfono, ropa, etc. Y también bicicletas.
En el terreno de las bicicletas y las marcas, hay una en particular a la que quiero referirme hoy. Una que ha creado tendencia, ha marcado la historia reciente del ciclismo de montaña a nivel mundial y buena parte de la industria generalista de la bici. Es una marca importantísima, de peso, que realiza enormes inversiones en investigación y desarrollo de producto, en marketing, en ventas y en competición. Una marca que ha acaparado páginas y páginas de pruebas de producto en las revistas españolas, seguidas por páginas enteras de publicidad, curiosamente anunciando ese mismo modelo de prueba. Una marca que ha creado legiones de fans (y legiones de detractores), y que inventó el término "tienda de marca", donde el usuario podía degustar toda la gama de productos de la marca en un único espacio. Una marca caracterizada por un símbolo y que me recuerda mucho al Real Madrid.
Por varias cosas. Una, porque veo ambos logotipos en multitud de productos. En el caso del Real Madrid, en productos tan variopintos como unas zapatillas de andar por casa, una toalla de playa, una sombrilla, mecheros, relojes, bolsas de viaje... hasta camisas he visto con el escudo del Real Madrid. En el caso del fabricante de bicis, también puede verse su sello en una variedad de productos desde zapatillas a cascos, desde horquillas a amortiguadores, y desde cubiertas a sillines. Otra razón de paralelismo entre ambas marcas se debe a su política de fichajes de competición. Cuando un corredor destaca a nivel internacional, no importa en qué equipo milite, esta marca lo ficha para el año siguiente. Como el Real Madrid. Y curiosamente, en ese mismo momento en el que ficha por esta compañía, los resultados del corredor se desploman. Por último y de forma más clara, me recuerda esta marca al Real Madrid por su postura de "señorío", ya que habitualmente se jacta de ser la marca número 1 de la bici, la que más vende y la que mejores productos posee. Aunque estén todos hechos en China (como el resto, claro). Pero una marca así no puede alardear de ser la número uno, igual que el Real Madrid no debería hacerlo siendo un club con más de 600 millones de euros de deuda.
Todos sabemos a qué marca me refiero, ¿no?
martes, 25 de junio de 2013
Roadtrip II parte
Nos habíamos quedado en mi pueblo, cuando apagué el cerebro durante un par de días. Venía de pasar unas jornadas en Calatayud y Logroño, en un comienzo de junio frío y lluvioso. Pues nada, al llegar a mi pueblo soriano, obviamente, las condiciones siguieron así. Tanto que nada más llegar a casa encendí la chimenea. Y abrí una cerveza, claro. No podía ser mejor: mes de junio, chimenea y cielos grises. El paraíso.
Estuve aletargado ese fin de semana, y el lunes ya me puse en marcha. El objetivo, después de dos días sin tocar la bici, era atacar una bonita ruta que hice hace unos meses con los colegas de Navaleno BTT. No toda la ruta entera sino un bucle con comienzo y fin en San Leonardo de Yagüe.
En tierra de Pinares. |
Aparte de la polémica, San Leonardo es un pueblo que me encanta. Y desde allí parte una ruta formidable que atraviesa el Cañón del Río Lobos. Bueno, no exactamente desde allí. Antes hay que dar una vuelta por la comarca. El caso es que para la ocasión decidí hacer uso de la bici que tengo en mi pueblo: la Sunn rígida. He de decir que a los que nos gusta el mountain bike, una rígida es como un disco de vinilo para un melómano. No existe mayor sensación de música en las piernas que con una rígida. Los surcos y el ruido de fondo pasan de la cubierta a la cadena, y de ésta al pedal. Una rígida por los senderos mullidos, limpios y puros del Cañón es como el Dark Side of the Moon de Pink Floyd o el Oxygène de Jean Michel Jarre, en un tocadiscos.
Un sendero pata negra. |
Conforme iba adentrándome entre las estribaciones del Cañón, el sendero se iba haciendo más estrecho y revirado, pero conservaba un firme compacto y a la vez mullido, que era como rodar por una moqueta. Mientras tanto, buitres merodeando las lomas, un cielo gris amenazante y un espacio vacío, únicamente poblado de ruidos y murmullos del bosque. Toda una obra de rock progresivo o de música electrónica analógica, para las piernas. Una sinfonía de esencias y de flow, incrementado como un amplificador al ir montado sobre una rígida del año 96. Cientos de decibelios y miles de watios silenciosos por un tubo de acero Tange.
Y esa fue la ruta épica de esos días en mi pueblo. Otros días transcurrieron y decidí montarme un pequeño circuito en forma de pumptrack, en una chopera donde de pequeños, con 10 o 12 años, los amiguitos del pueblo montamos un pequeño circuito para nuestras bicis. En ese mismo lugar, ya casi con 40 años en las piernas, encontré divertido volver a trazar ese mismo circuito y probarlo como pista de pumptrack, entre comillas, porque era más un pasatiempo que un verdadero circuito de pumptrack, claro. Me acordaba perfectamente del trazado entre los árboles, de modo que en una mañana tuve listo el circuitillo. Tenía su gracia, pero dar 5 vueltas a fondo no era nada fácil. Pedaleo, trazar, arracar, curva, arrancar... 15 segundos de sprint por vuelta era un buen entrenamiento, así que me pasé allí unos buenos ratos de mañana y de tarde.
Recuerdos de carreras en casa (y de cosas históricas, como la matrícula de mi primer coche o la placa antigua de la casa) |
Circuitillo entre los chopos, recuperado 25 años después... |
jueves, 23 de mayo de 2013
Las bicicletas son para los europeos
Luego nos quejamos, pero los países que más kilómetros hacen al año en bici (sus habitantes, se entiende) no son aquellos donde hace mejor tiempo o hay menos coches. Es justo al revés. Según un estudio de la Asociación Europea de "Accounting" (algo así como auditoría), los españoles sólo recorren 20 km al año en bici, por persona. El país de la UE que menos usa la bici, en el país probablemente con más días de sol al año. En cambio, los que más recorren kilómetros en dos ruedas son los... ¡daneses! con más de 900km por habitante.
Estas cifras no hacen sino alertar de dos cosas: una, ¿que los españoles somos unos vagos? No, no es tan sencillo. Pero es evidente que algo pasa con nosotros. Y dos, que las bicis no se llevan bien con los países mediterráneos.
No es sólo una cuestión de usar más la bici. No es que la gente odie hacer ejercicio en este país. Los gimnasios están llenos y los parques de gente corriendo, también. La gente se ve casi obligada a utilizar el coche para moverse porque las ciudades y los centros de trabajo están mal planteados. Si se facilitara el trabajo desde casa, por ejemplo, no habría necesidad de desplazamiento para mucha gente. Si se ampliara la cobertura ferroviaria en lugar de recortarla porque es deficitaria, se ganaría en eficiencia de transporte. Y si la organización de las ciudades fuese más abierta con el transporte público y privado de bicicletas, seguramente se reducirían los problemas de tráfico, de contaminación y de salud. No creo que existan muchas medidas que generen efectos sostenibles en estos tres ámbitos, aparte de la bici.
La cuestión, por tanto, es de mentalización ciudadana y de responsabilidad pública.
En algunas ciudades europeas ya ha saltado la alarma hace tiempo. Los problemas de movilidad y transporte tienen colapsados a ciudades como Bruselas, donde el tema se refleja en este estupendo documental. Y las iniciativas de la Unión Europea a través del programa CIVITAS están incentivando el uso de la bici en las ciudades medias y grandes. Sin ir más lejos, este mes de mayo se ha repetido una iniciativa, la European Cycling Challenge, para que ciudades como Dublin, Utrecht, Londres oeste, Lille, Bolonia o Padua, compitan entre ellas amistosamente por ver cuál es la que más kilómetros hace en bici.
¿Hay alguna ciudad española en esta campaña? No. ¿Alguien ha oído algo de esto en España? Yo tampoco.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Seguir el camino
He tenido abandonada esta página casi un mes. Ha sido un mes intenso, complejo y complicado, en el que han sucedido algunas cosas que seguramente se reflejen en este blog. Cosas que tienen que ver con los proyectos, los sueños y el abrirse camino en el bosque. Quizás, a partir de ahora, este blog deje de ser un blog y se convierta en un proyecto profesional. Aunque, quizás, sería un error. Porque supondría seguir siendo profesional, como creo que siempre ha sido, pero en cambio perdería el toque necesario de sencillez y de comunicación directa que tiene un blog, o lo que sea esto.
Quizás, a partir de ahora, le llegue el momento a los soñadores, a los inconformistas, a los inadaptados. A aquellos que son capaces de seguir un sueño que sólo ellos ven. O quizás no. Quizás las hienas y los chacales sigan dominando la sabana por una buena temporada, y tengan sometidos a todos los demás animalillos. Pero, quizás, los tiempos siempre fueron así. Siempre hubo hienas y serpientes; hormigas y leones. Y los inconformistas no lo serían si no hubiera dificultades y si la caza estuviera asegurada. Ese no es su estilo.
Los inconformistas luchan. Con honor y limpieza. Contemplan el horizonte desde una loma, deciden a dónde quieren ir, y van. Se adaptan al camino que eligen. Disfrutan de él, porque aprenden nuevas habilidades mientras lo recorren. Pueden llegar al destino que habían atisbado, pero quizás no. Quizás haya aparecido otro nuevo horizonte que antes no se veía desde donde estaba situado. Y así continúan el camino.
Todo para decir que... esto es sólo la continuación del camino hacia alguna parte. Un lugar que se me apareció en sueños, hace tiempo.
viernes, 22 de marzo de 2013
Dime de qué marca es tu bici... (IV)
...Y con esta última entrega, las marcas Top de lo Top, Créme de la créme, boccado di cardinale, teta de novicia, etc... termino mi estudio comparativo, que ha levantado ampollas en el sector y ha significado la quiebra para varias empresas ante la indignación que han levantado sus comparaciones.
IBIS es LOTUS
Ibis fue fundada por Scot Nicol en 1981. También en un
garaje de California. Fue una marca minoritaria y custom durante muchos años,
hasta que Nicol la vendió a una multinacional y se fue a la mierda. En 2002 se
incorporó a Ibis Hans Heim, exsocio de Rob Roskopp en Santa Cruz, y comenzó el
relanzamiento de la marca, gracias a la genialidad de Heim, que había sido
responsable de gran parte de los cuadros de Specialized o Santa Cruz. En 2005
volvieron a ser lo que habían sido con modelos tan geniales como el Mojo. Ibis
siempre ha tenido un aire de exclusividad, espíritu deportivo y clase. Como
Lotus, una de las marcas de automóvil más carismáticas gracias a la Formula 1
pero también a fenomenales modelos llenos de elegancia.
TURNER es LAMBORGHINI
David Turner fundó su compañía en 1994. Pero cuando lo hizo no sólo fundó una marca de bicis de doble suspensión, sino una tecnología de basculante que arrastró a toda una generación de fabricantes. Los basculantes tipo Turner con bieleta fueron la alternativa al monopivote de Santa Cruz o Trek, por ejemplo, o al sistema FSR de Specialized y sus múltiples clones. Juntos, estos tres sistemas dominaron las bicis en los 90 y primeros 2000. Y entre ellos, las Turner se convirtieron en las originales de este tipo de suspensión. Una marca eminentemente ligada a la competición y al lado deportivo del MTB. Turner no hace bicis de gama media, sólo pepinos. Lamborhini, igual. No tiene el toque de elegancia o glamour que pueda tener un Ferrari, pero es un ultracochazo.
RITCHEY es ASTON MARTIN
Tom Ritchey es para muchos el verdadero padre del MTB, más
que Gary Fisher. Ritchey era quien hacía los cuadros que le encargaba Fisher,
hasta que éste empezó a hacerlos por sí mismo. Los cuadros Ritchey son de los
más cotizados en el mundo de la bici. De hecho, él ya no fabrica personalmente
a no ser bajo pedido exclusivo, pero en su momento fabricó las bicis que
hicieron multicampeones a Thomas Frischknecht o Henrik Djernies. Ahora la marca
Ritchey fabrica componentes, pero la simplicidad, el buen gusto, la extrema
elegancia de sus cuadros serán siempre recordados. Para mí, un cuadro Ritchey
sería similar a un Aston Martin de James Bond. Un símbolo de elegancia y autenticidad.
MOOTS es MASERATI
La artesanía del titanio, la elegancia, la exclusividad. Eso
es Moots. Y Maserati. El que tiene una Moots podría comprarse dos Turner, o una
Intense. O cinco Canyon. Podría ponerse un integral y tirarse por la montaña
con un pepino entre las piernas. En cambio elige gastarse la pasta en un Vega
Sicilia del 83 y bebérselo junto a la chimenea. Es el gentleman del mountain bike. Un señor,
pero cuando toca darle a la zapatilla, no se corta un pelo.
LITESPEED es ROLLS ROYCE
Es una comparación injusta porque en el mundo de las bicis no existe el equivalente a Rolls Royce. Una marca que signifique realeza, grandiosidad, pompa, como Rolls, no existe para vehículos hechos para ponerse perdido de barro y polvo. Lo más cercano a la realeza que existe en el MTB es Chris King. Pero por precio, exclusividad, clase y elegancia, diría que lo más cercano es Litespeed. Titanio, como Moots, pero sin la exclusividad o el aroma a culto que tiene ésta. Posiblemente Moots, Seven, Cielo, Independent, y tantas otras marcas artesanales de alta calidad sean mejores bicis que Litespeed, pero Litespeed es más conocida y universal. Por eso es la más cercana a Rolls.
ABM es BUGATTI
American Bicycle Manufacturers tienen el record del cuadro más caro de la historia, hecho de un material aeroespacial: el berilio. Fue el cuadro más ligero y costoso del mundo: 1,1 kg 26.000 dólares (20.000 euros). Evidentemente, la compañía quebró en poco tiempo. No creo que veamos nunca un cuadro montado de esta gente. Igual que dudo de que algún día me cruce en la carretera con un Bugatti Veyron, el carro más caro del mundo: 1,3 millones de euros. Simplemente es anecdótico, porque estas cifras están varias atmósferas por encima de la nuestra. Pero alguno tenía que decirlo…
INTENSE es FERRARI
También es una comparación desigual, para empezar. Intense
no tiene la fama mundial de Ferrari, que es una de las marcas más prestigiosas
del mundo y de la historia. Pero en general las bicis tampoco tienen ese peso
global. No hay un equivalente exacto a Ferrari en el mundo de la bici, como con
Rolls Royce. Pero es lo más aproximado. Aunque sólo sea porque Intense siempre
ha presumido de pintura roja en sus cuadros, y porque ha hecho algunas de las
bicis más espectaculares y atractivas del MTB, ya merece codearse con el
cavallino rampante. Bicis prohibitivas también, delicadas, que requieren sus
cuidados y atenciones, y bicis hechas para llamar la atención por su diseño,
carácter racing, y al mismo tiempo elegancia. Así como otras bicis-pepino pasan
de moda en seguida, una Intense no. Un Ferrari tampoco. Es una marca que transmite competición y caña. Transmite
Shaun Palmer, banderas americanas y de cuadros. Y al mismo tiempo es todo lo
opuesto a lo hortera. Mucho respeto.
viernes, 4 de enero de 2013
Nuestros caídos
En las últimas semanas han perdido la vida dos grandes ciclistas en la carretera: Iñaki Lejarreta, el 16 de diciembre, con 29 años de edad; y ayer mismo el sudafricano Burry Stander, de 25 años. Dos ciclistas cuya muerte, por ser reconocidos, ha trascendido en los medios (ligeramente, eso sí). Pero que se suma a las de otros muchos anónimos, víctimas de las carreteras. España es el país de Europa con más muertes de ciclistas en sus carreteras. Mientras el gobierno se hinchaba de satisfacción recientemente al decir que en 2012 se han alcanzado las mismas muertes en carretera que en 1960, no se decía que el único grupo -junto a los motoristas- donde han aumentado los accidentes han sido entre los ciclistas: 47 muertos en 2012, 14 más que en 2011.
Para un usuario habitual de la bici en la ciudad como yo, el contacto con los automóviles es algo normal y cotidiano, aunque no por ello menos peligroso. Al revés. La coexistencia de ambos vehículos en un entorno pensado para los primeros, y en el que las bicis jugamos en campo visitante permanentemente, se puede aprender a llevar bien. Pero las cosas se rompen por el lado más frágil, y en este caso son las bicis. Y hay mucho palurdo que no sabe conducir.
Por eso, se necesita mayor concienciación de los conductores hacia los ciclistas. No sirve de nada implantar o regular el uso obligatorio del casco, por ejemplo. La mayoría de los accidentes se deben a imprudencias de los conductores y a un índice alto por consumo de alcohol o drogas. La UCI, como responsable de las federaciones internacionales de ciclismo, debe presionar a los países para que legislen discriminando positivamente a los ciclistas. Y las federaciones, clubes ciclistas, tiendas y todos nosotros, presionar también a los gobiernos para que nos escuchen y aumente la concienciación de los conductores. Y sí, también la precaución de los ciclistas.
Pero mientras esto no suceda y se siga ninguneando al ciclista, lo único que se puede hacer es saltarse a la torera la normativa, no reconocer a una autoridad que no nos tiene en cuenta, y ser un "insumiso vial", eso sí, montando con los siete sentidos puestos en la carretera. Estamos solos ahí fuera, jugando en campo contrario, pero somos más fuertes.
Descansen en paz nuestros compañeros.
Para un usuario habitual de la bici en la ciudad como yo, el contacto con los automóviles es algo normal y cotidiano, aunque no por ello menos peligroso. Al revés. La coexistencia de ambos vehículos en un entorno pensado para los primeros, y en el que las bicis jugamos en campo visitante permanentemente, se puede aprender a llevar bien. Pero las cosas se rompen por el lado más frágil, y en este caso son las bicis. Y hay mucho palurdo que no sabe conducir.
Por eso, se necesita mayor concienciación de los conductores hacia los ciclistas. No sirve de nada implantar o regular el uso obligatorio del casco, por ejemplo. La mayoría de los accidentes se deben a imprudencias de los conductores y a un índice alto por consumo de alcohol o drogas. La UCI, como responsable de las federaciones internacionales de ciclismo, debe presionar a los países para que legislen discriminando positivamente a los ciclistas. Y las federaciones, clubes ciclistas, tiendas y todos nosotros, presionar también a los gobiernos para que nos escuchen y aumente la concienciación de los conductores. Y sí, también la precaución de los ciclistas.
Pero mientras esto no suceda y se siga ninguneando al ciclista, lo único que se puede hacer es saltarse a la torera la normativa, no reconocer a una autoridad que no nos tiene en cuenta, y ser un "insumiso vial", eso sí, montando con los siete sentidos puestos en la carretera. Estamos solos ahí fuera, jugando en campo contrario, pero somos más fuertes.
Descansen en paz nuestros compañeros.
martes, 7 de agosto de 2012
La ciudad en verano
La bici de ir al trabajo me proporciona grandes alegrías cada mañana y cada tarde. Como dice David Byrne en "Diarios de bicicleta", la bici en la ciudad otorga una perspectiva muy distinta a la que tienen tanto los viandantes como los conductores, y sobre todo más divertida. Ahora en verano, en pleno mes de agosto y con las calles medio vacías, es un lujo ir en bici. Así que he querido aprovechar el momento para hacer un par de retoques a la bici urbana y ganar en diversión. He cogido una postura de verano, le he hecho el setup de verano.
Y la verdad es que ha ganado. Tenía un viejo manillar Roox de paredes de casi 1 cm de grosor, que utilizaba en la vieja Kona Stab de descenso. Con un manillar ancho aumentas el control sobre la dirección y llevas una postura más relajada, de manera que aunque es peor para circular entre los coches, ahora que no hay tantos vas mucho más tranquilo.
Es lo que tiene el verano en la ciudad, que da una perspectiva distinta de todo, y más aún yendo en bici. Te das cuenta de que los coches son los verdaderos enemigo de las ciudades y de cómo cambia tu relación con la ciudad sin esas máquinas por en medio. Una relación mucho más fluida, agradable y transparente. Te paras en un sitio a hacer una foto o vas a tal tienda o tal otra sin apenas mirar a tu espalda, sin temor a cruzarte delante de un coche. Y los semáforos, que para mi siempre son sugerencias de tráfico, se vuelven no ya sugerencias sino adornos. Sí, uno puede (y debe) infringir las normas de circulación en la ciudad en verano, porque son normas de circulación de y para los coches. ¿O acaso el código de circulación lo crearon por el peligro que suponía el tráfico de bicicletas o peatones? Por supuesto que no. Los automóviles tuvieron que crear códigos para circular entre sí, imponiendo sus reglas al resto de usuarios de las vías, que las llevaban utilizando desde que se construyeron, y lo hacían con sus propios códigos o no-códigos. La armonía del caos. Pero tuvo que venir la dictadura de las máquinas y dibujar hasta carriles bici, esa aberración y ese insulto para los ciclistas. Hemos cedido nuestro espacio vital, nuestras calles y nuestras ciudades a los motores. Y con ello, nuestro movimiento y relación con el mundo.
Por eso, en verano no sólo se pueden sino que se deben ignorar las más elementales normas de circulación; excepto claro está, cuando tu circulación suponga un peligro o ponga en riesgo a otros "circulantes". No por respeto a las normas sino por respeto a los demás.
Y la verdad es que ha ganado. Tenía un viejo manillar Roox de paredes de casi 1 cm de grosor, que utilizaba en la vieja Kona Stab de descenso. Con un manillar ancho aumentas el control sobre la dirección y llevas una postura más relajada, de manera que aunque es peor para circular entre los coches, ahora que no hay tantos vas mucho más tranquilo.
Es lo que tiene el verano en la ciudad, que da una perspectiva distinta de todo, y más aún yendo en bici. Te das cuenta de que los coches son los verdaderos enemigo de las ciudades y de cómo cambia tu relación con la ciudad sin esas máquinas por en medio. Una relación mucho más fluida, agradable y transparente. Te paras en un sitio a hacer una foto o vas a tal tienda o tal otra sin apenas mirar a tu espalda, sin temor a cruzarte delante de un coche. Y los semáforos, que para mi siempre son sugerencias de tráfico, se vuelven no ya sugerencias sino adornos. Sí, uno puede (y debe) infringir las normas de circulación en la ciudad en verano, porque son normas de circulación de y para los coches. ¿O acaso el código de circulación lo crearon por el peligro que suponía el tráfico de bicicletas o peatones? Por supuesto que no. Los automóviles tuvieron que crear códigos para circular entre sí, imponiendo sus reglas al resto de usuarios de las vías, que las llevaban utilizando desde que se construyeron, y lo hacían con sus propios códigos o no-códigos. La armonía del caos. Pero tuvo que venir la dictadura de las máquinas y dibujar hasta carriles bici, esa aberración y ese insulto para los ciclistas. Hemos cedido nuestro espacio vital, nuestras calles y nuestras ciudades a los motores. Y con ello, nuestro movimiento y relación con el mundo.
Por eso, en verano no sólo se pueden sino que se deben ignorar las más elementales normas de circulación; excepto claro está, cuando tu circulación suponga un peligro o ponga en riesgo a otros "circulantes". No por respeto a las normas sino por respeto a los demás.
miércoles, 1 de agosto de 2012
jueves, 21 de junio de 2012
Hemos abierto la caja de Pandora
Pocas veces se juntan en un mismo viaje tantas expectativas, y pocas veces éstas no solo se superan sino que alcanzan nuevas cotas de proyección. Desde hacía tiempo, la montaña del Matterhorn, en Zermatt (Suiza) se había convertido en una especie de icono obsesivo, en un símbolo de la palabra, el concepto, la filosofía MONTAÑA. La vi por primera vez en directo hacia el año 91, y me impresionó. Pero no sabía que aquel fugaz avistamiento, que duró poco porque en seguida se cubrió de nubes, iba a extender un virus en mi organismo llamado Matterhorn que no se curaría hasta que no volviera a ese lugar montado sobre una bici.
Veintiún años después de aquella visión, y con algunos miles de kilómetros recorridos en bici por bastantes lugares, se presentó la ocasión de saldar esa cuenta pendiente con la montaña. No estamos hablando de alpinismo, por supuesto, pero en nuestro caso rodar por los alrededores de una montaña así equivale a conquistarla. Y esa ocasión se ha presentado hace una semana.
Ahora, ya de vuelta a casa, todo lo que se pueda contar de este viaje no serviría para describir lo que es aquello. Un alpinista volvería del Himalaya exclamando "¡Aquello es el infierno!, pero... lo hemos conseguido". Sobre Zermatt y el MTB, yo digo: "¡Aquello es el paraíso!, y... sólo es la punta del iceberg". Hemos abierto la caja de Pandora y ya nada volverá a ser como antes. Después de Zermatt, cualquier sendero nos sabrá a poco a Simon y a mi. Como el replicante de Blade Runner, yo digo que hemos visto cosas que vosotros no creeríais: singletracks kilométricos al borde del abismo. He escuchado derretirse los glaciares al paso de nuestras bicis, y he comprendido el significado de la palabra flow a más de 2.000m de altitud. Todos esos momentos quedarán para el recuerdo... ¡¡en un próximo vídeo, un próximo álbum de fotos detallado y un posible reportaje en una revista!!
Riffelberg, 2.500m |
Veintiún años después de aquella visión, y con algunos miles de kilómetros recorridos en bici por bastantes lugares, se presentó la ocasión de saldar esa cuenta pendiente con la montaña. No estamos hablando de alpinismo, por supuesto, pero en nuestro caso rodar por los alrededores de una montaña así equivale a conquistarla. Y esa ocasión se ha presentado hace una semana.
Ahora, ya de vuelta a casa, todo lo que se pueda contar de este viaje no serviría para describir lo que es aquello. Un alpinista volvería del Himalaya exclamando "¡Aquello es el infierno!, pero... lo hemos conseguido". Sobre Zermatt y el MTB, yo digo: "¡Aquello es el paraíso!, y... sólo es la punta del iceberg". Hemos abierto la caja de Pandora y ya nada volverá a ser como antes. Después de Zermatt, cualquier sendero nos sabrá a poco a Simon y a mi. Como el replicante de Blade Runner, yo digo que hemos visto cosas que vosotros no creeríais: singletracks kilométricos al borde del abismo. He escuchado derretirse los glaciares al paso de nuestras bicis, y he comprendido el significado de la palabra flow a más de 2.000m de altitud. Todos esos momentos quedarán para el recuerdo... ¡¡en un próximo vídeo, un próximo álbum de fotos detallado y un posible reportaje en una revista!!
jueves, 22 de marzo de 2012
Chicas, chicas
Hoy va de pibas. Sí. Chicas, chorvas, nenas, tías, titis, troncas, pájaras. Los miércoles son El Día de la Chica en una web que he descubierto recientemente: Bikeaholics, y suelen hacer homenajes explícitos a chicas tatuadas, chicas sobre bicis, chicas desnudas en bici, chicas desnudas simplemente... Así que, como el post anterior iba de hormonas, primavera y tal, pues este de hoy va simplemente de eso: de las chicas.
Cuando vivía en Madrid veía muy pocas chicas en bici. Muchas menos en carreras. Y ninguna en tiendas de bicis. No digamos ya en la ciudad. En cambio, en Barcelona la cosa es muy distinta. Hace poco escuché que la seguridad vial de una ciudad para la bici se mide por el número de mujeres que van en bici. Es decir, si ves a muchas mujeres en bici por la calle es que es una ciudad segura y bien pensada para la bici. Y debe ser cierto, porque Barcelona está lleno. Literalmente, 3 de cada 4 personas que veo en bici por la calle aquí, son tías. Y eso es genial porque -ya hablando en serio- las mujeres son las principales impulsoras de hábitos en la sociedad. A las familias y a la sociedad. Además, estéticamente, para qué vamos a engañarnos, a los sufridos ciclistas machos nos encanta ver a sufridas ciclistas hembras. Es un hecho. ¡Ya era hora de un poco de equidad de género en este deporte, demonios!
El tema es que supongo que algunas ciudades son más woman-friendly para las bicis (o bike-friendly para las mujeres) que otras. Y con las ciudades, las costumbres. En general, estamos en un momento en el que la peña se cuida más físicamente pero también hay menos dinero para gastar en los gimnasios. Solución: hacer ejercicio en la calle. Las tiendas de deportes hasta ahora minoritarios como el triatlón florecen como champiñones. El Decathlón siempre está lleno de gente. La playa y el campo se abarrotan de peña corriendo. Hay cientos de fixies por la calle. Hay una carrera de lo que sea y se apuntan 400 del tirón. Se agotan las plazas. ¡Si hay 18.000 inscritos para la Quebrantahuesos este año! Como dice un colega: "la crisis está creando una raza superior de gente ultra-entrenada físicamente". Quizás esta moda de cuidarse tanto, hacer ejercicio como locos y convertirse en un Ultra Man vigoréxico siembre el futuro de mutantes con una fuerza extraordinaria...
Pero en cualquier caso, si todo el mundo hace más deporte y más bici, seguro que habrá más chicas montando en bici. Aunque sea por proporción. Cada vez hay más modelos de ropa, complementos, bicicletas diseñadas para las chicas. Y eso siempre es bueno, para ellas ¡y para nosotros! Qué deporte más aburrido este de la bici si no hubiera también chicas, ¿no? ¿Quién no ha ido a una carrera y se ha picado para no quedar "por lo menos mejor que la primera chica"? ¿Y cuántas veces hemos terminado muy por detrás, no solo de la primera sino de la... vigésima?
En fin, que tenemos mucho que aprender de las chicas. Sí, también sobre la bici.
Cuando vivía en Madrid veía muy pocas chicas en bici. Muchas menos en carreras. Y ninguna en tiendas de bicis. No digamos ya en la ciudad. En cambio, en Barcelona la cosa es muy distinta. Hace poco escuché que la seguridad vial de una ciudad para la bici se mide por el número de mujeres que van en bici. Es decir, si ves a muchas mujeres en bici por la calle es que es una ciudad segura y bien pensada para la bici. Y debe ser cierto, porque Barcelona está lleno. Literalmente, 3 de cada 4 personas que veo en bici por la calle aquí, son tías. Y eso es genial porque -ya hablando en serio- las mujeres son las principales impulsoras de hábitos en la sociedad. A las familias y a la sociedad. Además, estéticamente, para qué vamos a engañarnos, a los sufridos ciclistas machos nos encanta ver a sufridas ciclistas hembras. Es un hecho. ¡Ya era hora de un poco de equidad de género en este deporte, demonios!
El tema es que supongo que algunas ciudades son más woman-friendly para las bicis (o bike-friendly para las mujeres) que otras. Y con las ciudades, las costumbres. En general, estamos en un momento en el que la peña se cuida más físicamente pero también hay menos dinero para gastar en los gimnasios. Solución: hacer ejercicio en la calle. Las tiendas de deportes hasta ahora minoritarios como el triatlón florecen como champiñones. El Decathlón siempre está lleno de gente. La playa y el campo se abarrotan de peña corriendo. Hay cientos de fixies por la calle. Hay una carrera de lo que sea y se apuntan 400 del tirón. Se agotan las plazas. ¡Si hay 18.000 inscritos para la Quebrantahuesos este año! Como dice un colega: "la crisis está creando una raza superior de gente ultra-entrenada físicamente". Quizás esta moda de cuidarse tanto, hacer ejercicio como locos y convertirse en un Ultra Man vigoréxico siembre el futuro de mutantes con una fuerza extraordinaria...
Pero en cualquier caso, si todo el mundo hace más deporte y más bici, seguro que habrá más chicas montando en bici. Aunque sea por proporción. Cada vez hay más modelos de ropa, complementos, bicicletas diseñadas para las chicas. Y eso siempre es bueno, para ellas ¡y para nosotros! Qué deporte más aburrido este de la bici si no hubiera también chicas, ¿no? ¿Quién no ha ido a una carrera y se ha picado para no quedar "por lo menos mejor que la primera chica"? ¿Y cuántas veces hemos terminado muy por detrás, no solo de la primera sino de la... vigésima?
En fin, que tenemos mucho que aprender de las chicas. Sí, también sobre la bici.
viernes, 9 de marzo de 2012
Where is the limit
Un nuevo vídeo de las aventuras y desventuras de un viaje a Madrid. ¡El primero de la temporada!
Parafraseando en tono de mofa, obviamente, al personaje Josef Ajram.
Y de Bonus para el finde, el trailer de un proyecto sobre el mejor de todos los tiempos: Steve Peat.
Parafraseando en tono de mofa, obviamente, al personaje Josef Ajram.
Y de Bonus para el finde, el trailer de un proyecto sobre el mejor de todos los tiempos: Steve Peat.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Una historia de la gran ciudad
Andar en bici cada puto día del año en una gran ciudad te permite un punto de vista especial y privilegiado de algunos paisajes urbanos. Puedes pararte en lugares por donde los coches pasan de largo, hacer un cambio de sentido donde te salga de las pelotas y plantarte a ver algo que te ha llamado la atención (siempre que no se moleste al tráfico); puedes meterte por sitios donde los peatones también pueden, de acuerdo, pero que en caso de huir por patas, por ejemplo, lo tienes más fácil... Y así con más cosas.
Por eso desde hace un tiempo tenía una deuda en forma de "película" -o lo que sea, en formato audiovisual-, sobre la idea de la bici en la urbe. En ciertos momentos, tan extraños y ajenos el uno con el otro como otras veces simbióticos. Pero solamente de la mezcla de cosas distintas surgen exóticos y óptimos resultados. Por ejemplo: huevo frito + patatas fritas, peras + manzanas, o ya la mezcla de todas las mezclas: vino + colacola.
Del mismo modo, la bici + la ciudad dan como resultado una mezcla industrial, postmoderna, dura y humana al mismo tiempo. Cemento, hormigón, acero y aceite para engrasarlo todo. Por eso la banda sonora de la ciudad es para mi el rock industrial de Ministry, por ejemplo.
jueves, 2 de febrero de 2012
Bikeaholics
Afortunada e increíblemente, el universo de Internet cada vez alberga más masa crítica ciclista. Por doquiera que navegues hay infinidad de blogs, páginas, revistas online, tweets, magazines, dedicados a alguna de las muchas modalidades de ciclismo actualmente. ¿Vivimos quizá una globalización del ciclismo? ¿Una maniobra comercial? ¿Tan bien encaja la cultura online con la cybermodernidad y las bicis? Es muy posible. Es más, creo que es un jodido hecho! Los urbanistas más autorizados cada vez promulgan con menos vergüenza las bondades de la bici y su impacto positivo en las ciudades del siglo XXI. La sostenibilidad que abandera la bicicleta impone su lógica y campa a sus anchas en las ideas alternativas a la economía capitalista y la movidad urbana, el desarrollo sostenible y el transporte.
Lo que hasta hace poco tiempo era una especie de subcultura underground (aún con muchos gafapasta, correcto) se está convirtiendo en un elemento más de la nueva teoría (todavía alternativa, eso sí) que intenta superar el sistema imperante. Evolucionar. Las bicis, que durante años se han visto relegadas a ser poco menos que un juguete por culpa del imperio del automóvil, vuelven con fuerza y vuelven para quedarse. Y sin ser siquiera un elemento deportivo o competitivo, sino como el vehículo más humano, sofisticado y completo que ha sido capaz de inventar el homo sapiens.
Vamos, que las bicis molan y cada vez hay más gente consciente de eso. Bien por moda o por convencimiento, los enfermos de la bici ya no son tan enfermos y frikis como la gente normal pensaba, sino que somos cada vez más un movimiento silencioso y engrasado que se autoorganiza para derrocar el Orden Establecido (más o menos).
La última prueba, para mi extraordinaria y revolucionaria, de este movimiento silencioso pero contundente, es esta web.
Lo que hasta hace poco tiempo era una especie de subcultura underground (aún con muchos gafapasta, correcto) se está convirtiendo en un elemento más de la nueva teoría (todavía alternativa, eso sí) que intenta superar el sistema imperante. Evolucionar. Las bicis, que durante años se han visto relegadas a ser poco menos que un juguete por culpa del imperio del automóvil, vuelven con fuerza y vuelven para quedarse. Y sin ser siquiera un elemento deportivo o competitivo, sino como el vehículo más humano, sofisticado y completo que ha sido capaz de inventar el homo sapiens.
Vamos, que las bicis molan y cada vez hay más gente consciente de eso. Bien por moda o por convencimiento, los enfermos de la bici ya no son tan enfermos y frikis como la gente normal pensaba, sino que somos cada vez más un movimiento silencioso y engrasado que se autoorganiza para derrocar el Orden Establecido (más o menos).
La última prueba, para mi extraordinaria y revolucionaria, de este movimiento silencioso pero contundente, es esta web.
viernes, 27 de enero de 2012
El reducto
Hay tiendas para todos los gustos y necesidades del biker. Hay tiendas generalistas, especializadas, artesanales, personalizadas, grandes superficies... Y he llegado a la conclusión de que el tipo de bici determina el tipo de tienda que le conviene. Cada bici tiene su tienda, porque cada bici tiene sus necesidades. No es lo mismo buscar piezas para una moderna Lapierre que para una Klein, por poner un ejemplo. Creo que hay dos puntos diferenciales en una tienda de bicis: la experiencia y sabiduría de sus comerciales, y los productos. En lo primero, efectivamente hay muchas tiendas con buenos profesionales, expertos, conocedores de la bici y magníficos en lo suyo. Pero entre ellos, sólo unos pocos son verdaderos "cracks" y de verdad saben de mountain bike. Ellos definen su oferta y su público objetivo, y por eso orientan su negocio hacia un sector del mercado o hacia otro. Y por tanto, traen el material que mejor se ajusta a lo que quieren ofrecer.
El grupo de tiendas con algo especial es muy reducido. La mayoría son tiendas comerciales, correctas, unas más y otras menos, lo normal. Pero algunas, aunque aparentemente sean "normales" esconden a verdaderos gurús de la bici. Tipos que viven la bici y acumulan experiencia a través de años de historia. Es el caso de esta tienda: Bikeshop. Escuchar y hablar con su responsable, Alfonso, es hacer un posgrado en mountain bike y en ciclismo en general. Y eso, a pesar de que su tienda es la típica tienda de bicis de barrio, con sus bicis para niños, su gama media... pero eso es el escaparate. En la trastienda esconde verdaderas joyas, piezas incunables que pasan desapercibidas para el público general, ni falta que les hace. Ciertos detalles y bicis que destacan a los ojos de cualquiera con algo de idea sobre bicis. Casi cualquier pieza, por difícil o des-stockada que parezca, está en su poder. Por eso, dar con un "mago" como Alfonso te salva el culo de muchas situaciones, por ejemplo a la hora de rebuscar piezas sueltas para tu bici retro, o para solucionar los problemas mecánicos de los estándares modernos.
Como en anteriores entradas dedicadas a otros personajes de este mundillo, el caso de Alfonso y Bikeshop es el ejemplo de una especie en peligro de extinción. Las tiendas online son una amenaza para las tiendas de barrio, y para las tiendas de masas, en general. Pero sobre todo para los profesionales de un sector pequeño y hecho a sí mismo. Con la relativa resurrección de las bicis para uso urbano, las tiendas vuelven a recuperar cierto protagonismo en la escena. Luego están los usuarios principiantes, que siempre necesitan el apoyo de los profesionales cercanos. Pero el peligro está más en los usuarios expertos, que muchas veces preferimos el servicio y la oferta, a veces imbatible -todo hay que decirlo, de las tiendas online. Hay que seguir protegiendo el valor añadido que suponen estos reductos de sabiduría de la bici de montaña.
El grupo de tiendas con algo especial es muy reducido. La mayoría son tiendas comerciales, correctas, unas más y otras menos, lo normal. Pero algunas, aunque aparentemente sean "normales" esconden a verdaderos gurús de la bici. Tipos que viven la bici y acumulan experiencia a través de años de historia. Es el caso de esta tienda: Bikeshop. Escuchar y hablar con su responsable, Alfonso, es hacer un posgrado en mountain bike y en ciclismo en general. Y eso, a pesar de que su tienda es la típica tienda de bicis de barrio, con sus bicis para niños, su gama media... pero eso es el escaparate. En la trastienda esconde verdaderas joyas, piezas incunables que pasan desapercibidas para el público general, ni falta que les hace. Ciertos detalles y bicis que destacan a los ojos de cualquiera con algo de idea sobre bicis. Casi cualquier pieza, por difícil o des-stockada que parezca, está en su poder. Por eso, dar con un "mago" como Alfonso te salva el culo de muchas situaciones, por ejemplo a la hora de rebuscar piezas sueltas para tu bici retro, o para solucionar los problemas mecánicos de los estándares modernos.
Como en anteriores entradas dedicadas a otros personajes de este mundillo, el caso de Alfonso y Bikeshop es el ejemplo de una especie en peligro de extinción. Las tiendas online son una amenaza para las tiendas de barrio, y para las tiendas de masas, en general. Pero sobre todo para los profesionales de un sector pequeño y hecho a sí mismo. Con la relativa resurrección de las bicis para uso urbano, las tiendas vuelven a recuperar cierto protagonismo en la escena. Luego están los usuarios principiantes, que siempre necesitan el apoyo de los profesionales cercanos. Pero el peligro está más en los usuarios expertos, que muchas veces preferimos el servicio y la oferta, a veces imbatible -todo hay que decirlo, de las tiendas online. Hay que seguir protegiendo el valor añadido que suponen estos reductos de sabiduría de la bici de montaña.
martes, 24 de enero de 2012
Anarquía y milenarismo
Estos días estoy retomando una actividad típica del inicio de año: campillear. Como los miles de asiduos a este blog saben, YO tengo un campillo, hecho con sangre, sudor y lágrimas el año pasado en intensas jornadas de sol a sol y de birra a birra. Resulta gratificante tener tu propio campillo al aire libre, privado y secreto, hecho a medida. Por supuesto, cuanto más ilegal mejor. Ah, sí. Todos los que lo han probado saben de qué hablo. Esa sensación de intimidad, de recogimiento, de propiedad privada pero al mismo tiempo pública e ilegal... Esa sensación de infringir las ordenanzas municipales (o andar en un terreno alegal), esas mañanitas de abrir trazados, de pensarlos e idearlos previamente ... Hablo de CREAR ARTE, AMIGOS!!! CREAR!!! EL MILENARISMO!!!
Bien, ejem, pues resulta que ahora estoy en "esos días" de periodo en el que me apetece intercalar otras modalidades de bici, léase sacar a pasear la doble. Bajar el sillín, ropa cómoda, y a subir y bajar por los caminitos. A veces, eso sí, hay que lidiar con los simpáticos perritos y sus no menos simpáticos dueños, que campan a sus anchas y se lanzan corriento detrás de ti con la intención no precisamente de pedirte un Powerbar. Pero bueno, en el fondo yo tampoco soy un santo bajando por donde me da la gana. Lo que pasa es que entre unas cosas y otras, uno se siente un poco proscrito y delincuente por ir en bici. Circuitos ilegales, improperios de los peatones por la calle, de los conductores, y ahora también de los paseantes y domingueros. Hasta sus perros nos tocan los cojones.
Pero es que, amiguitos, cada uno tiene que buscar la forma de esquivar las argucias del Sistema. Luego se quejan de que los jóvenes son unos perdidos, pero nadie nos lo pone fácil para practicar un deporte inmensamente popular como es la bici. Bueno, claro, también es que de 100 personas que van en bici, un 20? por ciento hacen mountain bike real. Pero independientemente de eso, ¿dónde hay circuitos urbanos de BMX, dirt jump, o simples senderitos, acotados y seguros para ciclistas, donde no molestemos a nadie? Igual que hay cientos (porque hay cientos) de campos de fútbol, baloncesto, petanca y su puta madre en verso, pues quizás tendría que haber DOS o TRES recintos (indoor o outdoor, tampoco nos vamos a poner finos) para la peña que va en bici. En mi zona, hay uno, sí, de BMX semi profesional, que no es lo que busco. Hay unas rampas y un half pipe en la Marbella. Tampoco es para mi. Y ya está, no hay más. El resto son pistas profesionales de BMX en las afueras. Por eso tenemos que andar ocupando jardines, parques, mobiliario urbano, y lo que pillemos. No vamos a estar montando en bici en una piscina municipal, digo yo.
Por lo tanto, digo lo de siempre: anarquía y birra fría. Estrategia Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Okupa y resiste los campillos mientras puedas. Eso sí, en el fondo es mejor, no sea que en el futuro tengamos que pagar impuestos por montar en bici en un recinto. ¡¡Aaargh!! ¡¡Como vulgares jugadores de fútbol 7!!!
Bien, ejem, pues resulta que ahora estoy en "esos días" de periodo en el que me apetece intercalar otras modalidades de bici, léase sacar a pasear la doble. Bajar el sillín, ropa cómoda, y a subir y bajar por los caminitos. A veces, eso sí, hay que lidiar con los simpáticos perritos y sus no menos simpáticos dueños, que campan a sus anchas y se lanzan corriento detrás de ti con la intención no precisamente de pedirte un Powerbar. Pero bueno, en el fondo yo tampoco soy un santo bajando por donde me da la gana. Lo que pasa es que entre unas cosas y otras, uno se siente un poco proscrito y delincuente por ir en bici. Circuitos ilegales, improperios de los peatones por la calle, de los conductores, y ahora también de los paseantes y domingueros. Hasta sus perros nos tocan los cojones.
Pero es que, amiguitos, cada uno tiene que buscar la forma de esquivar las argucias del Sistema. Luego se quejan de que los jóvenes son unos perdidos, pero nadie nos lo pone fácil para practicar un deporte inmensamente popular como es la bici. Bueno, claro, también es que de 100 personas que van en bici, un 20? por ciento hacen mountain bike real. Pero independientemente de eso, ¿dónde hay circuitos urbanos de BMX, dirt jump, o simples senderitos, acotados y seguros para ciclistas, donde no molestemos a nadie? Igual que hay cientos (porque hay cientos) de campos de fútbol, baloncesto, petanca y su puta madre en verso, pues quizás tendría que haber DOS o TRES recintos (indoor o outdoor, tampoco nos vamos a poner finos) para la peña que va en bici. En mi zona, hay uno, sí, de BMX semi profesional, que no es lo que busco. Hay unas rampas y un half pipe en la Marbella. Tampoco es para mi. Y ya está, no hay más. El resto son pistas profesionales de BMX en las afueras. Por eso tenemos que andar ocupando jardines, parques, mobiliario urbano, y lo que pillemos. No vamos a estar montando en bici en una piscina municipal, digo yo.
Por lo tanto, digo lo de siempre: anarquía y birra fría. Estrategia Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. Okupa y resiste los campillos mientras puedas. Eso sí, en el fondo es mejor, no sea que en el futuro tengamos que pagar impuestos por montar en bici en un recinto. ¡¡Aaargh!! ¡¡Como vulgares jugadores de fútbol 7!!!
miércoles, 18 de enero de 2012
Una especie singular
Una intensa labor de observación, al modo de un naturalista, me ha llevado a identificar el comportamiento de un grupo particular en nuestro ecosistema postmoderno. Aislar e identificar este grupo no es tarea fácil. No les gusta el contacto con el ser humano, son celosos de su intimidad. Son animales públicos y se avistan con frecuencia en nuestro campo, pero el contacto con ellos no siempre es fácil. No deben verte como una amenaza ni como una especie invasiva. Debes acercarte a ellos con suma cautela y con una actitud sumisa, como los humanos ante los gorilas. Así podrás ganarte su confianza y no te verán como una amenaza. Se trata de una especie que estuvo al borde de la extinción en algunos países como Rusia o China, pero ahora no solo han proliferado sino que se ha convertido en una especie endémica en casi todo el planeta. Los distintos planes de reintroducción de esta especie han sido exitosos en toda Europa y América. Tan solo siguen sin poblar el continente africano, ya que el micro clima no es tan propicio.
Me refiero a los Jefes de Empresas.
10 características identifican a esta especie, que hoy en día amenaza la sostenibilidad de medio mundo:
1.- Se mueven en manada. Aunque cazan individualmente, cohabitan en manadas de 5 a 6 individuos por microhábitat. Este microhábitat se llama Empresa. En ocasiones una Gran Empresa puede congregar a más de 20 o 30 Jefes, y en ese caso habrá siempre 3 o 4 Jefes Superiores, nunca un único Jefe de Empresa. Es su estrategia de dominación múltiple entre varios individuos sobre el microhábitat que controlan.
2.- Están en la cúspide de la cadena alimentaria. Es una especie depredadora y se alimentan de otras especies inferiores: Técnicos, Supervisores, Coordinadores y Responsables. Son sus favoritos. Con frecuencia se dan casos de canibalismo y antropofagia entre ellos mismos, especialmente entre dos individuos que luchen por el dominio de la Empresa. En tal caso, suelen acompañar a la víctima con un plato de patatas. Por encima de los Jefes sólo se encuentran los Súperdepredadores: los Presidentes.
3.- Endogamia. Sólo se relacionan entre ellos. Comen y se reúnen entre ellos únicamente. Los machos suelen buscar pareja pero sólo con fines de dominación de la manada, no con fines reproductivos. Una pareja de machos dominantes puede controlar ferozmente a toda la manada, y al mismo tiempo pueden intercambiar de individuos. Es decir, no son fieles entre sí y a menudo cohabitan y se producen casos de poligamia macho-macho.
4.- Suele haber más ejemplares de machos que de hembras. Por ello se producen intensas luchas de dominación entre ellos por conseguir el poder sobre la manada. Un macho alfa y una hembra alfa suelen dar lugar a una camada de cachorros destinados a perpetuar el dominio de la manada en la Empresa. Esto se conoce como Empresa Familiar.
5.- Utilizan una técnica de dominación llamada "La ley de las lentejas". Esta técnica consiste en convencer a las especies inferiores en hacer lo que ellos quieren tan solo pronunciando una frase, que según los científicos contiene poderes tántricos: "Esto son lentejas". El resto de especies, al escuchar esta frase, optan generalmente por bajar la cabeza y en ocasiones hasta bajarse los pantalones, en clara actitud de sumisión sexual.
6.- Los individuos solitarios son aún más peligrosos que las manadas. Pero ambos comparten una pauta común: se rodean siempre de un grupo de inviduos inferiores (Subdirectores, Adjuntos, etc). Se trata de especies con una relación de Comensalismo (como las rémoras) o Pelotismo. Los subalternos de esta clase hacen funciones como desparasitar al Jefe, alabar sus decisiones, y otros actos de extrema sumisión como comerle la oreja e incluso realizar felaciones.
7.- Se trata de una especie con una organización social fuertemente jerárquica: sólo los individuos más feroces o los designados con el Dedo del Poder alcanzan el status de Jefe. Una vez en posición dominante, los individuos se tornan peligrosos y en ocasiones despóticos, con frecuentes incoherencias verbales y psicológicas. Un estudio del profesor Mostrenko, de la Universidad de Kiev, está intentando demostrar que la capacidad intelectual del Jefe disminuye exponencialmente a lo largo de su vida como líder de la manada.
8.- Su ascenso en la jerarquía de la Empresa puede producirse por dos motivos: por méritos propios o por elección directa (método del Dedo del Poder). En ambos casos, las consecuencias son las mismas: un afán fuera de lo normal por el control y el dominio sobre el resto de las especies, bien a través de la Persuasión o de la Fuerza. Los individuos que se adueñan del control por elección directa suelen responder a un perfil de tipo borderline y suelen delegar su responsabilidad a la cohorte de subalternos que lo cortejan.
9.- Los ecosistemas con más densidad de población de Jefes son las grandes ciudades de Estados Unidos y Europa. Se suelen detectar encuentros y movimientos migratorios de Jefes a lo largo de todo el año. Se conoce a estos movimientos como Conferencias y Congresos, y Viajes de Empresa. En estos movimientos migratorios conspiran y realizan alianzas para perpetuar el dominio de la Empresa.
10.- Se han encontrado ciertos objetos relacionados con la jerarquía social de los Jefes, los más habituales son: bolígrafo o pluma Montblanc, American Express, reloj gordo y/o pendientes de perla, y también un iPhone, iPad, iMac o cualquier producto que empiece por la letra "i" o con los prefijos o sufijos -premium, -class, -business o -master. Además, son siempre blancos caucasianos.
11.- Al ser una especie altamente territorial, su táctica de ataque y defensa suele ser la del Enmarronamiento. Consiste en provocar un aluvión de mierda que salpica a todo el micro hábitat y enfanga al resto de las especies, paralizándolas y siendo presa fácil para los Jefes. La técnica del Enmarronamiento es su especialidad, y da lugar a fenómenos climáticos conocidos como Tormentas de Mierda o Brainstorming, que ocasionan graves daños a otras especies y al ecosistema.
12.- Los Jefes de Empresa cuentan a menudo con otras especies con las que crean alianzas. Los Orcos, los Trolls y los Enanos. También con grupos de Orcos, Trolls y Enanos que se juntan entre sí: los Comités de Empresa. Se trata, salvo raras excepciones, de sociedades cooperativas en las que sus miembros llegan a pactos de no agresión con los Jefes de Empresa a cambio de unos cuantos fardos de pienso compuesto. Las dinámicas de estas alianzas son a menudo complejas, pero no suelen perturbar el poder y el dominio de los Jefes sobre el resto de las especies.
Me refiero a los Jefes de Empresas.
10 características identifican a esta especie, que hoy en día amenaza la sostenibilidad de medio mundo:
1.- Se mueven en manada. Aunque cazan individualmente, cohabitan en manadas de 5 a 6 individuos por microhábitat. Este microhábitat se llama Empresa. En ocasiones una Gran Empresa puede congregar a más de 20 o 30 Jefes, y en ese caso habrá siempre 3 o 4 Jefes Superiores, nunca un único Jefe de Empresa. Es su estrategia de dominación múltiple entre varios individuos sobre el microhábitat que controlan.
2.- Están en la cúspide de la cadena alimentaria. Es una especie depredadora y se alimentan de otras especies inferiores: Técnicos, Supervisores, Coordinadores y Responsables. Son sus favoritos. Con frecuencia se dan casos de canibalismo y antropofagia entre ellos mismos, especialmente entre dos individuos que luchen por el dominio de la Empresa. En tal caso, suelen acompañar a la víctima con un plato de patatas. Por encima de los Jefes sólo se encuentran los Súperdepredadores: los Presidentes.
3.- Endogamia. Sólo se relacionan entre ellos. Comen y se reúnen entre ellos únicamente. Los machos suelen buscar pareja pero sólo con fines de dominación de la manada, no con fines reproductivos. Una pareja de machos dominantes puede controlar ferozmente a toda la manada, y al mismo tiempo pueden intercambiar de individuos. Es decir, no son fieles entre sí y a menudo cohabitan y se producen casos de poligamia macho-macho.
4.- Suele haber más ejemplares de machos que de hembras. Por ello se producen intensas luchas de dominación entre ellos por conseguir el poder sobre la manada. Un macho alfa y una hembra alfa suelen dar lugar a una camada de cachorros destinados a perpetuar el dominio de la manada en la Empresa. Esto se conoce como Empresa Familiar.
5.- Utilizan una técnica de dominación llamada "La ley de las lentejas". Esta técnica consiste en convencer a las especies inferiores en hacer lo que ellos quieren tan solo pronunciando una frase, que según los científicos contiene poderes tántricos: "Esto son lentejas". El resto de especies, al escuchar esta frase, optan generalmente por bajar la cabeza y en ocasiones hasta bajarse los pantalones, en clara actitud de sumisión sexual.
6.- Los individuos solitarios son aún más peligrosos que las manadas. Pero ambos comparten una pauta común: se rodean siempre de un grupo de inviduos inferiores (Subdirectores, Adjuntos, etc). Se trata de especies con una relación de Comensalismo (como las rémoras) o Pelotismo. Los subalternos de esta clase hacen funciones como desparasitar al Jefe, alabar sus decisiones, y otros actos de extrema sumisión como comerle la oreja e incluso realizar felaciones.
7.- Se trata de una especie con una organización social fuertemente jerárquica: sólo los individuos más feroces o los designados con el Dedo del Poder alcanzan el status de Jefe. Una vez en posición dominante, los individuos se tornan peligrosos y en ocasiones despóticos, con frecuentes incoherencias verbales y psicológicas. Un estudio del profesor Mostrenko, de la Universidad de Kiev, está intentando demostrar que la capacidad intelectual del Jefe disminuye exponencialmente a lo largo de su vida como líder de la manada.
8.- Su ascenso en la jerarquía de la Empresa puede producirse por dos motivos: por méritos propios o por elección directa (método del Dedo del Poder). En ambos casos, las consecuencias son las mismas: un afán fuera de lo normal por el control y el dominio sobre el resto de las especies, bien a través de la Persuasión o de la Fuerza. Los individuos que se adueñan del control por elección directa suelen responder a un perfil de tipo borderline y suelen delegar su responsabilidad a la cohorte de subalternos que lo cortejan.
9.- Los ecosistemas con más densidad de población de Jefes son las grandes ciudades de Estados Unidos y Europa. Se suelen detectar encuentros y movimientos migratorios de Jefes a lo largo de todo el año. Se conoce a estos movimientos como Conferencias y Congresos, y Viajes de Empresa. En estos movimientos migratorios conspiran y realizan alianzas para perpetuar el dominio de la Empresa.
10.- Se han encontrado ciertos objetos relacionados con la jerarquía social de los Jefes, los más habituales son: bolígrafo o pluma Montblanc, American Express, reloj gordo y/o pendientes de perla, y también un iPhone, iPad, iMac o cualquier producto que empiece por la letra "i" o con los prefijos o sufijos -premium, -class, -business o -master. Además, son siempre blancos caucasianos.
11.- Al ser una especie altamente territorial, su táctica de ataque y defensa suele ser la del Enmarronamiento. Consiste en provocar un aluvión de mierda que salpica a todo el micro hábitat y enfanga al resto de las especies, paralizándolas y siendo presa fácil para los Jefes. La técnica del Enmarronamiento es su especialidad, y da lugar a fenómenos climáticos conocidos como Tormentas de Mierda o Brainstorming, que ocasionan graves daños a otras especies y al ecosistema.
12.- Los Jefes de Empresa cuentan a menudo con otras especies con las que crean alianzas. Los Orcos, los Trolls y los Enanos. También con grupos de Orcos, Trolls y Enanos que se juntan entre sí: los Comités de Empresa. Se trata, salvo raras excepciones, de sociedades cooperativas en las que sus miembros llegan a pactos de no agresión con los Jefes de Empresa a cambio de unos cuantos fardos de pienso compuesto. Las dinámicas de estas alianzas son a menudo complejas, pero no suelen perturbar el poder y el dominio de los Jefes sobre el resto de las especies.
martes, 17 de enero de 2012
Post de reflexión
Relacionado con esto, hoy he escuchado a un tipo hablar sobre los movimientos sociales antiglobalización. Aparte de caer en los típicos argumentos que se suelen escuchar en este tipo de entornos, y de hacer una lectura muy particular de la historia del capitalismo y de la economía (y eso que era economista, o licenciado), decía una cosa que me ha dado pie a las siguientes reflexiones.
Explicaba que los movimientos sociales (agrupando en ellos al sindicalismo moderno y a los movimientos antimilitarista, ecologista y feminista, principalmente, que se desarrollaron desde los años 60), llegaron a un punto hacia los años 80, en pleno auge de la primera oleada neoliberal, en que se condensaron en una gran plataforma alternativa al sistema: el movimiento antisistema (o antiglobalización). Fruto de él han sido los foros sociales mundial (Porto Alegre, Nairobi, Génova, Dakar, Caracas, etc). Su base ideológica: una respuesta de la sociedad civil hacia el capitalismo globalizado neoliberal. La crítica desde el Sistema hacia este movimiento es que no hacen ninguna propuesta. Y su respuesta es: no es tan importante la propuesta sino identificar el problema.
Pasadas las primeras oleadas neoliberal y la respuesta antiglobalización de los 90, el capitalismo ha vuelto a contraatacar. La última crisis financiera y la ofensiva de recortes sociales al Estado del bienestar están rediseñando el panorama socioeconómico del mundo: actores transnacionales, nuevos y descentralizados. La respuesta ante ese contraataque ha sido el 15-M. Los Indignados, como así los conocen ya en Italia, Francia, Europa entera, desde aquellos ciudadanos que se reunieron en la Puerta del Sol en primavera del año pasado. La lectura que hacía esta persona, ligada al movimiento del foro social, de este panorama de movimientos y cambios sociales evidentes, era también particular. En su opinión, no acababa de ver la conexión entre los Antiglobalización y lo que está siendo el 15-M y los Indignados. Para mi, la relación está clara.
Lo que un día fue un movimiento global, anticapitalista (el más importante quizás, desde las Internacionales socialistas), ha evolucionado en un grado más local, concreto y a pie de calle. La segunda oleada neoliberal, de la primera década del siglo XXI, ha sido quizás más profunda y radical, al no existir ya ningún bloque ideológico de contrapeso. Quizás por eso se ha generalizado el impacto social y con ello el malestar. No ya hacia el Sistema, que en estos 10 años ha intoxicado a casi todos los ámbitos y se ha convertido en algo totalmente difuso y etéreo, como un organismo en cloud. Sobre todo se ha generado malestar hacia la política y la forma clásica de organización social.
Conclusión: el Contrato Social actual, aquello que todos hemos firmado tácitamente (el trabajo, el capital, la delegación de la soberanía en el Estado, etc), ha expirado. Era un contrato firmado en los cimientos de la revolución francesa, y ya es papel podrido. El socialismo intentó romperlo, pero fracasó. El problema es que nadie sabe muy bien qué lo va a sustituir, si es que lo va a sustituir algo nuevo. Y volviendo a Bauman y su teoría del Estado líquido "todo es impredecible". El estado cada vez se asemeja más a una empresa, no se sabe bien dónde empieza y dónde acaba; y los movimientos sociales que este año han barrido buena parte de Occidente y de los países árabes-mediterráneos, no se sabe bien hacia dónde van, qué pretenden o cómo quieren cambiar las cosas. Pero al menos están aqui. La alternativa, de no haber existido, quién sabe cómo de nefasta sería.
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