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martes, 8 de noviembre de 2011

Haiku













Las hojas secas abren paso a los caballos
y de cristales verdes cubren la alfombra.

Haiku de Collserola.

lunes, 18 de abril de 2011

Santas Rutas

El reencuentro con los buenos senderos y los buenos colegas siempre es motivo de honda satisfacción, como diría aquel. En este caso, incluso sirvió para poner en marcha un nuevo y absurdo proyecto audiovisual con el que nos echaremos unas risas. Se trata de recopilar, en formato serie por entregas, los mejores senderos de flow desde una cámara subjetiva. Eso me recuerda a la serie canadiense Drop In, el primer reality show con el freeride como protagonista. Consistía en un autobús con algunos de los mejores freeriders del país de la hoja, que iban de ciudad en ciudad y los espectadores les retaban a montar en los spots locales.

Rutones Verbeneros Cap.1 from Jan der Klaander on Vimeo.



Esto no tiene nada que ver con el Drop In, claro está, pero algo de ese espíritu itinerante sí. Lo que quiero es plasmar una colección de spots nacionales, de senderos y rutas que vaya haciendo este año, y al final recopilarlos todos en una peli más larga. Todo en plan casero, claro.

En fin, este es el primer corte. El segundo será el próximo fin de semana. Semana Santa: Santas Rutas. Los seguidores de la fe en los caminos celebramos una particular procesión a estos lugares santos. No cargamos, sino montamos cruces -Santas Cruces-, bebemos agua de las benditas montañas y también vamos de morado cuando nos comemos una buena hostia entre las piedras. Es decir, somos unos auténticos costaleros de la Semana Santa.

A mi, que no soy seguidor de la Iglesia, sin embargo se me antoja una experiencia mística eso de ir a la montaña todos los domingos y fiestas de guardar. Creo en eso que algunos llaman animismo, y eso de que Dios está en todas partes, pero más en el campo. Así pues: que disfruten ustedes de la fe (la fe mueve montañas, ya se sabe), y que la Semana Santa les sirva para meditar en la trascendencia humana y divina. Happy trails; podéis ir en paz.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Bodegones y retratos

Una foto de paisajes no es lo mismo si hay una bici de fondo. Igual que un bodegón gana enteros si se hace con objetos de inspiración biker...

Hoy toca un pequeño reportaje fotográfico.



 

 

 

 

 

 

 

 

"Bodegón cromado"



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"¡Tomen esa colina!"

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Paisaje urbano con un toque rústico"

 



 

 

 

 

 

 

 

 

"El resplandor"

 



 

 

 

 

 

 

 

 

"El mono sale de la jungla"

 



 

 

 

 

 

 

 

 

"Se abre la veda"

 



 

 

 

 

 

 

 

 

"La insoportable levedad de mi bici de rally "

martes, 1 de marzo de 2011

Morir con las calas puestas

Se veía venir. Cada cierto tiempo el Poder debe demostrar que nos controla y que puede seguir manejándonos como marionetas.  En una nueva demostración de poder, las ordenanzas municipales de Barcelona, vigentes desde el año 2000, ahora se estrechan sobre los ciclistas de Collserola (ahora gestionado por la Generalitat). La Guardia Urbana se ha empezado a poner firme, y amonesta y multa con 1.500 euros a todos aquellos individuos que encuentren montando en bici por senderos de menos de 3 metros de ancho.

Como ya sucedió en la Sierra de Madrid hace unos años, con algunos caminos emblemáticos como el Smidt vetados para las bicis, ahora le toca el turno a la sierra de Collserola. Un Parque Natural a las puertas de una gran ciudad es mala combinación para la convivencia entre excursionistas, caballos y bicis. Y una jugosa fuente de potenciales votos. Estamos de acuerdo en que la montaña es frágil y que la presión del ser humano no la beneficia. Pero la respuesta ante esta situación creo que no es tanto tirar de decreto como de buscar soluciones para el uso y disfrute sostenible por parte de todos, de un patrimonio que los ciclistas respetamos tanto o más que los boyscouts.

No se dice nada de la presión que ejercen las hordas de excursionistas que se pasean por la montaña como si fuese la Gran Vía o el Rastro. No se dice nada de la presión urbanística y por tanto de los vehículos que campan a sus anchas por el interior de una zona protegida. No se dice nada de las motos de la Guardia Urbana que recorren el parque para prohibir a los ciclistas. No se dice nada sobre los caminos y senderos que de no ser por las bicis, se cegarían y quedarían expuestos por ejemplo a más posibilidades de incendios forestales. Tampoco se dice nada sobre los cazadores que cada invierno realizan batidas (controladas) de jabalíes. Ya puestos, toda esta gente hace más daño al ecosistema y lo manipula mucho más que una bici. Ni se dice nada de las carreteras del parque en las que los coches se pasan los límites de velocidad por el arco del triunfo. Y por supuesto, el parque de atracciones más antiecológico del mundo está en todo lo alto de una montaña. No podía ser de otra forma.

Pero no. Sólo se fijan en algunas actitudes desde luego amonestables, que también se creen que están solos en la montaña y no respetan a los viandantes. Aunque habría que ver si esos viandantes circulan por en medio de los caminos, como si también estuvieran en su casa, dejando basuras en la montaña.

Lo peor de todo no es esto. Es que estamos indefensos ante el Poder. El Poder Público se ha convertido en un eufemismo para encubrir a los que dictan órdenes y mandatos en contra de Lo Público con mayúsculas, y nosotros somos sus víctimas. Nosotros, los que les votamos y pagamos sus sueldazos. Esto no es demagogia, sino una gran paradoja. ¿Y las asociaciones civiles?  Más de lo mismo. ¿El famoso IMBA? Una organización manejada por oportunistas que responden a sus únicos intereses: vinculación con la revista Bike a Fondo, vinculación con marcas comerciales como Canyon, etc. Puro humo. Una panda de amiguetes comprados por el Sistema. ¿Otras organizaciones? Puede haber muchas, pero desunidas y sin posibilidad de presionar o negociar con las autoridades. Es decir, estamos vendidos.

Estamos solos ante lo que quieran hacer unos cuantos autoproclamados "poderes públicos" que velan por el "interés general" y el "bien público". ¿Luchar para defenderse? No queda otra, pero es un camino largo, tortuoso y perdido de antemano. Sin embargo, es la única salida que nos queda. INSUMISIÓN Y RESISTENCIA.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Maestros

Cualquier excusa es buena para montar con los colegas. Y buscar el pretexto es a veces un ejercicio tribal, el sentido de pertenencia a un clan. Algo que nuestros antepasados dejaron grabado en el ADN. Ya se sabe: eso de que los conciertos de música son las nuevas reuniones sagradas de la tribu, que los héroes antes eran dioses, luego gladiadores y ahora jugadores de fútbol... Todos los rituales actuales que en realidad son situaciones antropológicas que se repiten desde generaciones y generaciones.

Pues en este caso fue fácil encontrar la excusa: el mito de "la vieja escuela". Los veteranos que se dan un homenaje retro. El pequeño clan que comparte una serie de cosas en común y que se reconoce como tal, y que para terminar el año se da una pequeña celebración: volver a los orígenes durante un día. Esto es importante por dos cosas: uno, porque te echas unas risas. Y dos, porque no olvidas. Y eso, casi siempre, es bueno. No olvidar de dónde venimos.

El caso es que todas las "escuelas" tienen "maestros". Todos hemos tenido maestros en la vida, o al menos me gusta pensar eso. Ir por la vida sin reconocer al menos a un maestro o maestra que nos haya enseñado una disciplina concreta -aparte de nuestros padres- sería tristísimo. Yo tengo la suerte de conocer a más de un maestro. Y el otro día se dieron cita dos de ellos, que fueron o son maestros en distintas formas y etapas.

Unos maestros pueden serlo por iniciarte en una disciplina, por abrirte las puertas a algo que desconocías. Y otros maestros pueden ser guías para alcanzar la perfección en algo. Pero en ambos casos o en otros que se puedan dar, lo que caracteriza a los maestros es que ellos no saben que lo son. No dan consejos ni clases magistrales ni ejercen como maestros. Sólo aprende de ellos su discípulo o aprendiz. Ellos negarán ser maestros, pero el aprendiz lo sabrá. Seguirá sus pasos, y quizás algún día llegue a ser tan grande como ellos o quizá más, en otros casos. Lo que me conduce a sacar a colación al gran mito de una generación como la mia: la saga Star Wars, jeje..

Así que, por los maestros. Cheers por ellos. Va este pedazo de vídeo:

Life Cycles

viernes, 10 de diciembre de 2010

Bellotas



En vez de salir a hacer una de las rutas clásicas que solemos hacer en el monte, el otro día me vi con fuerzas y empalmé dos rutas. La cosa empezó bien, suave y con precaución porque había llovido y las trialeras estaban un poco mojadas y resbalaban. Continué (iba solo) por un enlace que solemos hacer de bajada, y que esta vez me tocó hacerlo de subida. Con el plus de que el camino estaba impracticable, lleno de árboles caídos. Tenía que hacer contorsionismo para pasar por debajo y por encima de troncos y ramas. Parecía una mezcla de Circo del Sol y el juego aquel de Enredados, o como se llamara. Un verdadero calvario. A la postre, creo que eso fue lo que me dejó K.O.


Pero en fin, continué la ruta, ya encadenado la segunda parte y sin síntomas aparentes de cansancio, aunque tampoco muy fresco después de media hora trepando por rocas y jugando a ser El Hombre Elástico. Consecuencia: una pájara de proporciones bíblicas cuando encaraba una de las subidas más duras de la zona, hacia Can Pascual. Sin agua, sin comida, vi que todavía me quedaba una pedazo de bajada, y un largo camino de vuelta pasando por otra buena subida. Jodido estoy, pensé.


El sendero pasaba a la puerta de un par de casas "okupadas" que hay por el monte, de algunas familias que viven en una especie de "comuna", con sus gallinas y tal. Así que a una de ellas le pedí agua. "Sólo tenemos agua de lluvia que recogemos..." ¿Cómo? Sí, vale, me da igual. Aunque sea aguarrás la iba a beber igual. Aunque no tuviera algo de polución en vez de minerales me daba lo mismo, necesitaba agua. Pero todavía quedaba meter algo de glucosa rápida al cuerpo. Lo bueno del otoño es que es la época de algunos frutos secos, como las bellotas. Así que busqué cual gorrino ibérico entre los matojos en busca de ricas bellotas doradas y crujientes que me dieran algo de energía.


La cosa salió medianamente bien, ya que pude volver a casa con bastante esfuerzo, eso sí, pero pude volver después de una ruta de escándalo, de las que hacen afición. Al final, en el campo encontramos todo lo que podemos necesitar para "sobrevivir". Sólo hace falta saber aprovecharlo sin esquilmarlo.





lunes, 27 de septiembre de 2010

El camino de las sombras

Oscuridad, tinieblas, y polvo. Los mismos caminos se convierten en el lado oscuro de la luna. Pero no hay butacas en este circo de la Luna. No des nada por supuesto, pues no se parecen entre sí. Cualquier parecido entre el día y la noche es pura coincidencia. Nocturnidad que implica sangre, lujuria y miedo. En esto también es así, amigo. La noche, con sus bestias de ojos brillantes acechando. Miedo a la oscuridad ancestral, la anclada en la noche de los tiempos. Susurros ocultos, desconocidos. Sombras imprevistas, luces inquietantes.




Las bicicletas no son para la noche, diría un forastero. Cuando desaparecen los colores llegan las apariciones. Cosas que nunca se ven salen a la superficie. Cosas que siempre viste quedan bajo la capa freática. La luz y las tinieblas comprenden cómo funciona el mecanismo. Nosotros sólo lo interpretamos.



Cuando la luz deja de ser fuerte y dominar a la materia, despierta la no-

materia y se adueña de todo. Del ser y del no-ser. De las piedras y de las sombras. De los árboles y los arroyos. De los caminos. Sólo tú, tu bici

y un buen par de luces, te separan de las tinieblas. El corazón de las tinieblas es cualquier camino, cualquier bosque, en cualquier noche. Y nadie más lo comprende, sólo los que han visto lo no visible.

jueves, 6 de mayo de 2010

Reformas

La última salida antes de irme de viaje al Sáhara tuvo un componente pintoresco. Hubo un poco de todo, incluida una bonita raja en el antebrazo cuando me arrastré entre unas rocas durante una bajada. La cosa parecía más aparatosa de lo que realmente era, aunque terminé en el centro de salud. Había dudas entre el grupo: "¿te pondrán puntos de sutura o sólo de pegar?", pues bien, bastaron unos cuantos de pegar, aunque según la enfermera "estaba en el límite para coser la herida". En fin, esto no supuso ningún problema para curarse en el desierto, al contrario, ya que ha cicatrizado perfectamente gracias al clima tan seco.



Aparte de esta anécdota, mi querida Black Mamba ha vuelto a ser la que era desde que le hice algunas reformas. Transmisión nueva, bielas Hone y revisión y mantenimiento de horquilla y amortiguador. Lo estaba pidiendo a gritos después de tirar con lo puesto durante 3 años, prácticamente sin pasar por el taller. Esto demuestra dos cosas: que el mantenimiento de la Blur LT es mínimo y que el castigo que lleva encima, lo lleva con una dignidad envidiable para otras bicis de su segmento. Creo que le quedan aún muchos kilómetros a la Black Mamba.