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martes, 9 de julio de 2024

5 razones para no comprarte una bici eléctrica


En estos 10 años ha habido cosas en el mercado de las bicicletas que han evolucionado hasta explotar. Quizás la más destacada han sido las bicis eléctricas, que comenzaron a verse en las calles en el año 2010, 2011 y cuya tecnología y desarrollo actuales las han convertido en una alternativa razonable para muchos usuarios. Antes las bicis eléctricas (hablo de bicis de montaña) eran simplemente bicis físicas con un motorcito ortopédico añadido, y ahora son máquinas ideadas y diseñadas para una perfecta integración biomecánica de un todo.

Dicho esto, aquí encontrarás 5 razones para no comprarte una bici eléctrica.

Specialized Stumpjumper 1989

Por más vueltas que he dado no he encontrado voces autorizadas en contra de las bicis eléctricas. No hay publicidades "en contra" de los motores en las bicicletas, ni artículos, ni crónicas, ni columnas de opinión. ¿Esto te dice algo? A mí sí. A mí me dice muchas cosas. Pero saca tus propias conclusiones.

Este análisis es epistemológico. No encontrarás estudios biomecánicos ni datos cinéticos ni de nada. Me da igual si las eléctricas son objetivamente mejores o peores que las físicas. Más eficaces o menos. Eso no me interesa. Me interesa la raíz del asunto, la filosofía que encierra. Algo, por cierto, la filosofía que encierran las cosas, que no interesa en el debate público, porque nadie quiere que el individuo piense por sí solo, sino que repita los mantras que le digan ciertas voces autorizadas. Pero esa es precisamente la raíz del conocimiento. Y no es una cuestión menor. Bueno, al grano.

1. Las bicis no se pensaron para que llevaran motor
Primera y más contundente razón. Cuando a finales del siglo XVIII, hacia 1790, unos individuos excéntricos de Europa central inventaron el velocípedo (la ideación había corrido a cargo nada menos que de Leonardo da Vinci en el S. XV) lo hicieron para crear un artefacto de dos ruedas impulsado por el ser humano. No lo inventaron para crear un artefacto a dos ruedas impulsado por un motor ya que, de hecho, eso vino años después, concretamente en 1867. Por tanto, los que inventaron el velocípedo (franceses y alemanes, por cierto), lo hicieron con ese fin y no otro. Mover un artefacto con las piernas. Los que inventaron un artefacto para ser movido con un motor lo llamaron motocicleta. Fin de la cita.

Dentro del fenómeno ridículo de las bicis eléctricas, es especialmente doloroso ver cómo los antiguos ciclistas de montaña han renunciado a su dignidad y se han hecho ciclistas de montaña eléctricos. Bajo las excusas más delirantes, los que en el pasado fueron el símbolo de un ciclismo físico, un ciclismo de contacto, un ciclismo rudo y áspero, han optado por la vía fácil. No se puede comparar con aquellos ciclistas ocasionales que recurren a bicis eléctricas para darse un paseo por la ciudad. Nada que objetar de estos. Ahora no estamos hablando de ellos. Hablamos de ciclistas que eran auténticas bestias pardas de las montañas, y que ahora han quedado reducidos a ratoncillos adictos a los impulsos eléctricos, como ratones de laboratorio.

Por eso, hablando específicamente de mountain bike hay que decir dos cosas. Una, de nuevo remontándonos al origen de las cosas. Los que inventaron el mountain bike, esos hippies de California a finales de los años 60, lo inventaron para divertirse montando en bicicleta por los montes de sus ciudades. Si hubiesen querido divertirse con otro tipo de vehículo a dos ruedas habrían elegido la moto de campo, que ya estaba inventada. 

2.- Las bicis eléctricas son una especie invasora
No nos engañemos, la tecnología y los avances existen. El ser humano no puede evitar estarse quieto y buscar la evolución. Y es cierto, a veces se agradece una ayudita. Las suspensiones, la tija telescópica, el tubeless. Quiero decir, el papel se inventó, y siglos después evolucionó en el ordenador personal. No por eso el papel desapareció. En el caso de las bicis es diferente. Las bicis convencionales se han convertido en una especie en peligro de extinción. Por dos razones: los fabricantes buscan facturar, y en esta ocasión han dado con una mina de oro. No van a invertir en mejorar las bicis convencionales, sino en mejorar las eléctricas. Por tanto a esas sólo les espera lo que a las bicis de 26 pulgadas: una muerte lenta. Y segundo, porque las bicicletas eléctricas ejercen un papel de especie invasora en la naturaleza. Si en un grupo de cinco personas, uno se compra una eléctrica, en seis meses los cinco irán con eléctricas. 90% garantizado.

Por no mencionar que la bici eléctrica, al proliferar cual especie invasora que es, deteriora inevitablemente el frágil ecosistema que ha venido sufriendo el ciclista de montaña en su hábitat natural, donde es y ha sido siempre una minoría incomprendida (y hasta perseguida) por senderistas, familias, guardas forestales, ecologistas en acción, cazadores y motocrosseros. Nadie, cuanto menos las bicis eléctricas, se ha preocupado por educar y buscar el equilibrio en el uso recreativo de las montañas, entre sus diferentes y variados fieles. Todo ello evitando dañar los caminos ni el medio natural, obviamente.

3. Las bicis eléctricas no son sostenibles
Los fabricantes y marcas de bicis (seguimos hablando fundamentalmente de mountain bike), tienen que inventarse nuevas necesidades cada cierto tiempo. Como todas las industrias. En nuestro caso ha habido un montón en las últimas tres o cuatro décadas: las suspensiones, las decenas de estándares de dirección, pedalier, bujes o tijas. Las tijas telescópicas, los diámetros de ruedas, las transmisiones monoplato, etc, etc. El invento más lucrativo de todos, sin duda ha sido la bici eléctrica. Una vez hecho el invento... ¿cómo no vas a aprovecharlo? ¿Quién prefiere sufrir pedaleando, a tener una ayudita? En realidad, con la bici eléctrica también hay que pedalear, no lo hace todo ella sola. Argumentos como estos se los hemos oído cientos de veces a amigos y conocidos, intentando justificar una traición al espíritu que un día les hizo adorar sus bicis de acero o de aluminio, maravillosas en su simpleza. Reconócelo: prefieres dar menos pedales, hacer más kilómetros de ruta en menos tiempo, o fardar ante tus amigos. Sólo esas tres razones, individuales o combinadas, son las que te hacen comprar una bici eléctrica. A quién pretendes engañar.

Ahora, piensa unos minutos y pregúntate si de aquí a cinco años no va a existir otro avance extraordinario que te va a hacer tirar a la basura tu precioso engendro eléctrico, y cambiarlo por la última invención con la que alguna marca se va a forrar a tu costa. Sólo así se mantiene vivo el ciclo del consumismo. Esto nos lleva a la pregunta final: ¿crees que es sostenible este modelo de consumo? ¿Te parece que tu bici de 2005 sin motor, quizás sin suspensiones, ya no puede hacerte feliz? Estás muy equivocado.

4. Las bicis eléctricas contaminan
Las bicis convencionales no dañan el medioambiente y son ecológicamente inofensivas. Las bicis eléctricas sí. Las baterías de las bicis, además de ser un desecho muy difícil de reciclar, consumen luz, que gasta recursos, cuya explotación repercute en el medioambiente. De esta manera tan simpática la bicicleta, que antes era un vehículo perfecto y no contaminante, se convierte en un vehículo contaminante de manera indirecta. ¡Bravo por el ingeniero! ¿No queríamos reducir el cambio climático? ¡Fabriquemos más bicis eléctricas!

4. Qué buscas de verdad en la vida
Mucha gente parece tenerlo claro con la bici eléctrica. Tengo poco tiempo y así puedo hacer más kilómetros. Otra: tengo poca forma física (estoy gordo) pero quiero disfrutar de la bici como antes (cuando estaba fuerte). Deberías hacerte la pregunta correcta. ¿Qué buscas en la vida? No, en serio. Si lo que buscas son recompensas inmediatas sin mucho esfuerzo a cambio, ve ahora mismo a ver a un psicólogo. O a una clínica de desintoxicación, porque debes ser adicto a varias drogas. Si lo que quieres es generar endorfinas instantáneas entre que sales del trabajo y te pones a cuidar a tus hijos, ve ahora mismo a ver a un psicólogo. Lo que necesitas es una buena agenda o cambiar de trabajo. Si lo que buscas es montar en bici para tener una experiencia que contar, que instagramear, o que postear, ve ahora mismo a ver a un psicólogo. Tienes poca solución.

Si lo que te pasa es que estás gordo, entrena y adelgaza. Hay muchos señores de 70 y 80 años que se hacen su rutita de carretera todos los fines de semana. La edad no es excusa. Sí lo es una lesión o una enfermedad grave, pero entonces dos cosas: quizás tu deporte ya no sea este; y dos, si una lesión o una enfermedad te impide montar en bici, lamentablemente es posible que también te impida montar en eléctrica. De todas formas, este sería el único caso en el que podría encontrar una justificación al uso de la bici con ayuda motora. En casos excepcionales porque sin esa ayuda no le sería posible practicar el ciclismo a esa persona ¿En el resto de los casos, por gusto, capricho o pereza? ¿Para hacer más kilómetros en menos tiempo? Bicis eléctricas prohibidas.

 

Estas cinco razones se pueden resumir en una: el mountain bike, y el ciclismo en general, consiste en dar pedales. Mover un artefacto maravilloso y perfecto con la única fuerza motora de un ser humano. Pueden existir otros artefactos, claro. Pero no los llames bicicletas.

Otro día hablaremos de las bicis eléctricas para repartir pizzas... que eso da para otro post.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Las 26" no están muertas


Cotic Bikes Presents #26aintdead from Steel City Media on Vimeo.

Periódicamente, las marcas de bicis y de componentes intentan impulsar las ventas. Es ley de mercado. Hay periodos en los que se estancan las tecnologías y con ello las ventas. Pero hay que mantener la demanda de nuevos productos, y para ello de vez en cuando hay que sacar al mercado una innovación, una nueva tecnología, algo que impulse a los usuarios a renovar su parque de bicis, horquillas... o ruedas.

Las bicis de 29 pulgadas llevan entre nosotros dos o tres temporadas de forma masiva. En realidad, Gary Fischer ya inventó las ruedas de 29" en 1981, y algunas marcas tontearon con este formato en algunos prototipos durante muchos años. Pero claro, en aquel momento no había quien tosiera a las ruedas de 26". Era impensable sencillamente plantear un formato de 29.

Con el paso del tiempo y la evolución vertiginosa de las bicis en los últimos 10 años, se crean nuevas necesidades para el usuario. Nuevas posibilidades de formatos. Y en estas circunstancias sí que encajan las 29". Ahora bien, ¿en qué casos, en qué usuarios y para qué uso interesa utilizar una 29?

En mi opinión, y habiendo probado alguna que otra 29" de enduro, all mountain y cross-country, me parece claro que las 29" tienen muchas ventajas en un uso cross-country y marathon. Y tienen menos ventajas en un uso enduro (que ahora las 27,5" están solucionando). En resumidas cuentas, las 29" tienen sentido y ya son prácticamente insustituibles en un uso cañero de XC. Rodadores, pros del XC, etc... ya no se plantean otra cosa que no sea una 29". Lo mismo para usuarios medios-principiantes, pues la comodidad y seguridad de una 29" no la tiene una 26". Y también son recomendables para el enduro y all mountain, porque una 29" aporta una inercia y estabilidad muy necesaria para trialeras y terrenos complicados.

Pero cuidado. El aluvión del marketing está convirtiendo a las 29" en las nuevas "bicis para todo", "la bici perfecta"... ¿Alguien ha oído estas palabras anteriormente? Yo sí, muchas, demasiadas veces. Y siempre se ha demostrado que la bici perfecta o la bici ideal sencillamente no existe. Creo que lo dijeron hace poco Scot Nicol o Hans Heim, de Ibis. "No existe una bici que lo haga todo bien". Cada bici, cada uso y cada usuario tiene unas necesidades y unos gustos. Por tanto, cuantas más opciones y posibilidades de configurar una bici existan, mejor. Más cerca estaremos de esa bici "perfecta" que existe para cada uno. Pero que no nos quieran vender la moto, otra vez, de que las 29, las 27,5 o las 26 son la bici definitiva. Las marcas están dejando de lado, descaradamente, a las 26". En sus catálogos los modelos tope de gama son los de 29 o 27,5. Las 26 sólo ocupan las gamas bajas y el descenso...

Por eso es muy de agradecer vídeos como este: ¡las 26" no están muertas! (todavía...) Y seguirán dando guerra, aunque sea como bici clásica, vintage y old school. Al final, lo más admirado y lo más cool es siempre lo clásico, y los Mustang cotizados son los del 68. Lo más nuevo no siempre es lo mejor...

lunes, 17 de junio de 2013

Roadtrip I

La semana pasada puse en práctica mi nueva condición de freelance, prospector o buscavidas. Condición impuesta pero también deseada y buscada, y en la que siempre me he sentido cómodo y familiar. Al menos durante la temporada estival, me he dicho a mí mismo: "voy a aprovechar las circunstancias y voy a dedicarme a dar sentido literal a la expresión Ancha es Castilla". Retomaba, además, una vieja tradición ya en desuso estos últimos años de asentamiento, como son los roadtrips. Aquellos viajes relámpago en los que metía la bici en el coche y la sacaba cuando me parecía bien, ya fuera de camino a Lisboa, a Andalucía, atravesando Castilla o donde se terciara.

Eran otros tiempos, claro. Ahora prefiero otras cosas. Pero no está de más engrasar de vez en cuando este tipo de ejercicios al más puro estilo nómada y vagabundo, por unos días.

Así que dicho y hecho, me inventé una minigira por el "tercio este" de España. Lugares por donde suelo moverme habitualmente en estos años: Cataluña, Aragón y el este de Castilla. Hacer una suerte de roadtrip por nuevos y viejos rincones, ver a los amigos, tantear proyectos, descansar, recargar baterías y, por supuesto, montar.

Primera parada: Calatayud
Granizada de junio.
Bilbilis Augusta es siempre un destino favorito. Sus almuerzos con los socios locales deberían formar parte de la Guía Michelin. Almuerzos a base de ensalada de cerdo, es decir: panceta, jamón, huevos fritos y vino. A eso hay que añadirle unas cortezas y un café. Lo cierto es que el aporte calórico que nutre a los bilbilitanos se esfuma rápidamente cuando salen a montar en bici. El nivel físico y técnico de los senderos locales es ya un tema recurrente en este blog, pero cada vez que vuelvo parece que el listón ha subido un poquito más. Ahora, gracias al entusiasmo y la habilidad de mi amigo Fernando, Calatayud tendrá pronto un CentroBTT propio, del que daremos debida cuenta en este espacio.

En Calatayud tuve la oportunidad de probar, de una vez por todas y en condiciones reales, una 29". En concreto la Giant Trance X 120mm, un pepino facilitado por mi amigo Fernando en su tienda DeFer.

Giant Trance X, un maquinón
para enduro en 29"
El desayuno local: ensalada de cerdo.
Mi susceptibilidad hacia las 29" se disipó con esta máquina y en las primeras pedaladas. Su extrema facilidad para escalar, su extrema capacidad de absorción en las bajadas, y su extrema aceleración y velocidad en terrenos mixtos, me dejaron con la boca abierta. En una 29" buena (como esta, de 5.000€ PVP), las ruedas y la ligereza del conjunto son fundamentales. Sólo así se consigue que una bici grande se comporte con esa facilidad de pedaleo. Efectivamente, en una trialera de piedra suelta de bajada, una 29" (o esta, al menos) es donde flaquea más. Tiene menos rigidez que una 26", sí, pero también es más estable y tragona que ésta. La geometría relajada de una 29" combinada con una tija telescópica permite ratonear prácticamente en las mismas condiciones que con una 26", en curvas cerradas y angulosas. Por tanto, hay que "hilar más fino" con una 26" en un terreno complicado, mientras que con una 29" no importa tanto si eres un paquete bajando o subiendo, porque la bici te corregirá. Para entendernos, en una 26" hay que "bailar" sobre la bici, surfear y mover la cadera sobre ella. En una 29" te sientas en el sillín, abres las palomitas, y a disfrutar de la película. Aunque a veces te dé la sensación de que todo flexe bajo tu culo.

Giant Glory, un maquinón para DH.
Ese es mi breve análisis de la experiencia con una 29 pulgadas. Dicho lo cual, votaría SÍ en un hipotético referéndum para hacer las 29" bicis de enduro. Es decir, funcionan. Pero 1) funcionan las de 4.000€ en adelante y 2) se hace urgente probar una 650b (27,5"). En cualquier caso, las ruedas grandes parecen ser el futuro, no ya en el cross-country, donde ya son un estándar, sino en el enduro.



Segunda parada: Logroño
Finalizada la estancia entre la familia bilbilitana, lavé y desmonté mi bici, la metí en el coche y puse rumbo a la siguiente parada de la gira: Logroño. Allí vive mi primo Rober y nos teníamos que encontrar para hablar de ideas y proyectos que quizás cuajen.
Ojalá todo el verano fuera así...
Logroño y sus bebidas isotónicas.

Iba también con la intención de montar por los senderos locales, pero un inoportuno frente de chubascos convirtió la mitad norte de la península, en pleno mes de junio, en un agujero en el tiempo. Parecía que el verano se había esfumado y ya era otoño. Frío, lluvia y viento. Es decir, un tiempo perfecto para conducir, ver paisajes y viajar por carretera, pero no el mejor para montar en bici. De manera que nuestra experiencia en Logroño se orientó más por el lado de las tabernas y el vino local, más que por los senderos. ¡Qué vino! ¡Qué pinchos! Además estaban en fiestas de San Bernabé, conmemorando la derrota de los franceses cuando la guerra de la independencia. Y era pleno Roland Garros Spagnol. Se nota la influencia vasca y navarra en tierras riojanas, ese Camino de Santiago, ese carácter montañoso, de pantalones Trango, bolsete cruzado, greñas y pendiente de aro. Me gustó mucho Logroño, y volveré pronto para las fiestas de San Mateo. Gran ciudad, bonitos paisajes e insuperable papeo y bebeo.


Tercera parada: mi pueblo

En la cumbre del Puerto de Piqueras.
Una mañana gris y fresca volví a empaquetar la bici y los hatillos y puse rumbo a Soria, que por una vez me quedaba en dirección sur. La delicia de viajar en coche un día cualquiera entre semana se convirtió en un acto de placer rayando el lujo asiático, cuando comencé a ver la carretera que me quedaba por delante. Creo que no tuve que adelantar a más de 3 coches en 100km de carretera sinuosa, llena de curvas, buen firme, rodeada de peñascos y atravesando una garganta natural. Pisé un poco la zapatilla y me empecé a emocionar con la música que llevaba puesta en el iPod. Estaba siendo un tramo épico, pero quedaba lo mejor: subir el puerto de Piqueras (1.100m) que divide La Rioja de Soria. A 11ºC, la sierra Cebollera parecía estar en otoño/invierno permanente, y no dejaba de preguntarme cuántos lobos, corzos, jabalíes y demás fauna andaría escondida por aquella inmensidad de bosques.

En estos pequeños viajes es donde se puede exprimir el placer de conducir, en vez de en esos fines de semana donde todo son prisas, atascos y tráfico de domingueros. Uno se reconcilia con su coche, saca la mano por la ventanilla, como en el anuncio, y disfruta conduciendo como cuando montas por un singletrack con la bici.

Tras unos cuantos tramos más, ya pasado Soria (que estaba en plenas fiestas del Lavalenguas), llegué a mi pueblo para comer. Y allí apagué el cerebro durante dos días.

(continuará)...

jueves, 14 de marzo de 2013

Dime de qué marca es tu bici... (III)




KLEIN es CHRYSLER
Dos marcas históricas venidas a menos. Ese es el resumen. La primera fue comprada por el macrogrupo Trek y después poco a poco se ha ido extinguiendo. No sé bien si Trek la hizo extinguir o la dejó morir, pero oficialmente ya no fabrica bicis desde 2009. Gary Klein fue un estudiante del MIT que de repente vio la luz y se dedicó a fabricar los bicicletones más deseados durante los años 90. Chrysler es el histórico fabricante de Detroit, que en 2009 (justo el mismo año que Klein desaparece) se declaró en quiebra. Desde entonces Chrysler pertenece al grupo Fiat. Ambas son dos marcas-museo. Una pena.

ORANGE es JAGUAR
De nuevo dos marcas inglesas unidas por conceptos similares. Quizás Orange no sea exactamente el equivalente a Jaguar, pero es el concepto más cercano que encuentro. Jaguar es una marca de solera, elegancia y clase. Orange es un poco más basto que Jaguar, de acuerdo, pero durante cierto tiempo también fueron bicis bastante exclusivas, sobre todo porque eran más bien caras. Además, los Jaguar de hoy en día no son como los de hace años, tengámoslo claro también. Así que sí: Jaguar es Orange.

ROCKY MOUNTAIN es HONDA
Sí, una correlación extraña, pero me explico: los motores Honda arrasaron en Formula 1 en los años 80. Aquellos míticos Williams de Mansell y Piquet. Rocky Mountain, por otro lado, fueron los creadores del concepto Fro, unieron Freeride con Pro. Inventaron el Freeride, diga lo que diga Specialized o Kona. Las Rocky son por antonomasia unas bicis hechas para la diversión, para un concepto deportivo; lo que en los coches se entiende como “sport”. Algo así como son los Honda. Coches deportivos, de gama media-alta y con buenas prestaciones para divertirse. Dos marcas de respeto.

CANNONDALE es AUDI
Empezamos a llegar a lo alto del ranking. Audi vende tecnología alemana, pero accesible a casi todos. No como BMW, por ejemplo, que es más exclusivo. Audi vende lo mismo pero no como segundo plato sino como alternativa. Audi es una buena camisa. BMW es llevar gemelos en esa camisa. Un puntito más de categoría, por fardar. De la misma manera, Cannondale es una marca que ha apostado siempre por la innovación, la competición y la alta gama, pero accesible a quien estuviera dispuesto a pagar por ella. Y todo ello manteniendo una línea elegante y no rebajando su producto. Manteniendo un estándar equilibrado de calidad, prestigio y exclusividad. Una de las identidades de marca más logradas a base de construir referentes. Bien por ellos dos.

SPECIALIZED es MERCEDES
Sí, no pongáis esa cara. Specialized es la única marca de bicis ha sido capaz de prescindir de la tipografía en el logotipo y quedarse con el pictograma: la famosa S rasgada. Esto sólo lo pueden hacer dignamente sin caer en el ridículo marcas con una identidad consolidada. Nike, Apple… Mercedes. Y en el mundo de las bicis, Specialized. El pictograma de la S rasgada ya se ha convertido en un icono de referencia al que no hace falta añadir nada más. Specialized, por otra parte, comparte con Mercedes su obsesión por ser el “top of the mind”, la marca alfa y genérica. Aunque después caigan víctimas de ellos mismos, muchas veces. Quién no ha ido a Marruecos y ha visto que todos los taxis son Mercedes de los años 80. Quién no ha entrado en un garaje y no ha visto una Stumpjumper oxidada… La cima desgasta. De tan sobadas, las marcas top sufren. Son dos marcas eminentes, pioneras, primigenias, y que han buscado siempre la excelencia. Por eso, como al Real Madrid, a veces esa búsqueda lleva al lado oscuro de lo chabacano o la molicie. Aunque eso del “señorío”, al final, uno no sabe cómo, lo superan y sobreviven a sí mismos reinventándose constantemente.

EDR es DMC DELOREAN
Enrique del Río era un fabricante madrileño de componentes y cuadros artesanales de aluminio, muy cotizado y apreciado en los años 90. Todavía se pueden ver por ahí (en los foros de bicis clásicas) fotos de potencias o de tijas EDR de aluminio. Es casi imposible ver alguna en funcionamiento sobre una bici. Y encontrarse con un cuadro EDR montado y rodando, es comparable a ver un Delorean. Un mirlo blanco. Productos artesanales, exclusivos, contados. Ambos ya no fabrican (que yo sepa), por lo que su cotización gana enteros año tras año. Quien vea una EDR o un Delorean debe hacerle una foto para demostrarlo. 

SALSA es PONTIAC
Salsa es la creación de un tipo llamado Ross Shafer, que como todos los fabricantes de cuadros norteamericanos de los años 70, comenzó a diseñar su propio invento en el garaje de casa y triunfó. Le puso Salsa a sus bicis porque cuentan que siempre estaba comiendo nachos con salsa picante. Salsa es una de esas marcas minoritarias pero de altísima calidad. Eso fue hasta 1999, cuando como muchas otras marcas, sucumbieron a la economía de escala y fueron renovadas. El fundador abandonó el barco (o le obligaron a ello) y entraron las grandes compañías a gestionar las perlas artesanales. El drama de la industria de las bicis en los últimos 20 años. Pontiac, por su parte, también es otra mítica de la industria del automóvil, ligada siempre a modelos deportivos, elegantes, contundentes y atractivos... creadora del mítico Trans Am… Bien, cerró en 2010.

YETI es BMW
A más de uno le sorprenderá esta unión, pero si lo analizas es evidente. BMW es clase, tecnología, elegancia. Espíritu Sport, pero también sobriedad. Y un tanto sobrevalorado, no nos engañemos. En el fondo, el que tiene un BMW es porque podía comprarse un Audi, pero quiere un poco más. Es como llevar gemelos en la camisa. No aportan nada, pero dicen mucho. Yeti es un marcón. Colorado, las montañas, “bastante” artesanal, auténtica… pero también un tanto sobrevalorada, no nos engañemos. Esas punteras traseras, esos guiacables de calamina… Son envidiables sus diseños, su imagen, su identidad, prestigio y nombre. Pero, eh, también se rompen. A veces. Aún así, tiene algo que engancha y todo buen ciclista de montaña ha soñado alguna vez con tener una Yeti. Y si no, no es un verdadero biker.

SANTA CRUZ es PORSCHE
Porsche. Una marca familiar de Stuttgart, fabricante del que para muchos es el símbolo del automóvil deportivo: el 911. Y Santa Cruz, una fábrica de bicis surgida al calor de su hermana mayor, Santa Cruz skateboards, en la ciudad probablemente más hippy de California. Autenticidad de sobra. Un Porsche es siempre (o casi siempre, hasta que hicieron el Cayene) un coche deportivo, espectacular. Se le llena la boca a uno al decir “Porsche”. Santa Cruz, por su parte, ha fabricado uno de los cuadros más aplaudidos de la historia: el Heckler. La familia Blur… Son lo suficientemente prestigiosas para seguir siendo exclusivas, aunque también se han popularizado enormemente a costa de bajar el listón de calidad en algunos modelos. Fabricar en Taiwán ya es común en todas las marcas, hasta en las más prestigiosas. Incluso Porsche, principal accionista del grupo Volkswagen, no fabrica todas sus piezas en Alemania, evidentemente. Pero no importa, porque el que tiene un Porsche se hará una bandera con su marca, de la misma forma que un propietario de Santa Cruz es un cliente orgulloso de su marca.

Continuar a Parte IV

jueves, 28 de febrero de 2013

Dime de qué marca es tu bici... (II)

Segunda entrega de mi concienzudo estudio de imagen de marca.


BH es SEAT
Creo que es evidente. Dos marcas entrañables, a las que como buenos españoles solemos menospreciar de puertas adentro, mientras en el extranjero son cada vez más reconocidas y valoradas. Poco hay que decir. El Seiscientos, el Seat Ibiza, el Málaga... las BH de paseo... creo que toda persona nacida en territorio nacional en el siglo XX ha poseído al menos una vez en la vida algún producto de una de estas dos marcas. Beistegi Hermanos comenzó fabricando ¡armas! en 1910 en Eibar, Guipúzcoa. Y curiosamente adquirió la división de bicis de Peugeot, formando Cycloeurope, a las que se sumaron posteriormente Bianchi y Gitane. Después BH ha vuelto a ser de capital español. Fabrica 200.000 bicis al año de las cuales venden la mitad en Europa. Como curiosidad, en su fábrica también se hacen piezas para Mercedes y BMW. SEAT, por su parte, nació en 1950 en Martorell, Barcelona. Y pertenece al grupo Volkswagen (Audi, Bentley, Bugatti, Lamborghini y Skoda). Seat y BH son marcas que deberían ser patrimonio cultural, como el logotipo de Tio Pepe.

MONDRAKER es HYUNDAI
Marca también española, joven y dinámica, muy meritoria por haberse ganado un sitio en el mercado nacional e internacional, y con una evolución interesante en los últimos años. Modelos de alta gama de DH y enduro, equipo de competición… Muy distinto de unos inicios en los que las gamas de media y baja gama inundaron bikeparks y descensos en toda España. Aquellas Mondraker Level eran feas de cojones y de dudosa calidad, pero hicieron popular el DH entre muchos usuarios. Igual que el Hyundai Coupé fue el deportivo de los “pobres”, las Level fueron las bicis de DH de los que no podían permitirse una prohibitiva. Ahora intentan redimirse con gamas más interesantes y toques de alta gama, pero son marcas que siempre tendrán un componente de factoría de ensamblaje. Respetable totalmente, por supuesto. Partimos de la base de que cada producto tiene su público. No hay ningún ánimo de crítica en esto, sino de identificar el producto más idóneo para cada usuario, y que se adapte a sus expectativas.

RALEIGH es ROVER
Las marcas inglesas sólo se pueden comparar con ellas mismas. No he sido capaz de encontrar un equivalente continental o americano a Raleigh, y viceversa. Los ingleses es lo que tienen. Exportan y venden su bandera. Aunque no sepas de dónde son, siempre sabrás si un producto o una marca son ingleses. Un logotipo barroco, una imagen clásica, sólida, como un estandarte o un escudo nobiliario. Una caja de Cadbury’s, un Big Ben en miniatura, un Rover, una Raleigh de paseo… son las típicas cosas que verías en el castillo de Windsor o en casa de Mr. Bean. Sus productos son fácilmente identificables porque año tras año no varían sus gamas, entonces puedes encontrarte una Raleigh de 1980 circulando al lado de otra de 2012 y no notarías la diferencia. Por cierto, la “Raleigh USA Experimental” que John Tomac convirtió en histórica en 1994 era un raro cuadro de titanio y carbono fabricado por Litespeed y Merlin en Notthingham.

MARIN es FIAT
Marin es una marca característica y topónima de la cuna del MTB, Marin County, California. Una marca con un peso enorme, histórica y conceptualmente. Podría ser una marca genérica del sector, y lo fue durante cierto tiempo en España, con aquel equipo mítico Mountain Bike Madrid-Coronas. Sin embargo, se ha ido quedando en una entrañable medianía. Gamas medias, diseño poco acertados, pero de algún modo sigue manteniendo su prestigio. Fiat, por su parte, es otro histórico del automóvil, muy popular y genérico, con una vinculación también hacia la competición,  y con una última época un tanto mediocre que no debe empañar algunos hitos anteriores. El Fiat Panda 4x4, un vehículo indestructible y encantador, sería comparable por ejemplo a una Marin Muirwoods. Productazos populares, fiables, solventes y emblemáticos. Marcas accesibles, sinónimo de historia, autenticidad y que desprenden cierta simpatía no se sabe muy bien por qué. 

ORBEA es SKODA
La marca donostiarra (cooperativa del jesuítico grupo Mondragón, y también de Eibar como BH) es un clásico en España, y en las dos últimas décadas han innovado enormemente su gama, diseño y fabricación. También como BH, comenzaron fabricando ¡armas! desde 1859, nada menos. De no ser por las bicis, Espara sería una potencia armamentística, al parecer... Orbea es la primera marca española de bicis que ha conseguido un oro olímpico, un mundial y una copa del mundo de XC con el gran Julien Absalon a lomos de una Orbea. A ver quién iguala eso. Skoda (Rep. Checa, 1895) también es una marca histórica, modesta y popular, que en los últimos tiempos se ha renovado y modernizado hasta ser un referente en el mercado. Tres de cada cuatro taxis de Madrid o Barcelona son un Skoda Octavia. Motores fiables, robustez, y un punto de personalidad alternativa y diferente son rasgos en común de ambas marcas. De hecho, Orbea y Skoda mantienen en la realidad un acuerdo a nivel de marketing en algunos modelos de la marca checa. Y sí, mi coche es un Skoda. Pero no tengo una Orbea (aunque no me importaría). Por cierto, ¿adivináis qué comenzó fabricando Skoda? No, armas no. ¡Bicicletas!

HARO es DODGE
En Estados Unidos la gente en los años 70 se fabricaba su propia bici y las llamaba con su nombre. Con dos cojones. Imaginad lo mismo en España. "Bicis Peláez"... No. Pero GT, Gary Fisher, Ritchey… sí. Cosas del marketing. Un tal Bob Haro hizo lo mismo. Curiosamente, como Gary Turner, comenzó fabricando bicis de BMX, que en aquel momento eran “lo más”, el lado oscuro del ciclismo, y también donde comenzó la innovación: cuadros más ligeros, llantas, geometrías… Todos esos cambios que trajeron las bicis de BMX influyeron posteriormente en las bicis de MTB, y muchas de ellas acabaron siendo referencias también en este segmento. Haro fue una de estas marcas. Con modelos de MTB bastante simples basados en el monopivote, y algunas veces recurriendo a otras marcas (el modelo de DH de Greg Minaar era en realidad una Intense M1), en España son bicis tan raras de ver como un Dodge. Excepto durante un breve periodo de tiempo, allá por 2005, en el que unos locos las importaron, montaron una ambiciosa estructura, grandes sueños y proyectos... y … en fin, un lío. Ya lo contaré otro día.

COMMENÇAL es SUBARU
El espíritu del genial "enfant terrible" Max Commençal, fundador de Sunn, está detrás de estas bicis con sede en Andorra. Bicis con mucha personalidad, espíritu racing, robustas, modernas y estéticamente atractivas. Igual que los míticos Subaru Impreza del mundial de rally. Relaciono Commençal con esos Subaru deportivos, robustos y con una gran presencia allí donde van. Dos marcas fuertes, en cierto modo minoritarias pero con suficiente prestigio para que la gente que ve uno por la calle diga “eh, mira una Commençal”. O un Subaru. La una, gracias al nombre del fundador, y la otra gracias sobre todo a los míticos mundiales de rally con Colin McRae o Peter Solberg. Subaru significa "unido" en japonés. Commençal debe ser el apellido más raro y feo de toda Francia pero, curiosamente, estampado sobre un tubo diagonal queda bien. 

TRANSITION es VOLVO
El estado de Washington y Suecia comparten varias cosas. Son territorios boscosos, húmedos, hostiles, invernales. Cabañas de madera, camisas de cuadros y hombres barbudos. Tipos que tienen que coger una pala para salir de casa en invierno. Y luego montan en bici. Sí, también en invierno y aunque no tengan caminos por dónde hacerlo. Se los inventan en los árboles. Talan un árbol de 20 metros en dos minutos y se hacen unas pasarelas, unos peraltes y listo. A montar. Ese tipo de gente es la que fabrica Volvos y Transitions. Vehículos robustos, fiables, toscos, sencillos, pero tan efectivos como un hacha sobre un tronco de abeto.

BIANCHI es LANCIA
Otra vez, veo imposible relacionar una marca italiana si no es con otra. Y más hablando de Bianchi. Uno de los primeros fabricantes de bicicletas de Europa que ha convertido su marca en una institución. Cuando puedes permitirte que tu marca sea un escudo con un águila, y no cambiarlo desde el siglo XIX, quiere decir que tienes un MARCÓN. Si los ingleses fabrican “categoría”, los italianos fabrican “clase”. Que no es lo mismo. Tú puedes tener un producto de categoría (caro, exclusivo, prohibitivo) y dar la nota si sales a pasear con él en camisa hawaiana y alpargatas. No pega. En cambio, la “clase” que da un producto italiano como Bianchi o Lancia, hace que una hawaiana y unas alpargatas sienten bien. Eso es tener clase. Y una Bianchi es capaz de convertir a un poligonero en un tipo con clase. Esos colores turquesa racing de las míticas Bianchi Martini y el emblemático Lancia Delta de rally, en blanco y colores Martini, son iconos del diseño.

Continuar a Parte III 

jueves, 14 de febrero de 2013

Historias del ciclismo (III)

Hoy no voy a hablar de una historia del ciclismo de carretera sino de los primeros pasos del mountain bike. El primer Campeonato del Mundo de mountain bike oficial tuvo lugar en Durango, Colorado, en 1990. El famoso mundial que ganó en su casa Ned Overend con 35 años y aquel manillar integrado Profile, seguido por Thomas Frischknecht, a quien Overend adelantó en la última vuelta; y Tim Gould, que fue tercero. Sexto fue un tipo extravagante con una Yeti, rueda lenticular y manillar de carretera, un tal John Tomac, que venía de correr en el Motorola de carretera y en BMX. Ese chaval también quedó cuarto en la prueba de descenso, carrera que ganó Greg Herbold.
Greg Herbold en Durango, 1990.

Eso lo sabemos todos, más o menos. También sabemos que al año siguiente, el Mundial cruzó el charco y se hizo en Il Ciocco, Italia. Fue el mundial que consagró a Tomac, que ganó la prueba de cross country y quedó segundo en la de descenso, y ese mismo año también ganó la primera Copa del Mundo (la Grundig) de cross country, con la Raleigh USA y horquilla Tioga. Ha sido la única vez que un mismo corredor se ha colgado una medalla de oro y otra de plata en cross country y descenso. Y puede que la última...

Lo que no se suele conocer es que el primer mundial no oficial se celebró en la vieja Europa. Y cómo no, en otro país con larga tradición ciclista: Francia.

John Tomac en el mundial de Durango, 1990.
El mundial de Villard de Lans
Hubo tres mundiales no oficiales antes del primero que reconoció la UCI. Y el primero fue en Francia. Sí, qué le vamos a hacer. En esto también ganan los franceses. El mundial de Villard de Lans, un pequeño pueblo alpino muy cerca de Grenoble, fue en 1987. Precisamente, el año pasado se celebraron los 25 años de aquella prueba, y se organizaron varios eventos en el pueblo, asistencia de Ned Overend incluida. Habría sido bonito ir a verlo, pero como suele ser habitual, aquí no nos enteramos de estas cosas. Ese mundialito lo ganó Ned Overend (fue su primer mundial), seguido por... ¡Joe Murray! a ¡¡cinco minutos!! y unos jovencísimos Fililp Meirhaege (16 años) y Christian Taillefer, campeón y subcampeón del mundo en categoría junior, respectívamente. Dos años más tarde, Meirhaege se colgó otra medalla de oro de cross country junior en otro mundial apócrifo, el de Spa 1989. Y algunos años más tarde, el belga fue otra vez campeón del mundo, esta vez senior (Lugano, 2003). Y efectivamente, luego le cazaron por dopaje. Meirhaege. Un pionero que debió pasarse al lado oscuro por alguna extraña razón..

En fin, según cuentan, la representación española en aquel primer mundialito de 1987 la puso Juanma Montero, nada más y nada menos. Otra curiosidad más de aquel puñado de locos aventureros que sin saberlo se estaban convirtiendo en los primeros participantes en un mundial de MTB.

Por aquel entonces el mountain bike era menos que un deporte, era una absoluta frikada de unos pocos flipados. Pero incluso para ellos, ya era un acontecimiento especial.

Sobre todo resulta impactante fijarse en aquellas bicis, que lo mismo las utilizaban para cross country que para las carreras de descenso. Verdaderas joyas que no está mal volver a recordar de vez en cuando. Principalmente porque son bicis cargadas de historia.

Este vídeo es un resumen de aquel mundial de 1990 en Durango. Lamentablemente no he encontrado nada en Youtube sobre el mundial oficioso francés, pero sí algún documento interesante como este.



PD.- No puedo dejar de fijarme en este pedazo de obra de arte hecha en 1990.


jueves, 31 de enero de 2013

El mundo Strava

Uno de los fenómenos colaterales de la crisis económica que vivimos ha sido la invasión de deportistas en la montaña. Los gimnasios, piscinas y polideportivos se han vaciado en algunos casos, aunque en otros bien es cierto que también han visto aumentar sus socios. Pero en todas partes hay gente corriendo y montando en bici. Supongo que algunos, los que aún tienen un trabajo, buscan el deporte como vía de escape del estrés. Otros, que forman parte de ese ejército de 6 millones de parados -el ejército de EEUU tiene sólo 1,4 millones de soldados en activo-, se dedican con acierto a cuidar de cuerpo y mente, ante el riesgo de caer psicologías negativas, etc. Pero en general el deporte se ha consolidado como un valor social. "Hay que hacer deporte porque es bueno para la salud", dicen. De repente, la buena salud es un síntoma de bienestar. Como si ese concepto de "lo saludable" se quiera asociar a un estado individual y personal, casi espiritual. Y tiene sentido, porque esta idea se completa con un sofisticado plan para privatizar los servicios de salud desde el (los) gobiernos. Es como decir: "la salud es cosa de cada uno". Cuidate tú mismo porque el Estado no te va a cuidar. Eso sí, tampoco te va a poner fácil que tengas una buena salud. Pero si quieres, hay muchas formas de mantener una buena salud y estar guapo o guapa. Así no caerás enfermo. Caer enfermo es un fracaso personal, como el paro.

Es hacia donde vamos. El discurso entre líneas.

Pero en el fragor de este océano turbio y turbulento, a veces se ven pequeñas luces, lejanas boyas a las que seguir fijando el rumbo. Y algunas de ellas tienen que ver con la tecnología, precisamente uno de los malvados aliados de la super estructura y del océano turbio, para muchas personas. Sí, la tecnología puede tener todos nuestros datos, movimientos, gustos, apetencias, y un sinfín de información sobre nosotros. ¿Y? ¿Alguien sigue siendo tan naif para pensar que puede esconderse del ojo del gran hermano? ¿Siendo aborigen australiano, quizás? Quienes reniegan de la tecnología por la sospecha de que ésta controla nuestros pasos es porque no son conscientes del mundo en el que viven. Ya es un hecho; ya sucede.

De forma que aprovecha la tecnología (eso sí, racionalmente, minimiza el impacto, la huella digital, etc) y úsala en tu beneficio. En beneficio del gran circo que hay montado.

Pues bien, esto es Strava. Una extraordinaria aplicación desarrollada en Silicon Valley (es decir, la cuna del mountain bike), que permite grabar tus rutas y entrenamientos, extraer perfiles, medias, y todo tipo de datos. Hasta ahí todo normal y común con otras apps. Pero lo mejor de todo es esto: con Strava puedes comparar segmentos de tus recorridos con los de otros usuarios worlwide que también hayan hecho esos segmentos. Por ejemplo: si Tomi Misser (esto es verídico) ha hecho la misma ruta que tú (cosa bastante fácil), podrás comparar tu performance con la suya. O con la de tus colegas. O bajarte la ruta con la que quieras compararte con otro cualquiera. Con Hermida.

Y es genial. Una idea brillante para hacer de tus rutas, entrenamientos o lo que sea, experiencias únicas al alcance de cualquiera. Elevar a la categoría de global las cosas más individuales y de pequeña escala. Lo grande y lo pequeño relacionado con lo universal y lo municipal. El tramo de trialera en el que has marcado el mejor tiempo llega hasta un tipo de Marin County. Las cuentas de un tal Bárcenas y las islas Bermudas.

Una época fascinante, sin duda.

(Una prueba de producto como nunca la leerás en una revista de bicis).


 

viernes, 4 de enero de 2013

Nuestros caídos

En las últimas semanas han perdido la vida dos grandes ciclistas en la carretera: Iñaki Lejarreta, el 16 de diciembre, con 29 años de edad; y ayer mismo el sudafricano Burry Stander, de 25 años. Dos ciclistas cuya muerte, por ser reconocidos, ha trascendido en los medios (ligeramente, eso sí). Pero que se suma a las de otros muchos anónimos, víctimas de las carreteras. España es el país de Europa con más muertes de ciclistas en sus carreteras. Mientras el gobierno se hinchaba de satisfacción recientemente al decir que en 2012 se han alcanzado las mismas muertes en carretera que en 1960, no se decía que el único grupo -junto a los motoristas- donde han aumentado los accidentes han sido entre los ciclistas: 47 muertos en 2012, 14 más que en 2011.

Para un usuario habitual de la bici en la ciudad como yo, el contacto con los automóviles es algo normal y cotidiano, aunque no por ello menos peligroso. Al revés. La coexistencia de ambos vehículos en un entorno pensado para los primeros, y en el que las bicis jugamos en campo visitante permanentemente, se puede aprender a llevar bien. Pero las cosas se rompen por el lado más frágil, y en este caso son las bicis. Y hay mucho palurdo que no sabe conducir.

Por eso, se necesita mayor concienciación de los conductores hacia los ciclistas. No sirve de nada implantar o regular el uso obligatorio del casco, por ejemplo. La mayoría de los accidentes se deben a imprudencias de los conductores y a un índice alto por consumo de alcohol o drogas. La UCI, como responsable de las federaciones internacionales de ciclismo, debe presionar a los países para que legislen discriminando positivamente a los ciclistas. Y las federaciones, clubes ciclistas, tiendas y todos nosotros, presionar también a los gobiernos para que nos escuchen y aumente la concienciación de los conductores. Y sí, también la precaución de los ciclistas.

Pero mientras esto no suceda y se siga ninguneando al ciclista, lo único que se puede hacer es saltarse a la torera la normativa, no reconocer a una autoridad que no nos tiene en cuenta, y ser un "insumiso vial", eso sí, montando con los siete sentidos puestos en la carretera. Estamos solos ahí fuera, jugando en campo contrario, pero somos más fuertes.

Descansen en paz nuestros compañeros.

viernes, 5 de octubre de 2012

Ritchey


Tom Ritchey's 40-Year Ride (English subtitles) from Jay Bird Films on Vimeo.

Un bonito vídeo homenaje al gran Tom Ritchey, al que tuve la suerte de entrevistar hace unos años, por sus 40 años creando bicis.

lunes, 13 de agosto de 2012

En Andorra

Este año he repetido fin de semana de camping y riding (campriding?) en Soldeu, después de que el año pasado saliera tan bien y me quedara con tan buen sabor de boca. Ya se sabe que lo bueno si breve, dos veces bueno. Así que prefiero subir a Andorra en un fin de semana intenso que pasarme una semana allí y destrozarme a mi y a la bici.

Así que me he dedicado esta pequeña escapada que tiene pinta de incorporarse al calendario anual de eventos bikers con el nombre de Acampada Biker Solo, Andorra Camp o algún absurdo nombre parecido. Cuando toda España estaba a 40º a la sombra en Andorra tenía que ponerme una chupa para estar a la intemperie a partir de la tarde. Un paraíso.

Como siempre, las praderas a 2.000m del dominio de Grand Valira han ofrecido un excelente estado y un magnífico nivel de senderos. Las bajadas habituales del bikepark junto con algunas secretas que amablemente me dieron a conocer un par de locales. Todo muy bien mantenido, muy bien pensao, y muy divertido. Realmente, yo con mi Black Mamba era un rara avis entre tanta bici de DH, pero por donde yo bajaba no necesitaba más. Aparte que en alguna ocasión tuve que pedirle paso a algún descender... Que tienen esa manía de ir parando cada 3 minutos en medio del camino para no cansarse los brazos...

Fue gracioso cuando, yendo en un telecabina con dos de estos descenders, y las bicis enganchadas fuera de la cabina, uno de ellos dice: "¡pero si vas con una bici de rallye!" -refiriéndose a mi Blur LT de 140mm-. Pues sí, jeje -pensé yo-. Ya ves, ahora 140mm es una bici de rallye, y es con lo que yo venía aquí a montar hace 10 años, cuando no había bikeparks. No me caen mal los descenders, ni mucho menos -yo fui uno de ellos hasta no hace mucho-, pero el comentario me dio que pensar. Espero que los descenders no piensen que los bikeparks son sólo para ellos y sus bajadas cronometradas. Quiero pensar que la mayoría de ellos saben que el mountain bike existe, aparte del descenso, y que no necesariamente los que no nos ponemos peto ni integral somos unos rallymanes. Pero a lo mejor es mucho suponer, no lo sé... Habrá de todo.

Una marmota. Papá Marmota, probablemente.
De lo que estoy seguro es de que ninguno de esos descenders se paró a ver las marmotas que abundaban por las cumbres de Canillo y Encamp. Y a mi fue lo que más me gustó de todo el fin de semana. Iba bajando por una sucesión de curvas y switchbacks divertidísimos, cuando escuché muy cercano el silbido de una marmota. Frené en seco, me paré y miré alrededor, porque no podía estar muy lejos. Efectivamente, a menos de 10 metros de la curva había una marmota parada, a unos pasos de la entrada a su madriguera, donde asomaba el hocico de otra (macho y hembra, supuse). Así que me quedé quieto y muy, muy lentamente abrí la mochila, saqué la cámara y le hice unas cuantas fotos. Estuve unos cinco minutos allí quieto, sin moverme, igual que la marmota. Sabiendo que nos estábamos observando. Luego seguí hasta abajo del tirón, contento.

Y es que ver animalejos en la montaña es una de las cosas que hacen del mountain algo más que un deporte de acción. Recordad, amiguitos descenders: mirad a vuestro alrededor y descubriréis cosas increíbles, como... ¡la montaña!




miércoles, 9 de mayo de 2012

"Home is where the road is"

Bueno, las últimas semanas han sido algo movidas. Parece que estoy siempre sobre un camino. De ahí el título del post... El mes de mayo siempre trae consigo eventos, viajes, carreras y cosas así, y este año está siendo igual. Primero, remontándonos al último post, al final no pude participar en la Trek12. Una lástima, pero supongo que viendo los tiempos de la categoría en solitario más me vale no haber ido, sopena de hacer el ridículo... ¡La gente está fuertísima!

Últimos kilómetros de la Maratón
de Monegros, entre polvo y barro.
Esto lo comprobé el sábado pasado en la Orbea Monegros 29er, una clásica que este año he repetido por cuarta o quinta vez, porque es un espectáculo de paisajes y de afición. Es como un gran premio de Jerez o de Assen, algo así como la meca del MTB de competición amateur. De los casi ¡¡6.000!! inscritos, los que tiraban tiraban mucho, pero mucho. La crisis está generando (ya lo he dicho antes) una raza de deportistas super-entrenados. La gente tiene más tiempo para entrenar y todo eso. Pero 6.000 participantes en una prueba de MTB (de la que por cierto no se ha oído hablar en los grandes medios) da que pensar.

Pero aparte de eso, y entre ambos eventos, hubo uno bastante especial que fue el curso de monitores de la Escuela Española de MTB, de la que puedo decir orgullosamente que formo parte desde este año. El curso, celebrado el 28 y 29 de abril en Robledo de Chavela en un clima invernal, fue un éxito con alrededor de 60 alumnos y alumnas, entre ellas la olímpica Silvia Rovira. Mucha gente, mucho nivel y muchos proyectos que se están fraguando entre los entusiastas del MTB y los deportes de montaña. Gente interesante, sana y con intereses comunes, de los cuales seguro saldrán nuevas relaciones y contactos. Una magnífica experiencia, en suma, para proyectar el lado emprendedor del MTB como actividad de ocio y de empresa deportiva sostenible.
Sesión práctica del curso de Monitor-Guía de la EEMTB

Y este fin de semana nos espera la III Kedada Zona Zero en Aínsa, una kedada enduro que ya el año pasado nos dejó un sabor de boca excelente y que este año no nos hemos pensado repetir. Aunque arrastro (de nuevo) problemillas físicos (esta vez una inoportuna gastroenteritis), espero estar a tope para disfrutar de los senderos y trialeras del Pirineo oscense. Por cierto, me declaro fan incondicional de la provincia de Huesca y de su variedad paisajística.


jueves, 19 de abril de 2012

Trek12... ?¿

Este año tenía como reto la 24Doce de Moralzarzal, en junio. Pero hace poco supe que la organización de la prueba había creado una serie de carreras del mismo formato, pero de 12 horas, a disputarse entre enero y mayo, con la emblemática prueba de Moralzarzal como fin de fiesta. Esta sí, de 24 horas o de 12. Una de estas pruebas de 12 horas, repartidas por toda España, cae en Cataluña el próximo sábado. Así que me apunté sin dudarlo hace varias semanas. He estado entrenando, mentalizándome para la prueba en solitario...


Bien, hoy jueves, estoy en casa con un resfriado de tres pares de co... narices, y tengo serias dudas de si podré ir a la carrera el sábado. Lo mejor de todo es que no había tenido ni un solo resfriado en todo el invierno, ni desde hace meses, y me ha tocado justo ahora. Es lo que se llama "una situación oportuna". O lo que comúnmente también se puede llamar "una verdadera putada".

En fin, es lo que hay. Espero recuperarme en tiempo récord a base de agua con miel y limón, vahos de eucalipto, frenadol y sesiones de cama-sauna y manta... Es sabido que nada más salir de un resfriado o una gripe (al menos a mi me pasa) vuelves a hacer deporte con más ganas y los pulmones más despejados. También influirá, claro está, la sensación de euforia y las endorfinas que vuelven a activarse después del letargo..

De todas formas, si los futbolistas pueden reponerse de un día para otro de gripes, resfriados, luxaciones o esguinces ¡no sé por qué los bikers no!

Un adelanto de la prueba

jueves, 1 de marzo de 2012

Pieza de museo

Corría el año 1993. Una feria de bicis ya extinguida, en Madrid. Los ojos como platos viendo artefactos de ruedas gordas que no había visto en la vida. Extraños modelos que ni siquiera se veían en las revistas, las bicis de competición más increíbles (bicis de descenso con 10 cm de recorrido), y todo lo que en aquel momento era lo último de lo último.

Entre todas esas cosas, una bici. Esta. No recuerdo bien si era el modelo Manitou de Doug Bradbury himself o la versión que hizo Marin de ella. El caso es que ese basculante trasero con dos botellas Manitou en cada tirante se me quedó registrado en el disco duro como uno de los diseños de bicis más atrevidos (no sé si eficaces) de todos los tiempos.

Ahora, 19 años después, una tarde de charla con un buen colega de una tienda amiga, ese cuadro vuelve a la actualidad. El inesperado regalo de mi colega: un cuadro Marin Team FSR, con el basculante roto y soldado infructuosamente, lleno de marcas y heridas de guerra, de aluminio 7005, con formas y mecanizados exquisitamente retros, botellas Manitou gripadas e inservibles... Una pieza de museo.

La loca idea de un museo de MTB en mi pueblo cada vez es menos loca...!

Aquí el resultado después de un rápido pulido

miércoles, 22 de febrero de 2012

Descensos urbanos... para los pobres

Desde hace unos años se disputa lo que ya se ha convertido en un clásico de los descensos de pretemporada en el calendario internacional: el descenso urbano de Valparaíso, Chile. Han dado la vuelta a YouTube los vídeos del eslovaco Filip Polc bajando a toda pastilla por las estrechas calles y los enormes saltos del circuito de Valparaíso. Acaba de disputarse la edición 2012, que ha ganado el chileno Mauricio Acuña. Aqui la edición 2011 y la cámara subjetiva de Antonio Leiva:



Descensos urbanos hay en muchas ciudades como el pionero de Lisboa, en Santos (Brasil), Guayaquil (Ecuador), el mismo Rio de Janeiro; Medellín, Manizales (Colombia), etc. ¿Veis alguna característica en común?

Con la excepción de Lisboa, se trata de países de Sudamérica, en desarrollo, con clima tropical o en verano austral en estas fechas, y en los que un evento así supone un acontecimiento mediático y popular importante. De esta forma, los pilotos que compiten en la copa del mundo de DH entrenan la pretemporada y se lo pasan bien en países exóticos y baratos para los organizadores del evento. Y lo más importante: que los pilotos locales se ponen las pilas y dan lo máximo de sí mismos para batir a las estrellas del descenso internacional. ¡Y lo consiguen! Si no, ved el vídeo del descenso urbano de Santos para escuchar a Greg Minaar o Cedric Gracia su respeto hacia los pilotos locales.

Por eso, más allá de llevar la bicicleta de descenso a los países pobres o en auge -en lo que hay una clara estrategia de marketing-, organizar pruebas internacionales para que los "pros" luzcan palmito como estrellas me parece bastante injusto. Es como organizar carreras promocionales de Formula 1 en un país con pilotos locales, y luego no dejarles participar en el mundial. No deja de ser un espectáculo y un entretenimiento para la gente, y para los practicantes del MTB -que los hay, y muchos- en estos países. Pero también es ponerles un trozo del primer mundo ante sus narices para después desmontar el tinglado y marcharse con el circo a otro lado. Excepto, claro, cuando un local como el chileno Acuña gana a las estrellas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Bikeaholics

Afortunada e increíblemente, el universo de Internet cada vez alberga más masa crítica ciclista. Por doquiera que navegues hay infinidad de blogs, páginas, revistas online, tweets, magazines, dedicados a alguna de las muchas modalidades de ciclismo actualmente. ¿Vivimos quizá una globalización del ciclismo? ¿Una maniobra comercial? ¿Tan bien encaja la cultura online con la cybermodernidad y las bicis? Es muy posible. Es más, creo que es un jodido hecho! Los urbanistas más autorizados cada vez promulgan con menos vergüenza las bondades de la bici y su impacto positivo en las ciudades del siglo XXI. La sostenibilidad que abandera la bicicleta impone su lógica y campa a sus anchas en las ideas alternativas a la economía capitalista y la movidad urbana, el desarrollo sostenible y el transporte.

Lo que hasta hace poco tiempo era una especie de subcultura underground (aún con muchos gafapasta, correcto) se está convirtiendo en un elemento más de la nueva teoría (todavía alternativa, eso sí) que intenta superar el sistema imperante. Evolucionar. Las bicis, que durante años se han visto relegadas a ser poco menos que un juguete por culpa del imperio del automóvil, vuelven con fuerza y vuelven para quedarse. Y sin ser siquiera un elemento deportivo o competitivo, sino como el vehículo más humano, sofisticado y completo que ha sido capaz de inventar el homo sapiens.

Vamos, que las bicis molan y cada vez hay más gente consciente de eso. Bien por moda o por convencimiento, los enfermos de la bici ya no son tan enfermos y frikis como la gente normal pensaba, sino que somos cada vez más un movimiento silencioso y engrasado que se autoorganiza para derrocar el Orden Establecido (más o menos).

La última prueba, para mi extraordinaria y revolucionaria, de este movimiento silencioso pero contundente, es esta web.

martes, 3 de enero de 2012

Propósitos


Empezamos el año con una cuestión típica y tópica, pero no por ello menos interesante: ¡propósitos de año nuevo! Es inevitable, a los occidentales nos encanta hacer listados de cosas. Así que, por esta vez seguiremos la corriente y jugaremos a ser alguien interesante, de esos que tienen un puñado de metas y principios impertubables, y eso que queda tan bien en las pelis tipo Jerry Maguire o así.

1. Un propósito no relacionado con la bici:
- Inteligencia y valor, para que la mierda no me salpique. Y seguir haciendo mi propia cerveza.

2. Un propósito de mantenimiento para la bici:
- Vigilar de cerca el basculante de la Blur, intentar conseguir una nueva horquilla para ella; y proteger con mi vida a la Sunn.

3. Un propósito relacionado con montar en bici:
- Hacer más kilómetros que la furgoneta de Locomía.

4. Una ruta obligatoria para 2012:
- La 24Doce de este año no se me escapa. Si puedo meterme en la Titan Desert. Y hacer los 4 viajes-ruta clásicos: mi pueblo, Calatayud, Madrid y Aínsa.


...Y de regalo, para toda la audiencia fiel de este blog, las 10 claves del año 2011 que acaba de terminar. Un análisis riguroso y pormenorizado de todas las cuestiones de máximo relieve social que han dado de sí en el mundo, un año que será recordado como la mierda desde el punto de vista socioeconómico. Las claves para comprender el devenir de los tiempos, la síntesis hecha luz en una época convulsa y turbia.

Al fin y al cabo esto es un blog, pero deberían darme el Nobel por enumerar las claves del progreso humano en lo que ha sido mayormente este año:

En lo positivo: 
- los nuevos spots como Aínsa
- los reencuentros con viejos amigos
- la cerveza casera
- conocer Nápoles y Sicilia
- subir a un volcán en activo
- encontrar una ganga de bici del año 94 y petarlo con ella
- encontrar la horquilla más ligera del mercado y metérsela a una super Heckler
- el segundo verano en Les Angles
- el Día de la Reina en Amsterdam
- subir el Puigmal
- salud a tope
- la nueva peli del Team
- become a Mountain Bike monitor
- mantenerse firme y aguantar las tormentas de arena
- echarle huevos y cambiar las cosas que no te gustan
- el fin de ETA parece definitivo
- el 15-M y las revoluciones en el mundo árabe
- dormir feliz por las noches

En lo negativo:
- un país de lobos y corderos (o de chorizos y paletos).
- perderme la 24Doce
- picadura de medusa en la cara
- perderme 4 horas en la montaña
- el tiempo perdido por culpa de preocupaciones laborales
- días con falta de horas para hacer cosas que quería
- esto no es una crisis, es una estafa
- y los culpables siguen robando
- parece que hace buen tiempo...
- ...pero en el fondo es mucho peor que buen tiempo
- no he ido a ningún concierto este año
- la era de las prohibiciones y las restricciones se consolida
- siempre hay alguien que está peor que tú.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Proyectos


El otoño prometía ser "caliente" en cuanto a actividades, digamos, laborales. Y no está defraudando. A algunos cambios y reubicaciones en mi actual trabajo (para mejor, afortunadamente), hay que añadir algunos interesantes proyectos "extraescolares", como es el de la EEMTB, la Escuela Española de Mountain Bike, de la cual formo parte y en la que obtuve el título de monitor y guía de MTB. Ahora estamos trabajando con ellos desarrollando la web y la nueva línea de comunicación en un bonito proyecto que empieza prácticamente desde cero, si bien la escuela lleva funcionando desde 1998.

Eso, empezar un proyecto "desde cero" es casi lo más excitante de un trabajo y de una aventura como esta. Lo cual me lleva al siguiente Gran Proyecto en el que estoy ya casi sumergido, a punto de hacer "chafúm": la fabricación de cerveza artesanal. Efectivamente, amigos. Con la ayuda de Dios y del Congreso, espero algún día convertirme en un flamante microproductor de cerveza, conquistar el mercado de Alcoba de la Torre, fundar una asociación de amigos de mi birra, ponerme pedo con mi propio mejunje, y por fin dominar el mundo.

Lo que quiero decir es que... con la que está cayendo ahí fuera, la única forma de mantener la cabeza despejada es tenerla ocupada con proyectos. Y eso hago. No sin antes hacer una recomendación a la descabellada audiencia de este blog. No quisiera pasar la oportunidad para hacer propaganda electoral y decir: Vota útil. Vota Bob Esponja.

miércoles, 1 de junio de 2011

Como perros sin collar

La carretera que conduce a Aínsa ya daba señales de que aquello iba a ser extraordinario. No era normal el color del pantano, ni los árboles sumergidos a media altura en el agua. El color turquesa, uniforme en todo el pantano, y el contraste con los tonos grises de las colinas de margas resaltaba en la tarde, que ya caía en esas altitudes. Los tonos anaranjados se reflejaban en las cotas altas de la Peña Montañesa, pero abajo en el pantano era el turquesa el color dominante. Y en las montañas, los grises del suelo y los verdes oscuros de los pinos. Y al fondo, Aínsa.

El plan era sencillo: elegir una de las 12 rutas que proponía la organización de la Quedada Zona Zero y completarla alegremente durante la mañana, para dedicarnos al solaz durante la tarde y la noche. Quizás el domingo haríamos otra ruta. Mientras tanto, disfrutando de la compañía de buenos colegas llegados de Madrid y Barcelona: los Team Members oficiales Dani y Simon, los grandes Jesús, Charlie y Carlos, desde Madrid, y el inconmensurable Willy desde Barcelona.

Así que el sábado de buena mañana nos dirigimos hasta la plaza central de Aínsa, donde nos esperaba la organización con un chocolate calentito. Despertamos un poco entumecidos por el recibimiento de la noche del viernes, que como siempre se prolonga un poco más de lo debido. Pero nos espabilamos pronto nada más salir del camping donde estábamos, y afrontar el primer sendero a la puerta del bungalow, como quien dice. Un sendero de subida por un bosquecillo hasta el castillo de Aínsa, un pueblo medieval precioso, empedrado y con olor a MEDIEVOOOO!

Pero el chocolate nos sentó como una patada. Ya íbamos con el estómago un poco revuelto, y aquello nos sacudió. Así que nada mejor que empezar la ruta subiendo para poner al organismo en su sitio. Senderos y pistas de subida, bien bonitos entre un cauce de lajas y pizarra, entre un riachuelo, fue el comienzo del tomate. Sabía que con esas referencias paisajísticas de los alrededores la ruta no podía defraudar.

Aquello iba poniéndose bonito e interesante. Tras ganar una buena cota, accedimos a un sendero endurero donde ya empezamos a salivar. Buenas piedras donde poner en práctica la técnica que cada uno buenamente tenga. Falso llano en trialera por bosque: un favorito. Piedra por aqui, raíz por allá... precioso. Enlazado una bajadita de vez en cuando... fantástico. Esto marcha.

Poco después subimos y bajamos cota casi seguido. Primera bajada interesante del día entre un canal de margas y colinas naturales de piedra suelta pero con una tracción sorprendente. Fabuloso. Y el paisaje, que sigue ganando: bosques y más bosques de coníferas, robles y boj, de media montaña prepirenaica.

Tras atravesar un pueblecito comenzó una dura ascensión prolongada por asfalto hasta otro pueblito, Oncins. Fue la parte más pesada, pero luego lo agradecimos. Porque empezaba un descenso casi contínuo por senderos ya de vuelta hasta Aínsa. Primero, una parte técnica de piedra suelta entre rocas, agujeros y cortados; luego una parte rapidísima de pedaleo por trialera abierta; y después un enlace hasta el tramo mágico de Bosque Bóveda (la especie autóctona de estos lugares): un larguísimo, merecido y esperado ¡¡singletrack por bosque abovedado!! El rey de la selva, el puto amo de las especies de caminos, la pieza maestra de todo buen cazador de senderos. Un pedazo de singletrack como Dios manda, con sus curveos, peraltes, zonas rápidas, de ir pedaleando a muerte rozando los árboles e ir gritando de gusto y de alegría. Uno de los mejores singletracks que puedo recordar, sin duda. Generoso, noble y completamente entregado a la causa. ¿O quizás era una hembra?

Pero no terminaba ahí la cosa. Después de unos 15 minutos de éxtasis quedaba lo mejor: como cuando terminas una Guinness y llegas a la espuma. Bueno, en realidad sólo podría compararlo con el sexo, pero tampoco voy a entrar en detalles porque quedaría demasiado porno describirlo con un símil.

Lo que hicimos después de ese singletrack pensaba que solo sucedía en los vídeos del Kranked. Pero no. Resulta que en HUESCA, ESPAÑA también. Un jodido descenso por una sucesión de dunas y colinas de margas, piedrecillas grises compactas, como una montaña rusa de asfalto granulado. Una jodida montaña rusa en medio del bosque y de colinas arcillosas como nunca antes había visto, salvo en las Bardenas o los Monegros. Pero aqui tú mismo ibas haciendo tu propia línea entre las colinas. Freeride. El puto éxtasis. ¡Y todo está grabado!

Así que después de semejante cierre para la ruta, sólo pudimos celebrarlo el resto del día. Una ruta épica para un día épico en el que todos disfrutamos como jodidos perros sin collar.

martes, 17 de mayo de 2011

Droga dura

A casi 3.000 metros, la montaña del Puigmal es una de las cumbres más altas de Cataluña, y una cima mítica para los muchos aficionados catalanes al montañismo. El Puigmal también marca la frontera (no real, pero casi) entre España y Francia, y entre el pirineo catalán y el francés, en plena Cerdaña. Es una montañita muy atractiva, en definitiva. Y muy turística. En el lado catalán del Puigmal existe un centro-resort desde donde se pueden hacer infinidad de rutas: el Valle de Nuria que, a pesar de ser bastante turístico, es de visita obligada para cualquier aficionado a la montaña.

El Valle de Nuria tiene una mezcla de verbena montañera y santuario mariano, -de cierta grima, por tanto-, pero es un sitio que merece la pena totalmente. Más que eso: es imprescindible si se tiene la ocasión de ir por la zona. Sobre todo para perderse por los senderos que se adentran en los valles y los bosques, y para intentar subir al Puigmal. Es una especie de campo base perfecto para atacar un montón de rutas. Y la más emblemática de todas es el Puigmal.

Sin madrugar mucho, el domingo nos levantamos un tanto escépticos. La tarde y la noche anteriores había hecho muy mal tiempo, pero el domingo amaneció completamente despejado, para sorpresa mía.  Creo que esa sensación de incertidumbre cuanto te levantas, vas hacia la ventana y ves que hace buen día... es una de esos momentos en que parece que te estás jugando que la ruta, la excursión, el día entero que has estado esperando salga bien o sea un fracaso. Y cuando abres la ventana y ves que hace un sol radiante... es como cuando ganas a la lotería o a las cartas. Te la juegas a cara o cruz, y te sale cara.

Tras un desayuno pantagruélico, pusimos rumbo a la cima. Dos horas 45 minutos estimadas. La cosa empieza fuerte, con una subida preciosa entre un sendero de pinos. Me hago con un buen bastón-rama, y poco a poco vamos calentando el ritmo. El bosque desemboca en un collado que a esas horas está lleno de escarcha nevada, pero sólo en la cara norte del suelo. De forma que si mirabas hacia adelante, hacia el norte y a contrapelo, veías algunos trazos de nieve sobre la hierba, pero si mirabas hacia el sur lo veías todo blanco, al estar de cara al norte. Un efecto divertido.

Seguimos subiendo, cada vez con menos vegetación. El deshielo de la primavera va descubriendo ríos bajo los neveros, horadando y derritiendo las acumulaciones de nieve y dejando paso a enormes torrentes de agua clara. La vegetación está en pleno estallido de vida después de meses bajo cero, aunque el día tampoco invita a mucho destape, ya que un vientecillo del norte mantiene las cosas en su sitio. Algunas marmotas corretean por las laderas, silbando.

La nieve ya se puede ver en todas las cumbres que rodean el valle, aunque a nosotros no nos toca pisarla hasta los últimos tramos de la subida. Justo cuando empieza la piedra, ya sin vegetación ni tierra bajo las botas. Piedras y rocas sueltas forman la base de la cumbre, y el viento cada vez es más fuerte. Hasta la cima, la ascensión se hace a paso cada vez más lento, pendiente y rítmico. Cristina y yo, con prendas algo rudimentarias, sin guantes y casi "de paseo" vamos a buen ritmo. Empezamos con mucha precaución y sin mucho convencimiento de llegar a la cima, pero poco a poco nos hemos ido creciendo y sintiéndonos más cómodos. Nos cruzamos con algunos montañeros ultraequipados que suben o bajan corriendo, y en ese momento me parece una locura total, aunque luego no lo será tanto. Cuando estás concentrado regulando la respiración y el ritmo de subida, y ves bajar a unos tíos corriendo por donde tú subes te parece una barbaridad. Pero poco después tú estás haciendo lo mismo...

A pocos metros de la cima el viento se hace más y más fuerte. Y al llegar a la cumbre es insoportable. Al sacar las manos para hacernos la foto de rigor comencé a notar que a cada segundo que pasaba me ardían más los dedos, hasta dejar de sentirlos durante un momento. Entonces me acojoné, y comencé a bajar de la cima. ¡El frío era increíble! El chubasquero me protegía bien, pero en las manos sencillamente no podía moverlas! Así que tras unos pocos minutos arriba, comenzamos el descenso.

Entonces vino la parte divertida: como ya me pasó al bajar el volcán Izalco, en El Salvador, el descenso entre piedra suelta cuando la montaña es muy pendiente, se hace esquiando. Es decir, bajar soltando frenos como si estuvieras sobre nieve. Espectacular. Mucho más fácil que si bajas cargando las patas.

Tras celebrar el ascenso y el descenso en poco más de 4 horas, la sensación de haber cumplido con el objetivo marcado fue reconfortante. Una pequeña montaña de 3.000m, de paisajes espectaculares, que marca una gran experiencia. Siempre quise dedicar más tiempo a subir montañas, algo que siempre he hecho, pero menos de lo que quisiera. Mi primo, un consumado montañero, lo llama "la droga más dura". La adicción máxima. ¿Más que la bici? No lo sé. Pero me ha gustado tanto este viaje, después de un tiempo sin probarlo, que ya estoy buscando repetirlo. No recordaba que era tan buena. Sea como sea, cualquier cosa que sucede en la montaña, es adictivo y bestial.