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jueves, 18 de octubre de 2007

La potencia cuando pinchas no sirve de nada

La maldición de los pinchazos que llevo arrastrando en los últimos meses puede tocar a su fin a partir de este fin de semana. Después de una desafortunada y descabellada idea como fue la de comprar un par de Maxxis Mobster similares en peso a las ruedas de un tractor John Deere, he vuelto a la cordura y he calzado un par de Kendas. Sí, donde dije digo digo Diego. Porque dije que nunca en la puta vida iba a volver a poner unas Kenda en la Blur, y he vuelto por mis fueros. Sólo que esta vez hay un componente extra.

Como me resisto a pasarme al tubeless y sigo fiel a la escuela clásica de las cámaras y los parchecitos, he optado por una solución intermedia: las cámaras con moco. Unas cámaras Specialized (los únicos productos de la marca que he consumido en mi vida), con una mezcla de látex y líquido antipinchazo parecido a la nata líquida. Con esto espero frenar la espiral de pinchazos en la que había caído en las últimas salidas con la Blur.

Bueno, esto y una nueva cubierta Nevegal de 2.10 con flancos reforzados. Cosa fácil si se tiene en cuenta que los flancos normales de la Nevegal son casi tan finos como el papel de culo.

Probaré estas cositas en la próxima salida del sábado. La última, por cierto, me costó un esfuerzo extra porque tuve que arrastrar esas malditas Mobster durante casi 3 horas.

Por cierto, vendo una pareja de Maxxis Mobster 2.10 con una salida, al módico precio de 15 euros cada una (la mitad de lo que me costaron, oiga).

happy trails

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