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lunes, 31 de mayo de 2010

¿Dónde está la verdad?



En el mundo que nos ha tocado vivir hay tanta intoxicación informativa que dan ganas de vomitar. No sólo por culpa de los medios. La propia condición humana, la evolución del pensamiento, quizás tenga como destino final una jodida intoxicación masiva que termine por autodestruirnos. Necesitamos dar explicaciones a un mundo cada vez más complejo, y para ello necesitamos ciertas fórmulas o estándares, plantillas sobre las que componer una realidad finita: la democracia, lo políticamente correcto, la demagogia de un discurso de izquierdas, la insolidaridad de un discurso liberal, las ideas de estado, nación. Ciertos márgenes ideológicos, sociales y, en definitiva, como dicen los latinoamericanos, la cosmogonía que nos ayuda a explicar nuestro mundo.

¿Garzón es un héroe o un villano? ¿Es justo lo que ha pasado con él, o es un ataque total contra el imperio de la ley? Yo tengo mi opinión, como todos la tenemos, pero no es la verdad. Y aunque ésta existiera, dudo que se alcanzara, y más aún, se aplicara dentro de este Sistema intoxicado.

¿Es la crisis económica fruto de un sistema capitalista podrido? ¿Acaso todo fue una farsa cuando nos dijeron que se iba a "refundar" el capitalismo? ¿Acaso no vivimos sometidos otra vez por el Mercado, el gobernante mundial al que nadie ha votado?

Respecto a lo que ha pasado hoy en Gaza, sigo atónito por la desproporción. Del ataque, de la injusticia, de la impunidad. Y de la contrainformación que circula y que forma parte del discurso que justifica el sionismo. No me creo nada que venga de Israel, porque son expertos en manejar la información. Como tampoco me creo todos los discursos palestinos que saben que su causa vende y les mantiene vivos mientras los grupos terroristas crean prósperas franquicias. Pero ante una injusticia como la del pueblo palestino, que es real y verdadera, al menos en buena parte, sé que los más fuertes tienen más ventajas que los más débiles, en todos los casos. Eso, aunque tenga sus matices grises, ya es una motivación para dar explicación a esa verdad; una de las muchas que pueden coexistir, quizás. En realidad, quizás haya que elegir las verdades de cada uno para dar explicación a un mundo injusto. Quizás el ser humano tenga esa limitación.

La cuestión tiene enormes implicaciones... Pero si algo he aprendido últimamente, de gente como Gervasio Sánchez, por ejemplo, con quien coincidí en el Sáhara, es que la prensa tiene que tomar partido sin lugar a dudas denunciando la injusticia. Si no, acaba por hacerse cómplice del poder y de los poderosos. ¿Es Álvaro Uribe un héroe por acabar con las FARC, o es un asesino por utilizar la guerra sucia, apoyando a los paramilitares para acabar con el terrorismo y llevándose por delante colateralmente a miles de civiles? Yo no sé la verdad. Podría poner sobre la mesa argumentos a favor y en contra de la misma idea, pero la complejidad desbordaría. Sí sé que la Prensa ha estado confrontada con el Poder históricamente, y que su misión, en último término, es servir al pueblo y a la justicia. Dicen los manuales que "servir a la verdad". ¿Qué verdad? ¿La verdad de las empresas informativas? ¿La verdad de un grupo de presión que sustenta al medio? La verdad, en un sistema intoxicado, también lo está.

En estos días, la Prensa forma parte de ese Poder, lo cual enturbia toda la forma de entender el mundo y el pensamiento humano. Se confunden y se mezclan las ideas; la impunidad campa a sus anchas por más que los medios destapen escándalos, obviamente aquellos que interesan a unos u otros en un momento dado. Por eso, es más necesario que nunca denunciar la injusticia y a quienes la ejercen, ocultan y manejan. Aunque, efectivamente, sea inútil muchas veces.

viernes, 28 de mayo de 2010

Preparando el verano (I)

Con vídeos como este, se me ponen los dientes largos para este verano en L.A.

http://vimeo.com/10314115

Cine y medio ambiente

Vuelve el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente, que se celebra anualmente en El Prat de Llobregat, y este año por primera vez también en varios cines y puntos de Barcelona, como la Fnac o los cines Alexandra.



Se trata de un festival pionero en España, que se celebra desde hace 17 ediciones y se ha consolidado como uno de los festivales más importantes de medio ambiente de todo el mundo.

El programa puede consultarse aqui.

martes, 25 de mayo de 2010

En la Sierra

Para los madrileños, que siempre tendemos a "territorializar" las cosas y a ponerle diminutivos a las palabras, sólo existe una Sierra: la de Navacerrada, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Y como buen madriles, para mi también sólo hay una. Allí comenzó gran parte de lo que conozco como mountain bike. Si Soria fue mi escuela y el instituto, la Sierra de Madrid fue la universidad.  Y ahora que "estoy ejerciendo" siempre es genial volver por allí a ver a los viejos amigos y a rodar por los viejos pasillos y aulas.



Por un lado, notas el paso del tiempo, cualquiera, ya sea mucho o poco siempre es tiempo y es la dimensión más subjetiva de todas, así que también la que más se resiente. Por otro lado, ese tiempo transcurrido lo convierte todo en algo no del todo nuevo y no del todo conocido, y eso se traduce en una sensación fantástica entre la novedad y el recuerdo.



Volver a la Sierra siempre mola y siempre molará, porque está ahí, la conozco como si hubiese nacido en ella, y porque sigue siendo tan bonita como cabrona. Sólo ella huele de esa forma especial, y sólo en ella pueden pasar cosas extraordinarias.

A pesar de tanto capullo a su alrededor, y de tantos enemigos, la Sierra está mejor que nunca, y siempre tiene un hueco para los que la queremos.

lunes, 17 de mayo de 2010

El Garraf épico (de verdad)

Casi todos los días que salgo a montar tengo la sensación de haber hecho la mejor ruta de la Historia. Supongo que esa es una sensación gratificante, pero el problema es que ya no sé dónde están los referentes para denominar a una ruta como "rutón", porque todos me parecen rutones épicos y alucinantes. O quizás mi listón esté demasiado bajo, cosa que dudo...


El otro día, en cambio, fue distinto. No tuve una sensación; fue una certeza absoluta. Willy y yo hicimos una ruta épica como ninguna otra, y no cabían dudas. Ambos nos dábamos cuenta pedalada a pedalada. Una de las rutas más duras -si no la más dura- que he hecho nunca, y una de las más exigentes y bellas de mi vida. Casi 6 horas de senderos técnicos por el Garraf, con excepción de un par de km de subida en asfalto por el Ratpenat -a un 10% de desnivel medio-, y unos pocos km de enlaces por pistas.
En total, 1.200 m de desnivel acumulado en unos 55 km (calculo) entre Sitges y Gavá. No menos de cinco secciones de bajadas técnicas increíbles e interminables, otras tantas subidas igual de técnicas y exigentes, y todo en el terreno más abrupto que yo conozco. Porque el Garraf es un lugar al que odias o amas. O mucho te gustan las piedras y las trialeras, o lo pasas mal, muy mal. No he visto nunca un terreno tan abrupto y cabronazo como éste. Porque las piedras no es que estén descolocadas, es que parece que estén colocadas a propósito en la peor forma posible para dejarte pasar. Es una pesadilla.
Pero claro, una pesadilla agradable. Si es que existen, las pesadillas del Garraf son de las que te gusta recordar porque las has superado. La dureza extrema sabe amarga en ese momento, pero se vuelve agridulce cuando la digieres por segunda vez, al contarlo. Así que ahora toca disfrutar este pequeña hazaña.

viernes, 7 de mayo de 2010

Quicksilver

Mañana toca sesión de bici. Todavía no sé si será entrenamiento en la rígida o un divertido y refrescante enduro. Sea lo que sea, tengo pendiente un "mini Clinik" para poner a punto ambas máquinas.
Aparte de esto, la motivación extra de estos días ha venido por la gran película de Kevin Bacon: Quicksilver. Ya comenté que me la regaló el gran Veider, y que es un clásico del cine ochentero hortera. Pero es mucho más que eso: es una peli sobre bicimensajeros, con un secundario de lujo como Laurence Fishbourne, que es pionera en tratar a la bici como parte casi protagonista en la peli. ¡Una escena transcurre mientras Kevin Bacon ajusta los radios y centra una rueda!
A pesar de lo simple del argumento, la peli cuenta la historia de un broker que se arruina en la Bolsa y se mete a bicimensajero para ganarse la vida. Así descubre su verdadera pasión, y ya no puede vivir sin la bici y sin la adrenalina de los repartos kamikazes por las calles de San Francisco. Debe ser la primera película de la historia con escenas de persecución de bicis y coches. Y tremenda es también la música, mezcla de Flashdance y Duran Duran.
En fin, una película mítica, entrañable por lo naïf que resulta hoy en día, -no me imagino a los hermanos Lacondeguy viéndola-, pero sin duda una de las mejores inspiraciones para la era del Kranked o los Disorder. Algún día habría que hacer un remake de Quicksilver, con bicis de montaña y toda la pesca.
Y hablando de pelis modernas, ahí va el trailer oficial del gran estreno del año: Follow me.
[youtube id=izU1dDwnuMY]

jueves, 6 de mayo de 2010

Prensa y cooperación internacional

Hoy he asistido a la presentación del libro "La prensa y la cooperación internacional", un estudio acerca de la cobertura de la cooperación para el desarrollo en nueve diarios europeos: El País, ABC, La Vanguardia, Le Figaro, Libération, Le Monde, The Times, The Daily Mirror y The Guardian.

El estudio deja claro que la información sobre cooperación en la prensa europea sólo ocupa un exiguo 3,5% en los contenidos interiores de los periódicos, aunque alcanza un 4,8% en las portadas y primeras. Parte de esta poca cobertura mediática se debe, según Marcial Murciano, autor del estudio, a la carencia de profesionales especializados en cooperación dentro de los medios.

Pero lo realmente importante de este estudio es que pone de manifiesto la laguna informativa que es el Sur. Siguiendo las conclusiones del famoso informe McBride de 1980, que supuso una convulsión internacional en materia comunicativa y cultural -Estados Unidos pidió su salida de la Unesco a raíz de este informe-, seguimos inmersos en un mundo informativo en el que el Sur sólo existe cuando hay catástrofes. Los medios cuentan lo que se ve, no lo que sucede. Si bien Internet ha contribuido a difundir más contenidos, sigo teniendo mis dudas sobre el hecho de que la tan sobada brecha digital no haya hecho sino crecer proporcionalmente entre un mundo sobreinformado y otro infrainformado.

Se trata de un asunto crítico en la teoría de la información actual, y el modo en que se conforme el panorama comunicativo a través de las relaciones internacionales, la tecnología y la economía mundiales serán claves para el desarrollo de las sociedades en las próximas décadas.

Reformas

La última salida antes de irme de viaje al Sáhara tuvo un componente pintoresco. Hubo un poco de todo, incluida una bonita raja en el antebrazo cuando me arrastré entre unas rocas durante una bajada. La cosa parecía más aparatosa de lo que realmente era, aunque terminé en el centro de salud. Había dudas entre el grupo: "¿te pondrán puntos de sutura o sólo de pegar?", pues bien, bastaron unos cuantos de pegar, aunque según la enfermera "estaba en el límite para coser la herida". En fin, esto no supuso ningún problema para curarse en el desierto, al contrario, ya que ha cicatrizado perfectamente gracias al clima tan seco.



Aparte de esta anécdota, mi querida Black Mamba ha vuelto a ser la que era desde que le hice algunas reformas. Transmisión nueva, bielas Hone y revisión y mantenimiento de horquilla y amortiguador. Lo estaba pidiendo a gritos después de tirar con lo puesto durante 3 años, prácticamente sin pasar por el taller. Esto demuestra dos cosas: que el mantenimiento de la Blur LT es mínimo y que el castigo que lleva encima, lo lleva con una dignidad envidiable para otras bicis de su segmento. Creo que le quedan aún muchos kilómetros a la Black Mamba.

martes, 4 de mayo de 2010

La tormenta del desierto

Una semana en Dajla, en los campamentos de refugiados del Sahara occidental entre Argelia y Mauritania, da para mucho. Da para levantar un festival de cine en el desierto, para tragar arena y polvo, para dormir al raso mirando la luna y las estrellas, para sudar, jugar al fútbol contra una selección saharaui, para ver a un grupo de activistas jugarse el tipo desafiando a Marruecos viajando hasta el campo de refugiados, y para hacer amigos.

En el desierto todo es mágico, inmenso e intenso. Cuando sopla el siroco te sientes torpe y pequeño, un extraño en un medio hostil, el más hostil quizá, del planeta. El calor te ahoga, y los elementos no ayudan a la vida, precisamente. Pero sin embargo, al final todo sale adelante. La vida, si se respetan ciertas reglas básicas, sale adelante. Porque en el fondo, el desierto impone su ley de forma implacable, pero el hombre tiene la oportunidad de aprender de él y de sobrevivir, si sabe escuchar. Al hombre no le queda más remedio que aceptar su verdadera pequeñez, y rendirse a la voluntad del desierto, que es la de Alá y la de Dios. Y así, se da cuenta de lo poco que es necesario para desafiar al poder del desierto: una voluntad inquebrantable.

Sólo de esta forma, los saharauis y cualquier grupo humano que sobreviva en el desierto, como los tuaregs o los beduinos, son capaces de mantener su vida y su sociedad desde hace siglos. Esta voluntad inquebrantable es el único patrimonio de estos pueblos, su intangible más valioso. Y es la única razón que se me ocurre para que los refugiados saharauis lleven 35 años aguantando las condiciones extremas del mundo. Pero también, esa voluntad, no rendirse nunca, es lo que les llevará algún día a conseguir su objetivo: vivir en un país libre.

"Es preciso un corazón de camello para avanzar en la vida", dicen los saharauis. Un corazón de camello y la constancia del viento, que moldea el desierto y las montañas grano a grano durante siglos, son las únicas armas que tienen los saharauis para enfrentarse a los gigantes que les rodean.