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viernes, 7 de mayo de 2010

Quicksilver

Mañana toca sesión de bici. Todavía no sé si será entrenamiento en la rígida o un divertido y refrescante enduro. Sea lo que sea, tengo pendiente un "mini Clinik" para poner a punto ambas máquinas.
Aparte de esto, la motivación extra de estos días ha venido por la gran película de Kevin Bacon: Quicksilver. Ya comenté que me la regaló el gran Veider, y que es un clásico del cine ochentero hortera. Pero es mucho más que eso: es una peli sobre bicimensajeros, con un secundario de lujo como Laurence Fishbourne, que es pionera en tratar a la bici como parte casi protagonista en la peli. ¡Una escena transcurre mientras Kevin Bacon ajusta los radios y centra una rueda!
A pesar de lo simple del argumento, la peli cuenta la historia de un broker que se arruina en la Bolsa y se mete a bicimensajero para ganarse la vida. Así descubre su verdadera pasión, y ya no puede vivir sin la bici y sin la adrenalina de los repartos kamikazes por las calles de San Francisco. Debe ser la primera película de la historia con escenas de persecución de bicis y coches. Y tremenda es también la música, mezcla de Flashdance y Duran Duran.
En fin, una película mítica, entrañable por lo naïf que resulta hoy en día, -no me imagino a los hermanos Lacondeguy viéndola-, pero sin duda una de las mejores inspiraciones para la era del Kranked o los Disorder. Algún día habría que hacer un remake de Quicksilver, con bicis de montaña y toda la pesca.
Y hablando de pelis modernas, ahí va el trailer oficial del gran estreno del año: Follow me.
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