viernes, 28 de mayo de 2010

Preparando el verano (I)

Con vídeos como este, se me ponen los dientes largos para este verano en L.A.

http://vimeo.com/10314115

Cine y medio ambiente

Vuelve el Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente, que se celebra anualmente en El Prat de Llobregat, y este año por primera vez también en varios cines y puntos de Barcelona, como la Fnac o los cines Alexandra.



Se trata de un festival pionero en España, que se celebra desde hace 17 ediciones y se ha consolidado como uno de los festivales más importantes de medio ambiente de todo el mundo.

El programa puede consultarse aqui.

martes, 25 de mayo de 2010

En la Sierra

Para los madrileños, que siempre tendemos a "territorializar" las cosas y a ponerle diminutivos a las palabras, sólo existe una Sierra: la de Navacerrada, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Y como buen madriles, para mi también sólo hay una. Allí comenzó gran parte de lo que conozco como mountain bike. Si Soria fue mi escuela y el instituto, la Sierra de Madrid fue la universidad.  Y ahora que "estoy ejerciendo" siempre es genial volver por allí a ver a los viejos amigos y a rodar por los viejos pasillos y aulas.



Por un lado, notas el paso del tiempo, cualquiera, ya sea mucho o poco siempre es tiempo y es la dimensión más subjetiva de todas, así que también la que más se resiente. Por otro lado, ese tiempo transcurrido lo convierte todo en algo no del todo nuevo y no del todo conocido, y eso se traduce en una sensación fantástica entre la novedad y el recuerdo.



Volver a la Sierra siempre mola y siempre molará, porque está ahí, la conozco como si hubiese nacido en ella, y porque sigue siendo tan bonita como cabrona. Sólo ella huele de esa forma especial, y sólo en ella pueden pasar cosas extraordinarias.

A pesar de tanto capullo a su alrededor, y de tantos enemigos, la Sierra está mejor que nunca, y siempre tiene un hueco para los que la queremos.

lunes, 17 de mayo de 2010

El Garraf épico (de verdad)

Casi todos los días que salgo a montar tengo la sensación de haber hecho la mejor ruta de la Historia. Supongo que esa es una sensación gratificante, pero el problema es que ya no sé dónde están los referentes para denominar a una ruta como "rutón", porque todos me parecen rutones épicos y alucinantes. O quizás mi listón esté demasiado bajo, cosa que dudo...


El otro día, en cambio, fue distinto. No tuve una sensación; fue una certeza absoluta. Willy y yo hicimos una ruta épica como ninguna otra, y no cabían dudas. Ambos nos dábamos cuenta pedalada a pedalada. Una de las rutas más duras -si no la más dura- que he hecho nunca, y una de las más exigentes y bellas de mi vida. Casi 6 horas de senderos técnicos por el Garraf, con excepción de un par de km de subida en asfalto por el Ratpenat -a un 10% de desnivel medio-, y unos pocos km de enlaces por pistas.
En total, 1.200 m de desnivel acumulado en unos 55 km (calculo) entre Sitges y Gavá. No menos de cinco secciones de bajadas técnicas increíbles e interminables, otras tantas subidas igual de técnicas y exigentes, y todo en el terreno más abrupto que yo conozco. Porque el Garraf es un lugar al que odias o amas. O mucho te gustan las piedras y las trialeras, o lo pasas mal, muy mal. No he visto nunca un terreno tan abrupto y cabronazo como éste. Porque las piedras no es que estén descolocadas, es que parece que estén colocadas a propósito en la peor forma posible para dejarte pasar. Es una pesadilla.
Pero claro, una pesadilla agradable. Si es que existen, las pesadillas del Garraf son de las que te gusta recordar porque las has superado. La dureza extrema sabe amarga en ese momento, pero se vuelve agridulce cuando la digieres por segunda vez, al contarlo. Así que ahora toca disfrutar este pequeña hazaña.