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jueves, 14 de marzo de 2013

Dime de qué marca es tu bici... (III)




KLEIN es CHRYSLER
Dos marcas históricas venidas a menos. Ese es el resumen. La primera fue comprada por el macrogrupo Trek y después poco a poco se ha ido extinguiendo. No sé bien si Trek la hizo extinguir o la dejó morir, pero oficialmente ya no fabrica bicis desde 2009. Gary Klein fue un estudiante del MIT que de repente vio la luz y se dedicó a fabricar los bicicletones más deseados durante los años 90. Chrysler es el histórico fabricante de Detroit, que en 2009 (justo el mismo año que Klein desaparece) se declaró en quiebra. Desde entonces Chrysler pertenece al grupo Fiat. Ambas son dos marcas-museo. Una pena.

ORANGE es JAGUAR
De nuevo dos marcas inglesas unidas por conceptos similares. Quizás Orange no sea exactamente el equivalente a Jaguar, pero es el concepto más cercano que encuentro. Jaguar es una marca de solera, elegancia y clase. Orange es un poco más basto que Jaguar, de acuerdo, pero durante cierto tiempo también fueron bicis bastante exclusivas, sobre todo porque eran más bien caras. Además, los Jaguar de hoy en día no son como los de hace años, tengámoslo claro también. Así que sí: Jaguar es Orange.

ROCKY MOUNTAIN es HONDA
Sí, una correlación extraña, pero me explico: los motores Honda arrasaron en Formula 1 en los años 80. Aquellos míticos Williams de Mansell y Piquet. Rocky Mountain, por otro lado, fueron los creadores del concepto Fro, unieron Freeride con Pro. Inventaron el Freeride, diga lo que diga Specialized o Kona. Las Rocky son por antonomasia unas bicis hechas para la diversión, para un concepto deportivo; lo que en los coches se entiende como “sport”. Algo así como son los Honda. Coches deportivos, de gama media-alta y con buenas prestaciones para divertirse. Dos marcas de respeto.

CANNONDALE es AUDI
Empezamos a llegar a lo alto del ranking. Audi vende tecnología alemana, pero accesible a casi todos. No como BMW, por ejemplo, que es más exclusivo. Audi vende lo mismo pero no como segundo plato sino como alternativa. Audi es una buena camisa. BMW es llevar gemelos en esa camisa. Un puntito más de categoría, por fardar. De la misma manera, Cannondale es una marca que ha apostado siempre por la innovación, la competición y la alta gama, pero accesible a quien estuviera dispuesto a pagar por ella. Y todo ello manteniendo una línea elegante y no rebajando su producto. Manteniendo un estándar equilibrado de calidad, prestigio y exclusividad. Una de las identidades de marca más logradas a base de construir referentes. Bien por ellos dos.

SPECIALIZED es MERCEDES
Sí, no pongáis esa cara. Specialized es la única marca de bicis ha sido capaz de prescindir de la tipografía en el logotipo y quedarse con el pictograma: la famosa S rasgada. Esto sólo lo pueden hacer dignamente sin caer en el ridículo marcas con una identidad consolidada. Nike, Apple… Mercedes. Y en el mundo de las bicis, Specialized. El pictograma de la S rasgada ya se ha convertido en un icono de referencia al que no hace falta añadir nada más. Specialized, por otra parte, comparte con Mercedes su obsesión por ser el “top of the mind”, la marca alfa y genérica. Aunque después caigan víctimas de ellos mismos, muchas veces. Quién no ha ido a Marruecos y ha visto que todos los taxis son Mercedes de los años 80. Quién no ha entrado en un garaje y no ha visto una Stumpjumper oxidada… La cima desgasta. De tan sobadas, las marcas top sufren. Son dos marcas eminentes, pioneras, primigenias, y que han buscado siempre la excelencia. Por eso, como al Real Madrid, a veces esa búsqueda lleva al lado oscuro de lo chabacano o la molicie. Aunque eso del “señorío”, al final, uno no sabe cómo, lo superan y sobreviven a sí mismos reinventándose constantemente.

EDR es DMC DELOREAN
Enrique del Río era un fabricante madrileño de componentes y cuadros artesanales de aluminio, muy cotizado y apreciado en los años 90. Todavía se pueden ver por ahí (en los foros de bicis clásicas) fotos de potencias o de tijas EDR de aluminio. Es casi imposible ver alguna en funcionamiento sobre una bici. Y encontrarse con un cuadro EDR montado y rodando, es comparable a ver un Delorean. Un mirlo blanco. Productos artesanales, exclusivos, contados. Ambos ya no fabrican (que yo sepa), por lo que su cotización gana enteros año tras año. Quien vea una EDR o un Delorean debe hacerle una foto para demostrarlo. 

SALSA es PONTIAC
Salsa es la creación de un tipo llamado Ross Shafer, que como todos los fabricantes de cuadros norteamericanos de los años 70, comenzó a diseñar su propio invento en el garaje de casa y triunfó. Le puso Salsa a sus bicis porque cuentan que siempre estaba comiendo nachos con salsa picante. Salsa es una de esas marcas minoritarias pero de altísima calidad. Eso fue hasta 1999, cuando como muchas otras marcas, sucumbieron a la economía de escala y fueron renovadas. El fundador abandonó el barco (o le obligaron a ello) y entraron las grandes compañías a gestionar las perlas artesanales. El drama de la industria de las bicis en los últimos 20 años. Pontiac, por su parte, también es otra mítica de la industria del automóvil, ligada siempre a modelos deportivos, elegantes, contundentes y atractivos... creadora del mítico Trans Am… Bien, cerró en 2010.

YETI es BMW
A más de uno le sorprenderá esta unión, pero si lo analizas es evidente. BMW es clase, tecnología, elegancia. Espíritu Sport, pero también sobriedad. Y un tanto sobrevalorado, no nos engañemos. En el fondo, el que tiene un BMW es porque podía comprarse un Audi, pero quiere un poco más. Es como llevar gemelos en la camisa. No aportan nada, pero dicen mucho. Yeti es un marcón. Colorado, las montañas, “bastante” artesanal, auténtica… pero también un tanto sobrevalorada, no nos engañemos. Esas punteras traseras, esos guiacables de calamina… Son envidiables sus diseños, su imagen, su identidad, prestigio y nombre. Pero, eh, también se rompen. A veces. Aún así, tiene algo que engancha y todo buen ciclista de montaña ha soñado alguna vez con tener una Yeti. Y si no, no es un verdadero biker.

SANTA CRUZ es PORSCHE
Porsche. Una marca familiar de Stuttgart, fabricante del que para muchos es el símbolo del automóvil deportivo: el 911. Y Santa Cruz, una fábrica de bicis surgida al calor de su hermana mayor, Santa Cruz skateboards, en la ciudad probablemente más hippy de California. Autenticidad de sobra. Un Porsche es siempre (o casi siempre, hasta que hicieron el Cayene) un coche deportivo, espectacular. Se le llena la boca a uno al decir “Porsche”. Santa Cruz, por su parte, ha fabricado uno de los cuadros más aplaudidos de la historia: el Heckler. La familia Blur… Son lo suficientemente prestigiosas para seguir siendo exclusivas, aunque también se han popularizado enormemente a costa de bajar el listón de calidad en algunos modelos. Fabricar en Taiwán ya es común en todas las marcas, hasta en las más prestigiosas. Incluso Porsche, principal accionista del grupo Volkswagen, no fabrica todas sus piezas en Alemania, evidentemente. Pero no importa, porque el que tiene un Porsche se hará una bandera con su marca, de la misma forma que un propietario de Santa Cruz es un cliente orgulloso de su marca.

Continuar a Parte IV

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