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jueves, 24 de abril de 2008

A.S


Chris McCandless es el chico del que habla la película Into the Wild, y la novela Hacia rutas salvajes, de Jon Krakauer. En abril de 1992 este joven de 24 años rompió con la civilización del confort y se internó en los bosques de Alaska. Se olvidó de familiares y amigos. E intentó sobrevivir en la soledad y el frío, tras la huella de su propia sombra. Cuatro meses más tarde lo encontraron muerto, en estado de descomposición, dentro de la carcasa de un autobús extraviado entre la maraña de vegetación y nieve. Se supo después que antes de morir, McCandless había recorrido el norte del continente americano en un viejo y destartalado Datsun. Cuando el automóvil lo dejó varado, comenzó a viajar a dedo, conociendo a un montón de gente a la que dejó una huella humana imborrable. Lo recuerdan como un muchacho tranquilo y silencioso. También como un ser humano poseído por fantasmas personales.

En su viaje, se cambió de nombre y se llamó a si mismo "Alexander Supertramp".

Estoy leyendo el libro y me está alucinando aún más que la película.

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