martes, 25 de mayo de 2010

En la Sierra

Para los madrileños, que siempre tendemos a "territorializar" las cosas y a ponerle diminutivos a las palabras, sólo existe una Sierra: la de Navacerrada, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Y como buen madriles, para mi también sólo hay una. Allí comenzó gran parte de lo que conozco como mountain bike. Si Soria fue mi escuela y el instituto, la Sierra de Madrid fue la universidad.  Y ahora que "estoy ejerciendo" siempre es genial volver por allí a ver a los viejos amigos y a rodar por los viejos pasillos y aulas.



Por un lado, notas el paso del tiempo, cualquiera, ya sea mucho o poco siempre es tiempo y es la dimensión más subjetiva de todas, así que también la que más se resiente. Por otro lado, ese tiempo transcurrido lo convierte todo en algo no del todo nuevo y no del todo conocido, y eso se traduce en una sensación fantástica entre la novedad y el recuerdo.



Volver a la Sierra siempre mola y siempre molará, porque está ahí, la conozco como si hubiese nacido en ella, y porque sigue siendo tan bonita como cabrona. Sólo ella huele de esa forma especial, y sólo en ella pueden pasar cosas extraordinarias.

A pesar de tanto capullo a su alrededor, y de tantos enemigos, la Sierra está mejor que nunca, y siempre tiene un hueco para los que la queremos.

lunes, 17 de mayo de 2010

El Garraf épico (de verdad)

Casi todos los días que salgo a montar tengo la sensación de haber hecho la mejor ruta de la Historia. Supongo que esa es una sensación gratificante, pero el problema es que ya no sé dónde están los referentes para denominar a una ruta como "rutón", porque todos me parecen rutones épicos y alucinantes. O quizás mi listón esté demasiado bajo, cosa que dudo...


El otro día, en cambio, fue distinto. No tuve una sensación; fue una certeza absoluta. Willy y yo hicimos una ruta épica como ninguna otra, y no cabían dudas. Ambos nos dábamos cuenta pedalada a pedalada. Una de las rutas más duras -si no la más dura- que he hecho nunca, y una de las más exigentes y bellas de mi vida. Casi 6 horas de senderos técnicos por el Garraf, con excepción de un par de km de subida en asfalto por el Ratpenat -a un 10% de desnivel medio-, y unos pocos km de enlaces por pistas.
En total, 1.200 m de desnivel acumulado en unos 55 km (calculo) entre Sitges y Gavá. No menos de cinco secciones de bajadas técnicas increíbles e interminables, otras tantas subidas igual de técnicas y exigentes, y todo en el terreno más abrupto que yo conozco. Porque el Garraf es un lugar al que odias o amas. O mucho te gustan las piedras y las trialeras, o lo pasas mal, muy mal. No he visto nunca un terreno tan abrupto y cabronazo como éste. Porque las piedras no es que estén descolocadas, es que parece que estén colocadas a propósito en la peor forma posible para dejarte pasar. Es una pesadilla.
Pero claro, una pesadilla agradable. Si es que existen, las pesadillas del Garraf son de las que te gusta recordar porque las has superado. La dureza extrema sabe amarga en ese momento, pero se vuelve agridulce cuando la digieres por segunda vez, al contarlo. Así que ahora toca disfrutar este pequeña hazaña.

viernes, 7 de mayo de 2010

Quicksilver

Mañana toca sesión de bici. Todavía no sé si será entrenamiento en la rígida o un divertido y refrescante enduro. Sea lo que sea, tengo pendiente un "mini Clinik" para poner a punto ambas máquinas.
Aparte de esto, la motivación extra de estos días ha venido por la gran película de Kevin Bacon: Quicksilver. Ya comenté que me la regaló el gran Veider, y que es un clásico del cine ochentero hortera. Pero es mucho más que eso: es una peli sobre bicimensajeros, con un secundario de lujo como Laurence Fishbourne, que es pionera en tratar a la bici como parte casi protagonista en la peli. ¡Una escena transcurre mientras Kevin Bacon ajusta los radios y centra una rueda!
A pesar de lo simple del argumento, la peli cuenta la historia de un broker que se arruina en la Bolsa y se mete a bicimensajero para ganarse la vida. Así descubre su verdadera pasión, y ya no puede vivir sin la bici y sin la adrenalina de los repartos kamikazes por las calles de San Francisco. Debe ser la primera película de la historia con escenas de persecución de bicis y coches. Y tremenda es también la música, mezcla de Flashdance y Duran Duran.
En fin, una película mítica, entrañable por lo naïf que resulta hoy en día, -no me imagino a los hermanos Lacondeguy viéndola-, pero sin duda una de las mejores inspiraciones para la era del Kranked o los Disorder. Algún día habría que hacer un remake de Quicksilver, con bicis de montaña y toda la pesca.
Y hablando de pelis modernas, ahí va el trailer oficial del gran estreno del año: Follow me.
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jueves, 6 de mayo de 2010

Prensa y cooperación internacional

Hoy he asistido a la presentación del libro "La prensa y la cooperación internacional", un estudio acerca de la cobertura de la cooperación para el desarrollo en nueve diarios europeos: El País, ABC, La Vanguardia, Le Figaro, Libération, Le Monde, The Times, The Daily Mirror y The Guardian.

El estudio deja claro que la información sobre cooperación en la prensa europea sólo ocupa un exiguo 3,5% en los contenidos interiores de los periódicos, aunque alcanza un 4,8% en las portadas y primeras. Parte de esta poca cobertura mediática se debe, según Marcial Murciano, autor del estudio, a la carencia de profesionales especializados en cooperación dentro de los medios.

Pero lo realmente importante de este estudio es que pone de manifiesto la laguna informativa que es el Sur. Siguiendo las conclusiones del famoso informe McBride de 1980, que supuso una convulsión internacional en materia comunicativa y cultural -Estados Unidos pidió su salida de la Unesco a raíz de este informe-, seguimos inmersos en un mundo informativo en el que el Sur sólo existe cuando hay catástrofes. Los medios cuentan lo que se ve, no lo que sucede. Si bien Internet ha contribuido a difundir más contenidos, sigo teniendo mis dudas sobre el hecho de que la tan sobada brecha digital no haya hecho sino crecer proporcionalmente entre un mundo sobreinformado y otro infrainformado.

Se trata de un asunto crítico en la teoría de la información actual, y el modo en que se conforme el panorama comunicativo a través de las relaciones internacionales, la tecnología y la economía mundiales serán claves para el desarrollo de las sociedades en las próximas décadas.