lunes, 3 de noviembre de 2008

Buscar y encontrar

El día se levantó muy mojado. Tanto que durante un segundo pensé que sería impracticable montar con una lluvia tan fuerte. Pero después pensé en los caminos embarrados, y que una vez sucio y mojado en los primeros momentos de ruta, ya da igual seguir así durante todo el día. Así que me puse la chaqueta de invierno, comprobé que el cielo seguía plomizo, y salí a la calle.

Willy había pensado lo mismo que yo, y a punto estuvo de dar media vuelta. Pero el primero que llamase para desconvocar la ruta habría sido un perdedor, y ninguno quería ser un acojonado por cuatro gotas. Así que los dos salimos a la selva. Y obtuvimos una gran recompensa. El día se despejó, no hubo más lluvia, y sí en cambio una atmósfera limpia y despejada post-lluvia. La definición de los colores y el paisaje era inmenso. Los perfiles y las siluetas, diferentes, nuevas.

Una ruta llena de singletracks fantásticos, riachuelos, maraña de vegetación que había que apartar casi con machete, que en condiciones normales sería una ruta casi normal pero en mojado adquiría una dimensión épica. Descensos vertiginosos, resbaladizos, de máxima concentración.

En este caso no se cumplió eso de que "no busques y encontrarás". En este caso lo que funcionó fue "si buscas, lo encuentras". Lo más fácil habría sido quedarse en casa, pero ¿para qué hacerlo fácil cuando puedes hacerlo difícil?

viernes, 31 de octubre de 2008

¡Año nuevo!


Esta semana ha llovido. Mucho. Los caminos deben estar embarrados como un tazón de chocolate espeso. Mmmm... chocolate... caliente... Con este temporal apetece mucho un buen tazón de algo caliente. Café, chocolate... aunque también una buena pinta de cerveza, para qué engañarnos. Esta noche es Halloween, una fiesta que, en contra de lo que se piensa, no solamente es de origen estadounidense, sino celta.

La historia del Halloween se remonta a hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo asustados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos, y también los disfraces.

Así que hoy, a disfrazarse, a poner calaveras en todas partes, y mañana a celebrar el año nuevo con un buen riding.

martes, 28 de octubre de 2008

No estamos muertos

Cielos sombríos, senderos mojados, árboles desnudos, vientos fríos de destrucción.

Cuando los caminos se quedan vacíos de domingueros y veraneantes, volvemos nosotros.

Cuando sólo queda barro en los senderos, hojas secas y charcos, vuelven los maleantes de las ruedas gordas. Los oscuros jinetes de las sombras y el barro.

Y qué mejor forma de volver al lado oscuro que en Calatayud. Amigos, senderos y cervezas. Qué más se puede pedir.

Vuelve el Predator Weekend, con más destrucción y más singletracks que nunca.

La caza de los humanos con mallas de lycra ha comenzado.

jueves, 10 de julio de 2008

Crónicas desde Israel



Dani me envía un par de fotos de una de las pocas veces que debe montar en bici por alli ;-)

Cuenta que sale a montar a las 5.30 de la mañana, cuando hace menos calor, y se junta con otra gente que hace bici. Todo hace pensar que se trata de judíos, ¡y además algunos hacen freeride! Algo inaudito.

A las 9.30 ya está listo para ir a trabajar después de la ruta, que transcurre por sitios que según Dani "se parecen a El Pardo". Senderos mediterráneos. Al parecer hay muchas rutas en Israel, como lo demuestra esta página. Pero al ser un país tan desértico resulta imposible hacerlas en esta época.

Los sábados no se puede montar porque es el Sabbat, la fiesta sagrada de los judíos, en la que no se hace nada que suponga movimiento o actividad, ni siquiera subir escaleras o tomarse unas cañas. Supongo que montar en bici está incluido en esta lista de cosas prohibidas el Sabbat.

Israel, un país raro de cojones...

Gracias y un abrazo, Dani, y ya sabes: watch your back!

miércoles, 9 de julio de 2008

Andorra la bella


Siempre es un placer escaparse a Andorra en verano, cuando las hordas de turistas son un poquito menos que en invierno, y las montañas se derriten y quedan al descubierto los caminos que las recorren. Como la multitud de objetos -sobre todo de esquí- que quedan bajo la nieve durante el invierno y afloran en primavera, así los caminos salen de la hibernación y nos saludan efusivos cuando llega el buen tiempo.

En Andorra hay unas cuantas estaciones dignas de ser visitadas continuamente. Se trata de Vallnord y de Grand Valira. Ambas ofrecen grandes extensiones de senderos y pistas para nosotros, los freaks del mtb.

En esta ocasión, me invitaban a pasar el fin de semana en Vallnord coincidiendo con un festival de mountain. Y pasé dos días de reencuentro con los caminos de Andorra, siempre divertidos y magníficos. Son caminos generosos con el biker: raíces, piedras, desnivel... descensos larguísimos, técnicos a ratos, sencillos en otros momentos, y siempre muy bonitos. Montar a más de 2.000 metros de altitud siempre te permite tener los macizos y valles en las narices. Tienes ganas de frenar y ponerte a ver el paisaje, pero las ansias de rodar son mayores, y al final terminas por obviar la belleza del paisaje. Se produce una especie de inmersión, como cuando buceas en el mar. Te sumerges en las montañas y es entonces cuando aprecias realmente el paisaje. Aunque no lo estés mirando, te está entrando por los ojos y por el resto de los sentidos.

Eso pasa cuando montas en Andorra.