Normalmente en este blog hablo de frivolidades. Porque no
nos engañemos, el deporte es una frivolidad, siempre lo ha sido. Las personas
sin recursos, explotadas o en medio de una guerra no hacen deporte. No emplean
sus recursos en otra actividad que no sea intentar sobrevivir.
Este blog es un espacio sobre otro nivel de la realidad que
–aunque también existe- está despejado de problemas, o al menos del tipo de
problemas cotidianos que los seres humanos manejan a diario. En mi trabajo real
estoy en contacto con esa otra realidad. Macroproblemas reales del mundo:
derechos humanos, pobreza, desarrollo. Pero esto también incluye los problemas,
problemillas y obstáculos que todos afrontamos día a día. Como alguien decía:
“un problema es una dificultad que requiere una solución, y la mayoría de las
veces la gente no se refiere a problemas en sus vidas, sino a obstáculos que se deben superar”.
La situación social y económica de mucha gente, también en
nuestro país, es muy dura. Es un problema, y dura 24 horas. Desde que te
levantas hasta que te acuestas. No es una dificultad ni un obstáculo. No se
termina al salir de la oficina o al terminar de pagar la hipoteca.
En el mundo, por tanto, y en la vida hay problemas,
obstáculos y dificultades. Esto es así; es lo que convierte a la vida en un
reto y al ser humano en un ser vivo que tiene que luchar para sobrevivir. ¿Qué
tiene que ver esto y qué hago hablando de este tema? ¿Dónde quiero ir a parar?
Quiero ir a parar a lo siguiente. A plantear una pregunta.
¿Qué sentido tiene hablar de bicis
con la que está cayendo? ¿Qué sentido tiene a veces hablar de frivolidades
estando como estamos, con la gente protestando en la calle, con los políticos
prevaricando, con el país yéndose a la mierda?
Algunos pueden decir que tiene sentido para cambiar de tema, para evadirse un rato de la realidad, porque
la salud es importante, etc, etc. Es decir, son temas menores. Entretenimientos
de la clase media. Otros pueden decir que simplemente se la suda lo que pasa en
el mundo y que no es asunto suyo, así que hacen lo que les gusta sin más. Se
dedican al hedonismo en tiempos de
crisis. Por último, hay quien podrá decir que todo forma parte de todo. Que la realidad es multidimensional.
Esto es una reflexión sobre la postura ante la vida, sobre
el papel que uno toma ante la realidad. Una explicación de uno mismo. Lo que en
filosofía se llama metafísica.
Estamos en un mundo interrelacionado, en el que todo tiene
que ver con todo. Las antiguas esferas de poder como la religión o la política han
perdido su prestigio. A ellas les ha sucedido la democracia participativa como núcleo
nebuloso de poder –y que ni siquiera está en la adolescencia -. Las fuentes de
conocimiento clásico como las ciencias y el mundo académico han sido
desbordadas por la sociedad de la información. Las fronteras se han desdibujado,
los problemas son globales, lo local se confunde con lo internacional. Es lo
que Bauman llama la sociedad líquida.
De manera que no tiene sentido delimitar temas serios o
temas frívolos como si estuvieran separados. Está claro que el hecho de que
Greg Minaar haya ganado el último mundial de DH es una noticia irrelevante
comparada con que en Siria hayan asesinado a 5.000 niños en un conflicto
armado. Pero son dos esferas de la realidad que no pueden compararse.
Simplemente, suceden. Y es importante que se conozcan, conocer su dimensión
real y contextualizar ambos datos.
Creo que en la vida es importante saber un poco de todo.
Quizá eso sea un defecto de profesión. En la facultad siempre me dijeron que
un buen periodista es alguien que es capaz de hablar durante 15 minutos de
prácticamente cualquier tema. Quizás por eso entonces me dedico a ello, a ambas
cosas: una suerte de compaginar dos niveles distintos de realidad, dos planos.
Uno en la vida puede optar por muchos caminos. Vocacional o
profesionalmente te puedes dedicar a aquello que mejor haces o te sientes
capacitado a realizar –al menos en teoría, porque hoy en día esto es harto complicado-.
Y puedes hacerlo desde distintos puntos de vista. Puedes tener como vocación
servir a tu comunidad, ayudar a los demás, intentar crear un proyecto propio o
simplemente ganar dinero. El suficiente para vivir, vivir bien o vivir muy
bien. Todas estas opciones son igual de respetables.
Yo quiero pensar que me gano la vida ejerciendo como
profesional en una actividad que me satisface enormemente desde el punto de
vista intelectual, social y ético. Y que también me dedico, de modo amateur o
semiprofesional, a otra actividad en la que a lo largo del tiempo he llegado a
acumular mucha experiencia, algo de conocimiento y que también me ha enseñado
muchas cosas para la vida. En realidad, hablamos de valores. Y sucede que los
valores del deporte, los que empleamos día a día en la montaña (sacrificio,
lucha, generosidad, superación), son los mismos o parecidos a los que utilizo
en mi vida diaria, cuando trabajo o cuando hablo del ser humano.
Simplemente, son valores universales. Valores humanos.
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