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viernes, 13 de julio de 2007

Comer, comer

La alimentación es un tema importantísimo a la hora de cuidarse y mejorar el rendimiento sobre la bici. Se supone que una alimentación equilibrada regularmente es la mejor forma de mantener un buen rendimiento sobre la bici, aparte de una buena salud en general, aunque los más pros prefieren hacer dietas específicas más ricas en proteínas, carbohidratos, etc. En general, lo único en común que tenemos todos es que comemos bastante más pasta de la media, ya que como todo el mundo sabe, la pasta es el mejor alimento del mundo (aparte de que aporta calorías de reserva para el ejercicio físico, bla, bla, bla...)

El tema es a la hora del desayuno, antes de salir a montar. Si te metes un desayuno british como los de Simon (huevo frito, beans, tostadas y la madre que lo parió), y sales a montar en seguida, lo más probable es que eches el bofe a la primera de cambio. Recomiendan salir a montar (o hacer ejercicio) como mínimo 2 horas después de haber ingerido alimentos. A mi personalmente me gusta desayunar, pero sin pasarme. Un zumo, vaso de leche o té, y galletas o tostadas o alguna pieza de fruta. Pero cuando salgo a montar, normalmente suprimo la leche, ya que como se sabe es un alimento que el estómago de los adultos digiere mal (por una enzima que tenemos cuando somos pequeños y se va perdiendo su efecto, etc.)

Sin embargo, lo importante no es desayunar bien el día que sales a montar, sino cenar bien la noche anterior, ya que el organismo "tira" de las calorías que ha almacenado previamente. De hecho, el desayuno debería ser bastante ligero, para no ir con la tripa llena y concentrar la circulación de la sangre en el aparato digestivo, en lugar de concentrarla donde tiene que estar cuando montamos en bici como el aparato cardiovascular, y sobre todo en las patas.

Este ha sido el consejo de hoy de Más vale prevenir que cagarse en la puta por una pájara.

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